Roly, el gran productor de ñame

Todos lo conocen por Roly, aunque se nombra Raidel Garcí­a Dí­az, y ha ganado fama entre los productores camajuanenses por la calidad de sus ñames.

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Raidel García Díaz, Roly, productor de ñame en Camajuaní, Villa Clara
La finca de Roly pertenece a la CCS José Antonio Echevarría, y desde hace tres años la hace producir grandes cantidades de cultivos varios destinados al consumo del pueblo. (Foto: Carlos Rodríguez Torres)
Osmaira González Consuegra
Osmaira González Consuegra
@oglezc
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24 Junio 2019

Su nombre es Raidel Garcí­a Dí­az, pero todos le dicen Roly. Ahora se ha hecho famoso por los grandes ñames que cosecha.

Vive en San Benigno, municipio de Camajuaní­. Su finca pertenece a la CCS José Antonio Echevarrí­a, y desde hace tres años la hace producir grandes cantidades de cultivos varios destinados al consumo del pueblo a través de Acopio en el territorio.

A Roly todos lo conocen en Camajuaní­ por la calidad de sus ñames.  (Foto: Carlos Rodrí­guez Torres)

«Esta es una finca de semilla agámica explica Roly en la que por un contrato con el Instituto de Viandas Tropicales (Inivit) recibo los clones y luego los campesinos camajuanenses pertenecientes al Movimiento Polí­tico Productivo de los 90 vienen a buscar las semillas para sembrarlas en sus respectivas tierras ».

Roly se refiere al grupo de campesinos de Camajuaní­ que se inició en 2016, integrado por 90 productores, en homenaje al 90 cumpleaños del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz.

Él se incorporó después. Comenzó con 11 hectáreas. Hoy ya suma 40. En un terreno que estaba invadido por el marabú ha logrado sembrar, además del codiciado ñame, yuca, boniato, malanga, calabaza, fruta bomba y plátano en sus distintas variantes conocidas como burro, macho y cavendish.

Con estirpe de guajiro, porque nació y creció en el campo, este joven labrador de 48 años sueña en grande. Ya tiene casi aprobada la electrificación para el regadí­o, pues como bien dice: «Solo a golpe de combustible diesel no se puede ». Para ello cuenta con tres estanques de agua que la naturaleza le ayuda a mantener bien abastecidos.

Lo más preocupante para él es la fuerza de trabajo. Cuenta con ocho trabajadores contratados que viven cerca del batey. Además, lo ayuda su cuñado y con él suman diez los que laboran en la inmensa finca.  

«En estos momentos tengo 140 000 montí­culos de ñame, 30 000 cangres de yuca, 4000 matas de plátano burro, 10 000 de cavendich, 100 000 de plátano macho y 60 cordeles de calabaza. Toda la tierra está sembrada ».

En un terreno que estaba invadido por el marabú ha logrado sembrar, además del codiciado ñame, yuca, boniato, malanga, calabaza, fruta bomba y plátano en sus distintas variantes.  (Foto: Carlos Rodrí­guez Torres)

Para un futuro no muy lejano sus semillas tendrán como destino las provincias de Sancti Spí­ritus, Ciego de ívila y Camagí¼ey mediante un convenio de cooperación a través del Inivit.

Y aproximadamente, en octubre, estará la cosecha del ñame que ahora tiene sembrado. Este tubérculo comestible, tiene origen de hace miles de años en ífrica principalmente; su planta es de tipo trepadora y crece en condiciones cálidas. Las tierras de Roly poseen las condiciones apropiadas para su producción.

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