Sección - Prisma económico
Prisma económico

Fidel economista

A las dimensiones nacional e internacional del pensamiento económico de Fidel, dedicamos esta entrega, a siete años de la partida física del Comandante en Jefe.

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Fidel Castro Ruz en un intercambio con especialistas en el Centro de Estudios de la Economía Mundial, en La Habana.
Fidel Castro Ruz en un intercambio con especialistas en el Centro de Investigaciones de la Economía Mundial, el 13 de julio de 2010. (Foto: Alex Castro)
Mónica Sardiña Molina
Mónica Sardiña Molina
@monicasm97
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27 Noviembre 2023

La cercanía entre el séptimo aniversario de la partida física de Fidel y el día del economista cubano nos invita a proyectar nuestro prisma hacia el pensamiento económico del líder histórico de la Revolución, con reflexiones del Dr. C. Roberto Muñoz González, profesor titular de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Central «Marta Abreu» de Las Villas.

Como rasgo común entre los grandes políticos, el profesor identifica la preocupación por los problemas socioeconómicos de sus respectivos contextos locales e internacionales.

«Los verdaderos líderes, es decir, los líderes del pueblo, como fue el Comandante en Jefe, deben ser portadores de una cultura en la cual la política, la economía, la sociología, la historia y hasta la propia literatura conformen un haz de saberes que les permita dirigir con arte y creatividad, a favor del bienestar común».

Muñoz González entiende la economía como un sistema inmerso en una realidad social; complejo, integrado, diverso; en permanente construcción e interpretación, y mediado por valores, afinidades, intereses e identidades culturales.

Influenciado por los estudios del marxismo originario y otras muchas lecturas, Fidel desarrolló un pensamiento socioeconómico brillante, evidente en su conocido alegato de autodefensa «La historia me absolverá», cuando planteó que el país necesitaba erradicar problemas fundamentales que afectaban al pueblo, como la propiedad y uso de la tierra, la industrialización, el desempleo y sus consecuencias, la vivienda, la educación y la salud.

«Todas esas ideas y otras las hizo realidad luego del triunfo de la Revolución, no sin problemas y contradicciones; pero enfocadas en la búsqueda del bienestar de los cubanos y del resto del mundo. Con su liderazgo, Fidel supo proyectar el desarrollo socioeconómico de carácter socialista, en armónica unidad y entendimiento con el pueblo. Su capacidad estratégica como político creativo y proactivo se puso a prueba al enfrentar disímiles problemas, en medio de amenazas y agresiones provenientes, fundamentalmente, desde el gran septentrión americano».

El académico encuentra la síntesis de la proyección internacional del pensamiento económico de Fidel en el libro La crisis económica y social del mundo, publicado al concluir la presidencia pro tempore del Movimiento de Países No Alineados, en 1983.

«La obra expone su comprensión de los más graves problemas de la economía mundial de entonces, con total vigencia. Aparecen análisis sobre la crisis económica mundial, la deuda externa y su repercusión en los países subdesarrollados, los temas referidos a la industrialización y el desarrollo económico, la situación de la agricultura y los grandes retos asociados a la alimentación, los productos básicos y otros problemas comerciales, la gravedad sobre las cuestiones monetarias y financieras, las empresas transnacionales y la llamada crisis energética en sus determinantes económico-sociales y medioambientales, los temas relacionados con la cooperación entre naciones subdesarrolladas, la calidad de vida, así como el grave problema del armamentismo y sus consecuencias para el desarrollo, la paz y el bienestar de los pueblos.

«Al enfrentar el llamado período especial, puso en evidencia su creatividad y madurez política. Pero también desplegó esa gran capacidad que tenía como economista político para analizar, una vez más, con ingenio, la situación de la economía mundial, los dañinos efectos de la globalización neoliberal para la estabilidad internacional, las contradicciones entre el desarrollo, el medio ambiente, los conflictos y la propia supervivencia de la especie humana. De ahí surgieron los eventos de Globalización y Problemas del Desarrollo, a partir de 1999, que él mismo sugirió.

«En resumen, el pensamiento de Fidel se puede estudiar desde diferentes enfoques disciplinarios, sin olvidar que constituye una totalidad dialéctica. De ese sistema, las ideas económicas forman parte orgánica, y como tal, deben asumirse y explicarse», concluyó.

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