Rodilla en tierra

La agricultura de Villa Clara deberá sobreponerse a las dificultades y trabajar para asegurar la alimentación que el pueblo espera.

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Narciso Fernández Ramí­rez
Narciso Fernández Ramí­rez
@narfernandez
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23 Febrero 2020

La agricultura en Villa Clara tuvo en el 2019 un año sumamente complejo, y   a pesar de los esfuerzos no pudo satisfacer las necesidades de la población. Este 2020 tampoco lo tendrá fácil, con el recrudecimiento del bloqueo y los efectos adversos de cambio climático.

Pero detrás de cada dificultad existe una oportunidad. A esa cualidad innata del hombre de enfrentarse a los problemas habrá que apelar para salir adelante, echando rodilla en tierra y dispuestos a salir adelante.

(Ilustración: Martirena)

El renombrado cientí­fico Sergio Rodrí­guez Morales, director del Instituto Nacional de Investigaciones de Viandas Tropicales (INIVIT), de Santo Domingo, afirma con justeza que trabajar hoy en el campo merece una medalla de oro.

Por eso, quien labore la tierra y se gane el sustento con su sudor, lo considera un campeón de la consagración y la voluntad de echar adelante el paí­s: «Son unos campeones y hay que respetarlos. No podemos olvidar que la producción de alimentos es un problema de seguridad nacional ».

Habrá entonces que organizar con más eficiencia cada uno de los procesos y un aprovechamiento óptimo de los suelos y los insumos que puedan facilitarse para cada actividad.

Aplicar la ciencia y la técnica se torna en un imperativo. Sin semillas de calidad, no habrá una buena cosecha y todaví­a el 32 % de la simiente que se utilizó en el 2019 no estuvo certificada. Si queremos tener más comida habrá que superar el 59 % de las áreas de viandas sembradas con semillas certificadas; el 53 % de los frutales; el 73 % de las hortalizas y el 76 % de los granos.

Al productor hay que garantizarle variedades de alto potencial genético. En ese sentido, los centros cientí­ficos del territorio, como el Instituto de Biotecnologí­a de las Plantas (IBP) y el INIVIT   desempeñan un rol decisivo.

Todaví­a en Villa Clara se anda distante de las 30 libras mensuales de viandas y hortalizas por cada habitante, y aunque diciembre cerró con un promedio de 22,7 libras per cápita existen desproporciones en los municipios.  Enero tuvo un comportamiento muy por debajo, para lo cual basta asomarse a cualquiera de nuestras placitas y mercados.

Solo ahora, con la llegada de la papa, habrá cierto respiro alimentario, pero no basta. Hay que sembrar más yuca, boniato, malanga, cultivos de ciclo corto; en fin, más comida.

La producción de carne de cerdo tuvo altibajos en el 2019 con un primer semestre malo y un segundo de evidente recuperación. El 2020 inició con un alto adeudo de toneladas de pienso, pero con una avanzada de productores que buscan alternativas con la siembra de plantas proteicas y otros alimentos, con el municipio de Placetas a la vanguardia.

Y si bien el pasado año hubo récord de producción de leche, sobrepasándose los 58 millones de litros y por vez primera dos Cooperativas de Crédito y Servicios (CCS) llegaron al millón de litros: la «Pedro Lantigua », de Corralillo, y la «Filiberto González », de Sagua la Grande, todaví­a la ganaderí­a tiene mucho por hacer, tanto en la mejora genética del rebaño, como en la siembra de alimentos proteicos.

Habrá que seguir perfeccionando el ordenamiento de la tierra y el control de su uso y explotación y también insistir en la contratación y comercialización, pues se escapa mucha comida hacia otros destinos. Tampoco deberá faltar una mejor fiscalización de los recursos y un enfrentamiento más eficaz a las manifestaciones de delito y desví­o de recursos.

Afirmó el delegado provincial de la Agricultura, ingeniero Héctor Luis Torna Martí­nez: «En el 2019 se hizo un gran esfuerzo, pero no pudimos satisfacer las necesidades, este 2020 se muestra más complicado, pero el pueblo espera por nosotros ».  

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