La zafra del honor

Un nuevo plan de producción de azúcar asumieron los trabajadores villaclareños, ajustado a las complejas realidades. 

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Narciso Fernández Ramí­rez
Narciso Fernández Ramí­rez
@narfernandez
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24 Marzo 2018

Villa Clara fue la que más azúcar produjo en la zafra anterior, lo que le ratificó la condición de provincia más azucarera de Cuba, un blasón que sus trabajadores llevan con orgullo.

Ilustración de Martirena sobre zafra
(Ilustración: Martirena)

Sin embargo, esta contienda ha estado marcada por las contingencias del clima y otros factores de í­ndole objetivo: la sequí­a intensa de los primeros seis meses del 2017, el paso devastador de «Irma » y las lluvias de los meses sucesivos, los que provocaron la arrancada tardí­a de muchos de los centrales y una significativa merma del rendimiento fabril.

Tales razones llevaron a definir un nuevo plan de producción de azúcar, ajustado a esas complejas realidades. Una decisión adoptada nacionalmente a finales del mes de febrero, y que se puso en práctica con el objetivo de aminorar las afectaciones económicas al paí­s y a los trabajadores de un sector que ha dado sobradas pruebas de entrega y sacrificio.

Ahora en el territorio muelen los nueve ingenios planificados, pero solo pudieron arrancar en tiempo, durante la llamada zafra chica, el «Carlos Baliño », «Panchito Gómez Toro » y «Quintí­n Banderas », y, aun así­, poco fue su aprovechamiento en los últimos dí­as de diciembre. Incluso, el central encrucijadense Perucho Figueredo apenas ha echado a andar sus máquinas el pasado 16 de marzo.
Para los agroazucareros villaclareños el nuevo plan les exige producir 136 000 toneladas de azúcar, unas 47 000 menos que las previstas al inicio. Una meta productiva posible de cumplir, pero que requerirá tensar todas las fuerzas, y apelar en cada lugar al honor y al orgullo que siempre les ha caracterizado.

Realmente se está bastante distante del objetivo propuesto, pues se marcha al 35 %, pero si cada central muele al 63 % de su norma potencial y se alcanza un rendimiento del 8,57, discreto por cierto, esa cifra resulta factible de alcanzar para el 15 de mayo, fecha prevista para cumplir el compromiso.

En estos momentos se impone en todos los colectivos un análisis profundo para ver cuánto mejor pudiera trabajarse. Por solo citar un ejemplo, es preciso llamar a la reflexión a los operadores de combinadas Case, pues a los basculadores de los centrales está llegando demasiada tierra, lo que ha provocado más del 30 % del tiempo industrial perdido.

Y aunque la primera quincena del mes no ha sido buena, existe el optimismo y la convicción de que a partir de estos dí­as finales de marzo, el panorama comience a cambiar y se empiecen a despejar los incumplimientos. Experiencia, calidad humana y sentido del compromiso son atributos de los cuales han dado suficientes muestras los agroazucareros del patio.

Fidel, en la Plaza de la Revolución Ernesto Che Guevara, en aquella histórica concentración popular del 30 de septiembre de 1996, reconoció que a Villa Clara se le solí­a poner metas duras «por su fama histórica de hacer funcionar sus centrales como un reloj ».

Y más adelante, en el propio discurso, reafirmó la convicción de que los villaclareños sabrí­amos cumplir con el deber y «llevar a cabo todo lo que hay que hacer en estos tiempos para alcanzar la victoria ».

Con ese convencimiento se trabajará para hacer de esta contienda la zafra del compromiso, la zafra del honor.

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