Septiembre: el rostro dorado del cáncer infantil

El cáncer infantil es una de las enfermedades más crueles del planeta. Cada septiembre organizaciones internacionales promueven la concientización social sobre este mal.

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Manos y lazo amarillo del concientización del cáncer infantil.
(Foto: Tomada de Internet)
Niurys Castillo Hernández
Niurys Castillo Hernández
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17 Septiembre 2025

El cáncer es una enfermedad que en más de una ocasión ha tocado nuestra puerta. La consternación de ver un final, de saber que existe el último adiós, de encontrarnos ante un mal invisible paraliza, desgarra, enmudece. Durante el proceso, familiares, seres queridos y amigos nos aferramos a todo lo humano y celestial. Para quienes lo sufren el día a día es una lucha que debe terminar en victoria. Detrás del diagnóstico se esconde una reacción extraña. La aceptación ha de ser inmediata, aunque nuestro rostro maquille el peor de los miedos: decir hasta siempre. 

En septiembre, el mundo tiñe de dorado sus días. No por moda ni por celebración, sino por conciencia. Cada espacio vacío es cubierto por un lazo dorado que ondea como símbolo de fortaleza, esperanza y lucha. El noveno mes del año representa a los miles de niños que enfrentan el cáncer con esa valentía que desafía toda lógica natural. Si en batallas ahondamos, ellos son los mejores guerreros.

América Latina, libra en silencio está lucha constante. Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), cada año se diagnostican cerca de 30 000 casos de cáncer infantil en el continente. De ellos, 10 000 niños y adolescentes mueren, no por falta de voluntad, sino por falta de acceso, medicamentos y atención. Mientras en países del primer mundo las tasas de curación superan el 80 %, en nuestra región oscilan entre el 20 % y el 60 %. La diferencia no está en la medicina, sino en la oportunidad. Existen ocasiones en que la desigualdad desgarra más que la enfermedad misma.

En Cuba, el cáncer infantil es una de las principales causas de muerte por enfermedad en menores de 14 años. Datos recientes del Ministerio de Salud Pública y la revista médica especializada SciELO dieron a conocer los tipos de cáncer infantil más frecuentes en el país: leucemias (≈70%), linfomas de Hodgkin y no Hodgkin, tumores del sistema nervioso central, neuroblastoma (común en lactantes, afecta el sistema nervioso simpático), nefroblastoma (tumor de Wilms), retinoblastoma y sarcomas óseos y de partes blandas como el osteosarcoma y el rabdomiosarcoma.

Con un diagnóstico anual aproximado de 300 nuevos casos de cáncer infantil, la Isla cuenta con nueve centros especializados en atención oncohematológica pediátrica. Brindar ayuda integral con equipos interdisciplinarios permite sobrellevar un proceso severo y doloroso para el paciente y su familia. Instituciones como el hospital pediátrico José Luis Miranda, de Villa Clara; el hospital pediátrico William Soler y el Instituto Nacional de Oncología y Radiobiología (INOR), lideran esta lucha, con profesionales que no solo curan, sino que acompañan.

Septiembre fue elegido como el Mes de Concientización del Cáncer Infantil. Símbolo de este movimiento es un pequeño lazo dorado que representa el valor de los niños como un metal precioso que irradia fuerza de mente y espíritu. Campañas globales visualizan la enfermedad. El cáncer infantil no distingue fronteras, pero la atención y los cuidados sí mellan entre sonrisas y lágrimas.

Hablar de cáncer infantil no es fácil. Observar como una pequeña incisión da el grito de ataque a las células dañadas hace flaquear al roble más esbelto del bosque. Cada niño merece una oportunidad, y cada sociedad tiene el deber de brindarle. Septiembre es más que un mes, es un recordatorio de que la vida de un niño vale más que cualquier estadística. Hagamos que la alegría llegue a esos pequeños rostros, que no buscan grandeza, solo quieren ganarle la partida a su enemigo invisible.

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