Dos vegueros villaclareños y sus retos

Manicaragua tiene sobre sus hombros el compromiso de alcanzar  el 50 % de la cosecha tabacalera de la provincia.

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Narciso Fernández Ramí­rez
Narciso Fernández Ramí­rez
@narfernandez
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23 Noviembre 2019

En su famosa obra Contrapunteo cubano del azúcar y el tabaco, Fernando Ortiz, reconocido como nuestro tercer descubridor, pondera la laboriosidad de los vegueros criollos, cosechadores del mejor tabaco del mundo. Un merecido reconocimiento a esos hombres humildes que, a lo largo de siglos, pusieron la aromática hoja en lo más alto de la preferencia de los fumadores.


Si bien Pinar del Rí­o sobresale como la provincia cubana que cultiva el mejor tabaco rubio; acá, en Villa Clara, se cuenta con la experiencia de los vegueros del Hoyo de Manicaragua, cuyo tabaco negro es también reconocido a escala internacional.

Semillero de tabaco.
(Foto: Narciso Fernández Ramí­rez)

Precisamente, por tierras manicaragí¼enses inició la actual campaña en el territorio, que acumula más de 30 dí­as de atraso de acuerdo con lo planificado, debido a la entrada tardí­a de insumos como fertilizantes y diésel, lo que llevó a reprogramarla para recuperar los adeudos, y concluir la siembra entre el 15 y 20 de enero del venidero 2020.  

Tan importante resulta la contribución de esos experimentados cosecheros que sus siembras representan el 50 % del total de área contratada en la provincia, con 1003 hectáreas. Igualmente tienen sobre sus hombros la responsabilidad de la mitad de la producción prevista, con 1028 toneladas de la aromática hoja.

Estos desafí­os productivos exigen consagración e integración de esfuerzos y voluntades, en momentos en que Cuba requiere incrementar sus rubros exportables. Por suerte, el territorio cuenta con productores de esa estirpe, tal como pudimos apreciar en la visita a las fincas de Yosbel Vilches Dévora y Gustavo Rodrí­guez Suárez; el primero, experto en sembrar tabaco de sol, y el segundo, amplio conocedor del cultivo tapado.

«Por aquí­ empezó la campaña tabacalera »  

Productor tabacalero Yosbel Vilches.
El productor Yosbel Vilches, en sus bien cuidadas plantaciones de tabaco, las primeras sembradas en Villa Clara en la actual campaña. Los campesinos de Manicaragua tienen una alta responsabilidad con el 50 % de la producción. (Foto: Narciso Fernández Ramí­rez)

Con el orgullo de ser el primer veguero en Villa Clara en iniciar la siembra de la cotizada solanácea en la actual campaña, nos recibe el campesino Yosbel Vilches Dévora.

«Tení­a lista la tierra precisó, pues hay que adelantarse todo lo posible al clima, y el 17 de octubre pasado inicié la siembra de las posturas. Fui el primero de todos en la provincia ».

A Yosbel le corre por sus venas la sangre de varias generaciones de vegueros. Tiene 42 años y desde niño ha estado pegado a una mata de tabaco, oficio que domina cabalmente; aunque reconoce que no se ocupa en lo personal del corte de la hoja, para lo cual se requieren pericia y ser bien largo, como dicen los guajiros.

Tiene planificado plantar unas 15 ha, y ya cuenta con posturas propias, cuidadas y robustas. También, dispone del agua que la planta exige para su crecimiento y está al tanto de las atenciones culturales que el tabaco requiere: «No puedo descuidarme ni un solo dí­a, pues es un cultivo muy delicado. Todo hay que hacerlo a su debido tiempo. Ahí­ está una buena parte del éxito ».

Con tierras ubicadas en La Carranchola, Yosbel le hace dos cortes a su tabaco, y tres si le resulta posible, con el propósito de alcanzar tonelada y media por cada hectárea sembrada. Una cifra superior a la media provincial, estimada para este año en 1,01 t, y que duplica la alcanzada en Villa Clara en la anterior contienda, que no rebasó las 0,77 t.

Vega en Manicaragua.
(Foto: Narciso Fernández Ramí­rez)

Sus cualidades como veguero de ley se descubren   con una sola mirada a su casa de curar tabaco: bien cuidada, ventilada, limpia, y con los cujes apilados para cuando haga falta emplearlos.

Gustavo,   el matemático veguero

Gustavo Rodrí­guez, productor tabacalero de Manicaragua, Villa Clara.
Gustavo Rodrí­guez va por la segunda siembra de semilla de tabaco pregerminado y, convencido de ese método, muestra la profusión de raí­ces de una de sus plántulas, garantí­a de un buen desarrollo y crecimiento futuro. (Foto: Narciso Fernández Ramí­rez)

Ejerció la docencia durante 19 años como profesor de Matemática en el otrora preuniversitario Mártires del Escambray y en otros centros educacionales manicaragí¼enses, pero lleva más de dos décadas de veguero, lapso en que ha demostrado ser   buen cosechero y profesional.

Con 60 años cumplidos, Gustavo Rodrí­guez Suárez tiene un entusiasmo envidiable y la férrea voluntad de impulsar las producciones tabacaleras del territorio. En diálogo con Yudí­ Rodrí­guez Hernández, primera secretaria del Partido en Villa Clara, quien encabezó un recorrido por predios del territorio, le manifestó: «Tenemos el deber de levantar la producción en Manicaragua ».

Gustavo es experto en el tabaco tapado, y en sus naves germinan miles de posturas que luego serán plantadas en sus tierras en Jagí¼ey Bonito, apenas a un kilómetro del poblado cabecera, camino hacia Gí¼iní­a de Miranda y en la de otros productores del municipio.

Para preparar las bandejas, con 150 posturas cada una, Gustavo y sus trabajadores elaboran con esmero el compost que le servirá de nutriente a cada plántula. En su caso, una mezcla de materia orgánica con la cáscara de arroz, previamente convertida en carboncillo, tras un proceso delicado de quema, y pequeñas cantidades de fertilizante: «Esa fórmula nos da buenos resultados y las plantas crecen sanas y con menor riesgo a las enfermedades », explicó.

Tabaco en Manicaragua.
(Foto: Narciso Fernández Ramí­rez)

Capaz de producir 210 000 posturas en cada germinación, Gustavo tiene previsto sembrar cuatro hectáreas de tabaco de la variedad Criollo 2010, de buen crecimiento vegetativo y calidad de sus hojas, y en sus cálculos de buen conocedor de los números, traza la aspiración de superar los 119 quintales obtenidos en la anterior campaña.  

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