Tomarle el pulso a la bancarización

Cuba apuesta por la bancarización. Empeño que tomó fuerza legal luego de que se publicara, en la Gaceta Oficial de la República, la Resolución 111 del Banco Central de Cuba (BCC), a fin de incrementar las operaciones financieras a través de los canales de pago electrónicos, dinamizar las finanzas de los actores económicos y su vínculo con la población, y encauzar todo lo que con anterioridad se había hecho de manera dispersa.

Apenas se cumplen seis meses de dar continuidad al proceso iniciado, mucho antes, con la incorporación de los cajeros automáticos, tarjetas magnéticas y el servicio de conectividad POS IP, y la provincia exhibe resultados positivos.

Según datos aportados por Alejandro Céspedes de Villegas, jefe del Departamento de Banca Electrónica, de la Dirección Provincial del Banco Popular de Ahorro (BPA), hasta la fecha se avanza en la conciliación entre la Oficina Nacional de la Administración Tributaria (ONAT) y el Banco, la ONAT y el Registro Central Comercial, y esta última y el Ministerio del Trabajo, en comparación con etapas anteriores.

Sobre la cuenta bancaria fiscal que, de acuerdo con la Resolución, las personas naturales y jurídicas deben tener activada e involucra a todos los actores de la economía —empresas, mipymes y trabajadores por cuenta propia (TCP) que ofrecen servicios y productos— para recibir los cobros y pagos en el ejercicio de sus funciones, el especialista expresó que con anterioridad las sucursales contaban con cuentas corrientes abiertas; sin embargo, no todos los titulares habían concluido la contratación de la cuenta bancaria fiscal.

Con la bancarización, el BPA ha procedido a la recontratación de entidades ya contratadas, con el propósito de definir sus obligaciones, acordar la fecha para hacer los depósitos, activar el código QR, y recibir asesoramiento sobre sus deberes con el Banco, y de incurrir en incumplimientos, aplicar las medidas establecidas que, según el caso, pueden llegar hasta la suspensión de los servicios bancarios.

En cuanto a los actores económicos que residen en comunidades lejanas y se les dificulta acudir a la sucursal bancaria más cercanas, estos son visitados por especialistas del BPA. De igual forma, promueven ferias tecnológicas y comerciales en lugares públicos, para que los clientes puedan acceder a los servicios y reciban orientación sobre los temas que tienen que ver con la Resolución 111.

Durante esta primera etapa de la bancarización, se observa una disminución de la extracción de efectivo de las cuentas corrientes por parte de los actores económicos, a raíz de lo dispuesto en dicha Resolución, al realizarse la compra de insumos por los diferentes medios de pago. Las extracciones ejecutadas por la vía tradicional deberán estar bien justificadas, como en el caso de los trabajadores recién contratados, que todavía no cuentan con tarjeta magnética para el pago del salario.

Como parte del proceso iniciado en agosto del 2023, el BPA avanza en la domiciliación de las nóminas de los actores económicos, con más de 150 entidades hasta la fecha, a las que se han incorporado, en los primeros meses del año, más empresas estatales, mipymes, proyectos de desarrollo local y TCP con trabajadores fijos contratados.

El BPA ofrece, además, el servicio de banca remota a personas jurídicas. Ello les permite hacer transferencias desde la cuenta bancaria fiscal, consultar su estado, acreditar la nómina de los trabajadores desde su residencia, computadora o móvil personal, sin presentarse en el banco, y solo acudirán para depositar lo recaudado de su labor diaria.

Aun cuando la Resolución 111 establece que los actores económicos deben contar con los mecanismos establecidos para que los clientes puedan escoger el medio con que desean realizar los pagos —ya sea en efectivo o por los canales de pago electrónico—, todavía no todos disponen del código QR activado, que pueden solicitar mediante un contrato digital desde su teléfono móvil.

El jefe del Departamento de Banca Electrónica de la Dirección Provincial del Banco Popular del BPA expresó que en ocasiones la tramitación demora, ante la cantidad de solicitudes que recibe la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (Etecsa), encargada de validar los datos del cliente, para que este último pueda recibir los pagos.

Puede darse el caso de que el cliente, al llenar el formulario, en lugar de poner el número de la cuenta corriente, sitúe el de la tarjeta magnética, lo que obliga a invalidar el proceso. Luego, Etecsa se encarga de realizar una preforma de contrato y enviarla por correo al cliente, que recibe las credenciales en el Bulevar Mi Transfer para monitorear los pagos a tiempo real.

El proceso para activar el código QR puede demorar hasta un mes; no obstante, existe cierta morosidad en algunos actores económicos para su solicitud, si tenemos en cuenta que han pasado seis meses desde la puesta en marcha de la Resolución.

El código QR facilita la venta de productos y servicios, aligera el bolsillo de las personas al realizar el pago por transferencia y evita, a quien ofrece el servicio, acudir al banco a depositar. También, el usuario recibe una bonificación de un 6 % por usar las plataformas de pago en línea.

Sobre la extensión del uso del servicio de POS IP, en estos momentos el BPA procede al cambio de los equipos analógicos por la nueva tecnología en las sucursales. Sin embargo, actualmente el país no cuenta con disponibilidad suficiente para satisfacer su demanda dentro del sistema bancario y los nuevos actores de la economía. No obstante, las aspiraciones futuras apuntan hacia ese objetivo, al facilitar la comercialización de productos y servicios.

Sobre el pago electrónico y su impacto en Villa Clara, Céspedes de Villegas destacó que estos tienden a crecer; en especial, las transferencias en el sector no estatal, así como el incremento de las operaciones del servicio de caja extra y de los corresponsales no bancarios —entidades que ofrecen el servicio de extracción de efectivo a personas naturales— en bodegas u otras unidades comerciales autorizadas con disponibilidad de dinero, sin acudir a un cajero automático.

El Grupo Temporal de Trabajo del Gobierno en Villa Clara, inmerso en el proceso de bancarización, además de impulsar la tarea, monitorea las entidades que se niegan a prestar el servicio de Caja Extra o el pago en línea por el código QR, al alegar, en algunos casos, que no funciona o no lo han activado. También, hay quienes cobran de más si el cliente decide pagar por esta vía. En tanto, otros se niegan a aceptar billetes de baja denominación. En estos casos, se impone la aplicación de multas y otras medidas correctivas.

La bancarización tiene el propósito de que los cobros y pagos se realicen de forma digital, sin necesidad de utilizar el cajero automático, pero todavía requiere de muchas condiciones para ofrecer más seguridad a las plataformas y acortar los tiempos de pago.

A seis meses de un comienzo, se impone, además, continuar la educación financiera de la población, que permita a los usuarios y  personas naturales acceder a los pagos y consultas, pues actualmente el 80 % de las operaciones que prestan las sucursales del BPA se pueden realizar por los canales de pago electrónico (Transfermóvil y Enzona), como transferencias, consulta del saldo, últimas operaciones, pago de servicios, entre otras prestaciones que facilitan el día a día de los villaclareños.