Ya nos hemos habituado al uso el nasobuco. También se hace normal ver pomos con soluciones cloradas a la entrada de las viviendas, establecimientos comerciales o cualquier centro laboral.
Mas, no basta. Todavía pululan en la calle personas que llevan el nasobuco colgado del cuello porque se lo bajan para fumar, comer o simplemente conversar. Otros lo llevan en las manos hasta sirviendo de abanico o pañuelo.
Lo mismo podemos verlo en unidades del comercio, como las bodegas y placitas. Igual ocurre en hospitales y otros centros de salud. Estas actitudes son incorrectas. Para quienes así proceden va un llamado de alerta.
Nada ganamos con llevar el nasobuco y utilizarlo mal. Tampoco es bueno pasarnos todo el día con el mismo, sin cambiarlo. Su empleo forma parte de las medidas orientadas para prevenir el contagio del nuevo coronavirus, pero realmente algunos no están haciendo un uso correcto de ese accesorio concebido para garantizar protección respiratoria y evitar la propagación de la Covid-19.Ante todo amerita saber que esta máscara permite la contención de microorganismos incluidos en las microgotas de flí¼gge (partículas diminutas expelidas al hablar, toser, estornudar y respirar), y su vida útil para que sea segura y efectiva su función protectora es de unas tres horas, según detalla un material educativo emitido por el Ministerio de Salud Pública (Minsap).
Los profesionales aclaran que la mascarilla solo no basta en la prevención, pues su uso logra ser eficaz si se combina con el lavado periódico y correcto de las manos, así como su desinfección a base de hipoclorito y otras sustancias, como el gel antiséptico; además de la limpieza frecuente de pasamanos de escaleras, llavines de puertas, teléfonos y otras superficies.
Además, orientan que las manos deben ser lavadas antes de colocarlo y después de hacerlo, evitar tocarlo. Para retirarlo debe hacerse por detrás y se recomienda desecharlo e higienizarse nuevamente las manos; pero en caso de que sea de tela, entonces se remoja en agua jabonosa por unos 15 minutos y se le echa cloro.
Después resulta importante lavarlo fuertemente a mano, y tras enjuagarlo, ponerlo a secar al sol. Por último se plancha a alta temperatura, así podrá desinfectarlo y librarlo de cualquier secreción que se haya adherido al tejido. La población también debe procurar evitar los saludos de mano, los besos o abrazos, fundamentalmente con aquellas personas que presentan signos y síntomas respiratorios, taparse la boca y la nariz con el ángulo del codo al toser o estornudar, abstenerse de concurrir a lugares donde existan aglomeraciones de público y, lo más fundamental, acudir al médico más cercano si tiene contacto con algún enfermo o presenta determinado problema respiratorio.
Otra medida de protección es velar por la limpieza de los locales que expenden algún servicio. En este sentido hace falta garantizar el agua potable para el lavado permanente de las manos y la higienización de las superficies, ya sea en los baños o las áreas comunes. Por ejemplo, donde se manipula el dinero se deben utilizar guantes. Digamos en las panaderías el producto debe expenderse con pinzas.
Ante la pandemia que nos amenaza hagamos un uso correcto del nasobuco y, además, cumplamos con las medidas de protección.