Siempre solidarios

 La solidaridad del pueblo y la respuesta rápida de los organismos implicados se impusieron nuevamente para aliviar la situación de las familias villaclareñas durante la emergencia energética viviva por Cuba.

Compartir

Ilustración de Alfredo Martirena sobre la solidaridad durante la emergencia eléctrica en Cuba.
(Ilustración: Alfredo Martirena)
Idalia Vázquez Zerquera
Idalia Vázquez Zerquera
@IdaliaVzquez
407
22 Octubre 2024

No hay evento meteorológico o situación energética que pueda mellar el espíritu de solidaridad de un pueblo. En estos días complejos pudimos ver la ayuda entre vecinos y el trabajo de muchos para garantizar los servicios vitales a la población.

Un ejemplo de ello lo constituyó la respuesta rápida del sector del Comercio y la Gastronomía al acercar a los barrios alimentos elaborados, y así aliviar a las familias con la venta, a precios módicos, de más de 150 000 raciones en solo 72 horas. Estas muestras de altruismo caracterizan a los villaclareños.

El espíritu solidario se multiplica por estos días entre los cubanos ante la prolongada ausencia del servicio eléctrico, como consecuencia de la desconexión del Sistema Eléctrico Nacional y su paulatina recuperación.

Cuenta mi vecina Magalys, una anciana que vive sola, que en las últimas jornadas no le ha faltado el plato de comida, gracias a la generosidad de sus coterráneos.

Y si de ausencia del agua se trata, por interrupciones en el servicio del Acueducto, muchos han brindado la de los pozos existentes en sus viviendas, y así, entre todos, aliviar las actuales tensiones.

Otros, con plantas eléctricas, facilitan desde su casa la carga de celulares a los vecinos, indispensable para estar informados y mantener la comunicación con familiares y amigos.

En las bodegas se mantiene el personal, a la espera de que lleguen el pan, la leche y otros productos de primera necesidad, para proceder a su inmediata distribución.  

En Villa Clara son incontables los ejemplos de solidaridad entre vecinos, entre ellos, cuando ante el paso de un evento meteorológico, muchos acogen a familiares y amigos que viven en zonas propensas a inundaciones, para proteger sus vidas y poner a buen recaudo los bienes personales. 

También, ante los destrozos ocasionados por ciclones en distintas provincias cubanas, no ha faltado la donación de prendas de vestir, medicamentos, productos de aseo y otros artículos de primera necesidad, procedentes de organizaciones de masas, centros de trabajo y los nuevos actores de la economía, así como de productores del sector cooperativo y campesino, con el aporte de alimentos y otros insumos a hospitales, hogares de ancianos, maternos, casas de abuelos y escuelas, siempre dispuestos a colaborar.

En Villa Clara, resulta habitual el apoyo de los linieros a los territorios donde el sistema colapsó por la caída de postes y del tendido eléctrico, como consecuencia de los fuertes vientos que acompañan a ciclones; sin importarles estar lejos de la familia por tiempo indefinido, parten con la técnica a ofrecer su ayuda solidaria para devolver el servicio en el menor tiempo posible.

Y si de solidaridad se trata, otros sectores, como el de las Comunicaciones, el Agropecuario, Forestal y Tabacalero, y el de la Construcción, acompañados de los eléctricos, nuevamente volverán a escribir páginas de heroísmo en el oriente cubano, para resarcir los daños causados por la tormenta tropical Oscar a su paso por ese territorio. Los convoca el deber y la esencia solidaria de todo un pueblo.

Comentar