Hablemos de economí­a

Adentrase en los temas económicos también puede ser un asunto a debatir entre la población cubana.

Compartir

Osmaira González Consuegra
Osmaira González Consuegra
@oglezc
5706
03 Abril 2019

Dicen que los cubanos somos expertos en béisbol y meteorologí­a, pero ya es hora de que también nos adentremos en los temas económicos, asunto que no incumbe solamente a los especialistas.

La economí­a, al igual que la polí­tica, tiene mucho que ver con el bienestar de la gente y el desempeño de los gobiernos y del sector privado.

Sin embargo, nos han vendido la idea de que solo puede ser tratada por sesudos académicos y el resto de los ciudadanos apenas quedan como espectadores de esos encarnizados debates entre economistas de distintas escuelas.

Ilustración de Martirena
(Ilustración: Martirena)

No se puede negar que el tema es muy complicado. Se compone de términos e indicadores difí­ciles de entender y explicar. Para comenzar, vale definir las herramientas que permiten evaluar la actividad empresarial. Pero antes cabe preguntarse, ¿qué es una actividad empresarial?

Según los especialistas, se trata de una organización económica, financiera, organizativa y contractual autónoma, creada para la dirección técnica, económica y comercial de los procesos de elaboración de productos y/o servicios, los cuales deberán lograrse con la mayor eficiencia económica. Se subordina directamente a un órgano superior de dirección empresarial o al órgano u organismo que se determine.

Existen varios ejemplos de actividades empresariales. Podemos citar las empresas nacionales, agropecuarias, de transporte, servicios, comercio, fábricas, hoteles, talleres, unidades económicas de base, cooperativas de producción agropecuaria, unidades básicas de producción cooperativa, restaurantes, cafeterí­as, tiendas y bodegas, farmacias, ópticas, panaderí­as y dulcerí­as, zapaterí­as, entre otros.

Ahora bien, para evaluar los indicadores de la actividad empresarial hay que tener presente que existe un plan, para conocer su ejecución deben compararse los resultados reales con los planificados. En este sentido, los indicadores más importantes son: producción de bienes y servicios, valor agregado bruto, ventas, costo de producción, costo por peso de ingresos, salarios totales, salario medio, salario por peso de ingreso y productividad del trabajo.

Existen fórmulas matemáticas especí­ficas para calcular el cumplimiento de cada indicador. No es mi intención desglosarlas aquí­, aunque sí­ vale advertir que entre todos ellos, el de más visibilidad para quien labora es la productividad del trabajo, que representa el nuevo valor creado como promedio por los trabajadores en un perí­odo de tiempo determinado, ya sea un mes, un trimestre o un año.

La forma de calcularlo es dividiendo el valor agregado bruto entre el promedio de trabajadores. Resulta importante precisar que la productividad del trabajo debe crecer más aceleradamente que el salario medio.

¿Cómo lograrlo en la empresa estatal socialista? ¡Eh ahí­ el pollo del arroz con pollo! Seamos cada vez más productivos y al mismo tiempo estaremos garantizando el incremento de salario del que tanto se habla y necesitamos. Por cuestión de espacio ahora solo me referiré a estos acápites. Espero que sea un incentivo para que los cubanos también hablemos de economí­a.  

Comentar