La cerveza fría y otros negocios «calientes»

El aumento desmedido de las importaciones y las ventas a precios muy superiores a los ingresos lícitos de la población contrasta con lo que necesita el país.

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Mónica Sardiña Molina
Mónica Sardiña Molina
@monicasm97
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26 Mayo 2023

«Cerveza fría», se lee en los anuncios que han invadido las fachadas en la ciudad de Santa Clara durante las últimas semanas. Viviendas, cafeterías, restaurantes, puntos de venta —legales o ilegales—, kioscos de mercados agropecuarios y hasta de la Cadena de Tiendas Caribe, venden la bebida, casi siempre entre 130 y 170 pesos.

En los grupos digitales de compraventa bajan las tarifas conforme aumentan las cantidades. Llueven las invitaciones a negociar «por privado» y las garantías de toda la documentación en regla, de un producto comercializado por mipymes en la mayoría de los casos.

Los precios entran sin esfuerzo en la categoría «de lujo», escandalosos hasta para los salarios más altos. Sin embargo, no será la cerveza el detonante de una catarsis, mientras por los mostradores físicos y virtuales desfilen, con similar irracionalidad y amparo legal, maltas, refrescos, confituras, aceite, pollo, harina de trigo, azúcar blanca, jabón, detergente, papel higiénico… en ofertas mayoristas y minoristas. ¡Hasta mipymes con operaciones exitosas de importación están a la venta!

Quiero dejar claro, una vez más, que esta reflexión no pretende demonizar las micro, pequeñas y medianas empresas. Al contrario, celebro su crecimiento como actores económicos necesarios dentro del sistema empresarial cubano, así como el impacto positivo y casi inmediato que muchas han mostrado.

No obstante, urge un llamado al orden, pues tampoco han tardado en concretarse los riesgos asociados a la aprobación centralizada y la falta de control efectivo sobre la actividad de cada uno de estos emprendimientos, el desbalance entre las entidades productoras, prestadoras de servicios y comercializadoras autorizadas a operar; las escasas o nulas valoraciones previas a la constitución de los negocios, como primer antídoto contra el fracaso; la inexistencia de fuentes estables de abastecimiento de materias primas nacionales, y la incapacidad del mercado cambiario para garantizar la convertibilidad del peso cubano y satisfacer la demanda de divisa de un sector con capacidad para importar a través de empresas estatales.

Aunque muchos de los actores económicos recién reconocidos producen con eficiencia, generan valor agregado, logran encadenamientos productivos, sustituyen importaciones, innovan, exportan, cumplen una responsabilidad social y contribuyen al desarrollo, a los ojos del pueblo la mayoría se limita a importar, revender productos y almacenar dinero para comprar, en el mercado negro, la divisa que mantiene el ciclo, con los respectivos perjuicios que ello acarrea sobre la circulación monetaria.

Desde diciembre de 2022, el Departamento de Comercio Exterior, Inversión Extranjera y Cooperación Internacional del Gobierno Provincial alertaba sobre la amplia diferencia entre los contratos de exportación e importación rubricados por mipymes, y entre estos últimos, los más numerosos, no eran materias primas, maquinarias e insumos para producir lo único que se adquiría en el exterior.

En la actualización económica ofrecida a los diputados durante la segunda sesión extraordinaria de la X legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular, el vice primer ministro y titular de Economía y Planificación, Alejandro Gil Fernández, informó el balance desfavorable entre las operaciones de comercio exterior.

Durante los primeros meses de 2023, las exportaciones realizadas por las formas de gestión no estatal alcanzaron un valor de más de cuatro millones de dólares, pero las importaciones rondaron los 270 millones. El 61 % corresponde a las micro, pequeñas y medianas empresas, por 166 millones de dólares.

Gil Fernández anunció que, de seguir a ese ritmo, las compras en el exterior superarían los mil millones de dólares en el transcurso del año, con una tendencia a adquirir productos de bienes finales, más que insumos y materias primas.

El panorama actual contradice, también, la intención gubernamental de estimular una inversión extranjera directa en el sector del Comercio, no para abarrotar las tiendas con marcas foráneas, sino para desarrollar la industria nacional, generar empleos, mejorar las condiciones de vida de los trabajadores y sus familias, y garantizar una oferta de bienes y servicios acorde con la demanda del pueblo.

Por otro lado, queda en entredicho el propósito inicial de las ventas en MLC para abastecer el mercado en CUP con productos de primera necesidad, cuando se alargan cada vez más los ciclos de distribución en los puntos de las tiendas Caribe y de Cimex, y se exhibe aceite y detergente a precios no aptos para salarios o pensiones, incluso, en establecimientos comerciales estatales.

En absoluto aspiro a medidas administrativas que limiten las compras en el exterior y la comercialización en el país. Sí llamo a la conciencia de quienes tienen la responsabilidad de activar los resortes económicos para hacer cumplir el mandato constitucional de regular y controlar el mercado en función de los intereses de la sociedad. En Cuba sigue rigiendo un sistema de economía socialista.

Que no nos ciegue el conformismo, ni las desviaciones en la manera de implementar las medidas tergiversen o echen por tierra transformaciones necesarias.

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Preocupado Colorado

Lunes, 29 Mayo 2023 09:09

Se aprecia la no aplicación de la ley de comunicación social en la censura de comentarios no ofensivos pero que enfocan el asunto desde otro punto de vista. suerte