
Contar con normativas que regulen y protejan a los obreros contribuye a lograr adecuadas relaciones laborales. El conocimiento de deberes, derechos o garantías aporta a empleadores y trabajadores la claridad necesaria para actuar en determinadas situaciones, así como para optar siempre por la responsabilidad, el compromiso y la calidad en entornos armoniosos y seguros.
A poco más de diez años de la entrada en vigor del Código de Trabajo vigente, se renovará esta norma, con el fin de ajustarla a las transformaciones ocurridas en el país, entre las que destacan la nueva Constitución de la República, la actualización del modelo económico, el reconocimiento de las distintas formas de propiedad y gestión, el programa nacional para el adelanto de las mujeres, y la política integral de niñez, adolescencias y juventudes.
Se trata de una propuesta que también aboga por la igualdad y la no discriminación; sin embargo, incorpora aspectos novedosos, conceptos y principios atemperados a la Cuba de hoy. Definido como el proceso político más importante del movimiento obrero en 2025, la elaboración, discusión y aprobación de la norma jurídica asume, entre sus mayores fortalezas, la participación activa de todos los trabajadores —independientemente del sector al que pertenezcan— en reuniones de consulta.
Cada colectivo tendrá la oportunidad de aportar y expresar criterios. Una vez que se reciba el documento, resulta imprescindible que todos lo lean y se preparen, pues el análisis consciente favorece un debate sustancioso. Con las propuestas de adición, eliminación o modificación al contenido del anteproyecto, se enriquece el Código que regirá y orientará a la masa obrera cubana.
Desde el 8 de septiembre hasta el 30 de noviembre, se efectuarán en el país dichas reuniones de consulta, previas a la aprobación parlamentaria. Nuestra provincia se alista para más de 3000 de estos espacios, que reunirán a más de 163 000 trabajadores —afiliados o no a la CTC—, según Maglin del Sol Martínez nez, secretaria general de la organización en Villa Clara.
La dirigente sindical hizo alusión a conceptos de la carta magna como el trabajo digno. Asimismo, calificó de inclusivo el anteproyecto del Código, que abarca la no discriminación, se basa en la situación demográfica, y reconoce al sector no estatal desde el marco legal de las políticas laborales y sociales.
Según Del Sol Martínez, en la sapiencia colectiva radicarán las principales modificaciones. Con 13 asambleas piloto —una por municipio— arrancará el proceso el 8 de septiembre, y en todos los consejos populares se incluirá en el debate a los trabajadores por cuenta propia. Juristas y especialistas de Trabajo y Seguridad Social se encuentran disponibles para ofrecer asesoría en las discusiones.
Entre las novedades del anteproyecto sobresale la autorización especial a adolescentes de 15 a 17 años para incorporarse al empleo en casos excepcionales. Se considera trabajador autónomo aquel que no se subordina a otro empleador y no contrata otros trabajadores subordinados. De igual modo, se introducen los términos desconexión digital, pluriactividad y capacidad demostrada.
El documento también concede prioridades en el empleo a mujeres, jóvenes o personas en situación de vulnerabilidad y discapacidad. Modalidades con reciente auge, como el trabajo a distancia y el teletrabajo, aparecen en las temáticas, así como aspectos relacionados con los recién graduados y sus organismos asesores, cuestiones del sistema salarial y el derecho a la licencia no retribuida para el cuidado de familiares en condición de dependencia.
Se espera la llegada del tabloide este 1.º de septiembre. A partir de ese momento, corresponde socializarlo, utilizar las vías digitales, proponer, opinar y construir juntos una mejor vida laboral.