
Muy temprano acudió al Centro de la Danza y el Teatro de la capital provincial. No aspiraba a «volar » como una encumbrada bailarina o interpretar alguna obra en perfecta dramaturgia, pero el vacunatorio allí instalado le proporcionó el placer de ser la primera en recibir a «Abdala » entre las embarazadas del segundo y el tercer trimestres y las puérperas de su área.
Confesó haberse sentido un poco nerviosa al subir las escaleras del sitio. Disciplinadamente cumplió todos los requisitos, y solo el hecho de saber que en breves minutos la vacuna sería parte de su vida alimentaba uno de los tantos sueños de Mariángel Guerra García, la joven de 19 años, estudiante del primer año de Enfermería, que no pudo alcanzar su aspiración cuando la intervención sanitaria llegó para los grupos de riesgo del personal de la Salud porque no contaba con la edad requerida.

Este 29 de julio la vida le regaló a Mariángel el primer aniversario de su pequeña, y como madre clamaba por la urgente llegada de «Abdala », ya que siente que vacunándose ella, la niña también estará protegida.
Mientras aguardaba el tiempo necesario en la sala de observación, declaró que ni siquiera sintió el pinchazo y que desearía incorporarse a las labores del vacunatorio, pero no tiene quién cuide al fruto más preciado de su existencia.
Y recuerda aquellas etapas en que se imaginaba por los caminos de la Medicina, sin importarle ni sacrificios ni los momentos difíciles que supone la profesión.
«Debido al embarazo no pude prepararme para las pruebas de ingreso y opté por la Enfermería como vocación de la que no puedo separarme ».
Entonces recapitula en su tiempo, en ese en que prefería la Pediatría o la Ginecobstetricia, porque «quizás por enfrentar un embarazo tan joven me llamaban la atención aquellos libros que abordaban las cuestiones relacionadas con la infancia y la maternidad ».
Y si de vivencias se trata, recuerda que no fue con sus muñecas, sino con la práctica real que aprendió a ponderar la vida: una vez se curó sus propias manos ante los efectos de una quemadura y ponía todo el amor en la sanación del pie enfermo de su abuela, hasta tener la satisfacción de lograrla.
Parece que el buen tino de combinar el nombre de María con un ángel llegó como un abrazo de luz para la existencia.
Dudas y conjeturas
No son pocas las dudas y aseveraciones, correctas o no, que ha originado el proceso de inmunización. Por ello son válidas las aclaraciones especializadas a las tantas incógnitas vigentes entre la población.
Quienes han padecido la COVID-19, ¿pueden vacunarse con «Abdala »?
Está contraindicada en estos pacientes. El país ya utiliza la «Soberana Plus » para los convalecientes a fin de reforzar su estado inmunológico.

¿Qué debe cumplir la persona antes de someterse al proceso?
En todos los sitios existe personal médico y de enfermería encargado de reducir los eventos adversos si se presentaran; pero la persona no debe negar sus enfermedades, tampoco ocultar si presenta un proceso infeccioso, y requiere tener controlada su presión arterial, por lo que el voluntario también contribuye a la disminución de posibles situaciones asociadas al proceso.
En torno a personas alérgicas a pescados, mariscos y al huevo, ¿existen prohibiciones?
No se tienen referencias al respecto.
Teniendo en cuenta que rige el principio de la voluntariedad, si por decisión personal un ciudadano no recibió la primera dosis, ¿podrá incorporarse a las restantes?
El esquema es suministrar las tres dosis concebidas. De lo contrario. no se garantiza la protección del inmunógeno. Estos casos tendrán que esperar etapas posteriores.
Criterios populares sustentan que este proceso invalida un embarazo posterior. ¿Qué hay de cierto?
Nada real, algo sin fundamento.
Hasta este momento, ¿cuáles han sido los eventos adversos constatados?
El compuesto ha demostrado seguridad, y los registrados son esperados como dolor en el brazo, sensación de calor en el sitio de inyección, determinados malestares, incremento de las cifras de presión arterial, cefaleas, somnolencia y otros que se presentan con frecuencia mínima.
¿Una persona con test de antígeno positivo y PCR negativo puede vacunarse?
Siempre que no tenga los síntomas por los que se le realizó la prueba de tira rápida.
.Quienes estén amparados por certificado médico, ¿pueden recibir el inmunógeno?
El certificado médico, tanto por enfermedades crónicas como agudas, aparece entre los criterios de exclusión en el momento de procederse a la vacuna. Si en la etapa de recuperación que se habilitará para aquellos que por determinadas causas no pudieron incorporarse al proceso ya están exentos del documento médico, podrán someterse, aunque siempre con la valoración del facultativo de acuerdo con las particularidades del caso.
¿La población penal está incluida en los vacunatorios?
En estos casos no.
¿Los que cumplen el Servicio Militar?
Las unidades organizarán su propio proceso.

¿Los pacientes oncológicos se incluyen en el proceso?
Si se encuentran compensados y no están sometidos en este instante a quimioterapia y radioterapia.
¿Existen límites de edades para la vacunación?
A partir de los 19 años hasta la edad que se tenga.
¿Se vacuna por la dirección que aparece en el carné de identidad o por el lugar donde reside la persona?
Por donde viva en la actualidad.
Si una persona no fue incluida en el censo previo, ¿qué debe hacerse?
Recurrir al CDR o al vacunatorio al que pertenece.
Una persona que resida en Camagí¼ey y está temporalmente en Santa Clara, ¿puede vacunarse por aquí?
Si va a permanecer durante el tiempo que abarque las tres dosis es admitido. De lo contrario, no se completa el esquema y ya no es considerada protegida.
¿En el caso de pacientes encamados que no puedan asistir al vacunatorio?
Está contemplado que al final de cada jornada el equipo de Salud se traslade hacia esos domicilios.
¿Cuándo llegará «Abdala » al resto de los municipios villaclareños?
Se incorporarán paulatinamente en dependencia de la situación epidemiológica del territorio.
¿Evita la vacuna el riesgo de enfermar por la COVID-19?
Ninguna vacuna garantiza un 100 % de efectividad, pero sí, el hecho de no transitar hacia formas más graves de la enfermedad e, incluso, a sus consecuencias extremas. No estamos fuera de peligro ante los efectos de la pandemia ni podemos eliminar las medidas sanitarias de protección. Habrá que seguir con el uso del nasobuco, el lavado de las manos, el distanciamiento físico y el resto de las orientaciones emitidas en los protocolos.