Con la ley y por el orden

La transportación de personas en vehí­culos de tracción animal es un caos en Santa Clara.

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Osmaira González Consuegra
Osmaira González Consuegra
@oglezc
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07 Febrero 2018

La transportación de personas en vehí­culos de tracción animal es un caos en Santa Clara. Desde que comenzaron a circular, dada la coyuntura del perí­odo especial allá por los años 90 del pasado siglo, hasta la fecha, el tema ha sido recurrente en nuestros medios de prensa.

Ilustración de Martirena sobre el transporte de tracción animal
(Ilustración: Martirena)

Los cocheros no dan tregua y en más de una ocasión han sido objeto de dura crí­tica ciudadana. Unas veces por los precios, que ahora oscilan entre los dos y cinco pesos según la ley de oferta y demanda, o por los horarios en que circulan. Otras, debido a las contravenciones cometidas. Lo cierto es que todo ello de por medio los carretoneros son protagonistas de variadas violaciones e indisciplinas del tránsito, las cuales deben llegar a su fin.

Muchas veces los hemos visto conducir bajo los efectos de bebidas alcohólicas, y otras permiten a menores de edad guiar al animal, lo cual atenta contra la seguridad del niño, así­ como de peatones y conductores que circulan por la ví­a.

En Santa Clara se hallan registrados 415 vehí­culos de este tipo, distribuidos en siete piqueras. La del Ferrocarril es la de mayor número de coches, con 106. Le sigue la del Materno (95), í“mnibus Nacionales (90), Sandino (50), Buen Viaje (38), Terminal Intermunicipal (21) y calle Unión (15).

Sin duda, constituye una alternativa para el transporte dentro de la ciudad. Sin embargo, molesta que se trasladen de un lugar a otro sin ponerle el culero a los caballos, indisciplina que ocasiona el vertimiento de las excretas en plena ví­a pública, con serias implicaciones para la higiene de la urbe y la salud de sus habitantes. Otra de las contravenciones detectadas por la Unidad Presupuestada Estatal de Inspección del Transporte es que transitan por la noche sin la luz apropiada.

De acuerdo con lo planteado por Exiquio Morales Hernández, director de dicha entidad, los hay que circulan, indistintamente, sin la debida revisión técnica y en mal estado, carecen de matrí­cula y con el animal sin registrar. Por tales motivos, durante el 2017 fueron retiradas 86 licencias operativas, 46 de ellas por revisión técnica. Mientras que otras 20 fueron retenidas por tener deudas con la oficina de multas. En total se cancelaron 17 licencias operativas debido a reincidencia en violaciones. Asimismo se detectaron 131 coches ilegales.

Para los meses venideros se traza una nueva estrategia a fin de enfrentar las transgresiones de lo establecido. No se trata de ir en contra de los carretoneros, pues como bien dijimos, constituyen una opción a la que muchos tendrán que acudir, pese a la mejorí­a del transporte público urbano.

Hay que aunar las acciones de cada cuerpo de inspección, y junto con la policí­a actuar con severidad para hacer cumplir lo legislado y lograr que impere el orden.

Según Morales Hernández, se realizará una nueva revisión técnica que conlleva establecer una matrí­cula distinta a la actual. En este operativo saldrán a relucir, con seguridad, los coches ilegales, que serán sometidos a   un proceso jurí­dico y, en dependencia del caso, serán sancionados por actividad económica ilí­cita, violar la ley tributaria, someter a peligro a los ciudadanos transportados o no estar habilitados sus conductores.

Cuando se detecte que por su conducta peligra la vida de los pasajeros, los infractores podrán ser sancionados entre uno y tres años de privación de libertad, además del decomiso del medio de transportación.

En estos momentos vivimos en lucha perenne contra las ilegalidades.

Es tiempo ya de que los transportistas de vehí­culos de tracción animal acaten las leyes y cumplan lo establecido. (Como todos y cada uno de los choferes y pobladores). Por el bien de la urbe, su ordenamiento, higiene, limpieza y tranquilidad ciudadana.

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