Conocido en toda Cuba por sus emblemáticos laureles, sus calles anchas y su posición geográfica distintiva en el mismo centro del país, Placetas conserva aún páginas relevantes y poco conocidas de su historia.
Este municipio villaclareño cuenta con importantes industrias de interés económico para el país y con interesantes tradiciones culturales.
La esclavitud ha dejado su imponente huella en edificaciones, diferentes generaciones y tradiciones culturales durante varias centurias, conformando así, la identidad del pueblo placeteño.
Siglos atrás, los cuantiosos recursos obtenidos en esta actividad fueron destinados por Don Julián a la construcción de un importante patrimonio azucarero en la región de Zaza, localizada a cuatro kilómetros al este de la ciudad y actualmente enclavada en el batey Benito Juárez.
Dicho conjunto arquitectónico, una muestra del poderío económico de la sacarocracia de la región, estaba conformado por la iglesia, el alambique, la escuela de varones, la enfermería, el ingenio y la casa de la familia. En el mismo sobresalía el barracón de esclavos como símbolo de la opresión y el encierro de los seres humanos empleados para el corte de caña y las labores domésticas.
Además, el municipio acoge al consejo popular de Guaracabulla, territorio que geográficamente contiene al mismo centro de Cuba.
En esta emisión del canal Vanguardia, te proponemos acercarte a las principales características del territorio de Placetas.