Hace rato teníamos una deuda pendiente. A los lectores debíamos un tema sobre nuestro mundo virtual, el de Vanguardia, que existe y se fortalece a medida que el Internet se vuelve en Cuba más que un atractivo, una necesidad.
Son miles los usuarios que acceden a la realidad provincial a través de nuestros espacios digitales. Ya sea en la página web, almacén noticioso, o en las redes sociales, sucursales informativas, los 365 días del año ellos nos visitan, comparten, reaccionan y ofrecen sus criterios.


Pensando en digital, es mucho lo que podemos decir:
Que todos los periodistas mantenemos un espíritu joven, adictos a las últimas novedades del buscador gigante, para posicionar nuestras noticias.
Que todos somos eternos aprendices de técnicas y herramientas online para optimizar e impulsar el alcance de nuestros productos comunicativos.
Que todos, juntos, formamos parte de ese proceso infinito de soñar contenidos frescos, atractivos y variados en formas, apegados a los nuevos hábitos de lectura de una vida ágil y moderna.
El mundo cambia, Cuba cambia y Vanguardia tiene que cambiar. Tanto es así que en la red de redes ya no somos un semanario provincial, sino un diario universal, dependiente de la inmediatez, la transparencia y la construcción colectiva.
No existen restricciones de acceso para ningún internauta del mundo. Somos vistos desde cada rincón de este planeta y nos place decir que ello es posible gracias a un gran equipo multidisciplinario, que se esconde tras las pantallas de las PCs o de los dispositivos móviles.
Ese team es capaz de predecir, a grandes rasgos, que ustedes nos leen, que ustedes nos prefieren, que ustedes son de los tantos jóvenes de espíritu que, como nosotros, están apegados a la informatización de una sociedad que mañana trae algo nuevo que enseñarnos.
Nuestros espacios digitales deben y tienen que estar presentes en nuestro periódico físico. No pueden ser más un mundo distante de la realidad de los villaclareños, sino plataformas de confluencias de opiniones, que derrumben las barreras con nuestros lectores y les hablen aquí y ahora.
