Infierno en la torre

La búsqueda de alternativas para suplir el déficit de mantas impermeabilizantes, aliviarí­a la situación de edificios multifamiliares de Santa Clara aquejados de filtraciones. 

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Idalia Vázquez Zerquera
Idalia Vázquez Zerquera
@IdaliaVzquez
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23 Junio 2018

Para los residentes en los apartamentos de la última planta de edificios multifamiliares, las lluvias dejadas por la tormenta subtropical Alberto, vinieron a agravar el mal estado de las mantas impermeabilizantes, afectadas ya por los fuertes vientos del huracán Irma.

Un verdadero infierno en la torre vivieron por estos dí­as sus inquilinos, cuando las aguas comenzaron a correr por paredes, interruptores y lámparas, con el peligro de un corte eléctrico.

Ilustración de Martirena
(Ilustración: Martirena)

Con urgencia tuvieron que poner a salvo muebles y otros bienes, y  ubicar cubos y palanganas en las innumerables goteras, a fin de evitar un mayor deterioro de los apartamentos.

Reponer las mantas serí­a la salida definitiva, pero según alegan   directivos de Vivienda, la provincia no dispone de ellas para responder a tantas afectaciones.

Santa Clara municipio al cual me circunscribo cuenta con 965 edificios multifamiliares; de ellos, 200 están afectados. Tras el paso de «Irma », solo alrededor de cuatro   recibieron los beneficios de la impermeabilización.

El resto como el 23 y 26 del reparto Santa Catalina, los de la comunidad La Granjita en la Carretera a Camajuaní­, y el conocido como el Gran Bloque, en Virginia sigue a la espera de que aparezcan las mantas. Y aunque los perjudicados se encuentran en la nómina de los afectados por «Irma », no reciben igual tratamiento que una casa particular.

En este caso, a través de las ví­as establecidas, el titular tiene la oportunidad de pagar   al contado, acogerse a un crédito bancario o recibir un subsidio para adquirir los materiales de construcción y reparar su vivienda.

Si se trata de un edificio multifamiliar, donde el techo es colectivo, resulta indispensable contar con una cuenta bancaria   incrementada con los fondos aportados por los propios vecinos, a fin de asumir la reparación de cubiertas, redes hidrosanitarias o una rehabilitación integral.

Entonces, ante la mala calidad de las terminaciones, ¿qué hacer cuando Vivienda no tiene mantas disponibles para solucionar   el problema en inmuebles con más de 30 años de uso y otros recién estrenados aquejados de similar mal?

Las preocupaciones se acrecientan ahora, cuando los meteorólogos anuncian un año lluvioso y una temporada ciclónica más activa que lo normal.

Sin embargo, a pesar de la difí­cil coyuntura económica que atraviesa la nación, el cúmulo de problemas asociados a derrumbes parciales y totales tema que el paí­s prioriza, y los esfuerzos por llegar a todos, ante el déficit de mantas se impone la búsqueda de alternativas para aliviar uno de los problemas que afectan a la población.

Como los mencionados edificios e innumerables viviendas fueron erigidos con tipologí­as que requieren de impermeables u otras variantes que eviten filtraciones al contar con cubiertas de losas spiroll, viguetas y tabletas, u otros componentes prefabricados del sistema Sandino, habrá que apelar a innovaciones   para aliviar las dificultades de los vecinos de pisos superiores y de esos hogares que con las lluvias han multiplicado las filtraciones.

Se requiere actuar con mayor rapidez y buscar soluciones viables para poner fin a los problemas dejados por «Irma » y la más reciente tormenta subtropical Alberto, a fin de evitar el incremento de damnificados por eventos climáticos que, según vaticinios, van a continuar.  

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