En 14 ocasiones, cada dos meses, un grupo de hombres y mujeres jóvenes de Villa Clara, han concluido un ciclo de entrenamiento para estar en condiciones de ocupar cargos públicos, en los cuales ponen a prueba su vocación de servir a los demás.
La Escuela Provincial del Partido Carlos Baliño es la encargada de impartir esos cursos de preparación básica para la reserva de cuadros políticos, y hasta el momento han egresado casi 700 estudiantes; la mayoría de ellos ya ocupan responsabilidades.
Esta es una de las soluciones factibles para enfrentar una problemática reiterada, porque, a pesar de la reducción de la plantilla de cuadros en organizaciones, como los CDR y la FMC, en no pocas ocasiones tienen vacantes.
Sin embargo, se requiere rigurosidad en la selección de esa vanguardia que matriculará en estos cursos: debe poseer probada militancia en las filas revolucionarias y, además, cualidades o aptitud para dirigir.
Esta vía de formación ha contribuido a cubrir cargos de dirección en todo el país, pues en los tres últimos años el 80 por ciento de los graduados dirige en las organizaciones políticas y de masas a nivel municipal. En nuestra provincia se ha logrado que lo haga el 84,7 por ciento.
El trienio de funcionamiento de estos cursos rinde frutos, pues aporta experiencias para detectar fallas o aspectos en los cuales deben realizarse cambios para elevar la preparación de los dirigentes de base. También, demuestra que sí existen personas con potencialidades para ocupar cargos de dirección, aunque se desaprovechan en no pocas ocasiones, por no ser integradas organizadamente a una reserva.
A lo largo de la historia de la Revolución ha existido carencia de cuadros, y no han faltado los que en un inicio se negaron por temor a fallar o no tener las condiciones para ello, pero en la práctica, la mayoría ha demostrado poder hacerlo.
En los momentos actuales, los que tradicionalmente ocupaban responsabilidades en diferentes instancias, por razones de edad, salud u otros compromisos laborales, están requeridos de una reserva. Este relevo debe prepararse al lado de los de mayor edad o más experimentados para que dé continuidad al trabajo.
Precisamente, esta preparación de dos meses tiene esa intención, al dotar a los alumnos de conocimientos mínimos necesarios a través de clases y conferencias de dirigentes provinciales, y permitirles el contacto directo con la base, principalmente en el lugar donde se desempeñarán al graduarse.
Quedarán asuntos de formación pendientes en lo teórico y práctico, que en el ejercicio diario de sus funciones aprenderán. Mas, a partir de la matrícula de los diferentes cursos puede afirmarse que existen jóvenes dispuestos a ocupar responsabilidades.
Ya está en marcha la edición 15, que, como las anteriores, se propone seguir perfeccionando el programa de clases para proponer cambios que eleven el nivel de lo que el Che calificó de columna vertebral de la Revolución: el cuadro.