
Contar los días de diez en diez, para «cazar » los ciclos de distribución, cuidar una cola durante toda la madrugada, hacer cálculos mentales en tiempo récord para estimar si encontrará lo que necesita en esta vuelta y encarar al implacable mercado negro cuando se vacían los estantes, se ha vuelto rutina para muchos villaclareños.
No persiguen confituras, perfumes, ropa de marca ni lujos prescindibles, sino medicamentos: el tratamiento para la COVID-19 y sus males añadidos, el freno a la infección sobre la piel de un niño, la solución para el resfriado que ya anticipa una neumonía en los pulmones de la abuela, el antídoto para la conspiración de artritis y artrosis sobre un mismo esqueleto, o la posibilidad de compensar una enfermedad crónica cuando parece inverosímil cualquier equilibrio.
De los medicamentos que integran el cuadro básico (CBM) de 2021, el 44 % se comercializa en la red de farmacias y el resto se destina a los centros asistenciales. La crítica situación de desabastecimiento en el país pasa del mostrador a la cama de hospital en viajes de ida y vuelta cuyo fin nadie vislumbra.
Carencias generales
Según Aidily Suárez Montero, jefa comercial de la Empresa de Farmacias y í“pticas de Villa Clara, desde abril de 2019 las tensiones financieras impusieron una reducción de 138 productos del CBM. Durante 2020 y 2021 se ha mantenido la cifra total de 619 fármacos, con una distribución de 272 en farmacias y 347 en unidades asistenciales.
«A raíz de la pandemia, el problema se agudizó en varios grupos farmacológicos, como antibióticos orales y en suspensión, psicofármacos, cremas y ungí¼entos, vitaminas, analgésicos, antipiréticos y antiinflamatorios, lo que se traduce en más de 130 carencias. De los 85 medicamentos controlados, de 20 a 25 se encuentran en falta », precisó.

Los reglones abastecidos distan mucho de la demanda real, y la baja cobertura limita la presencia a un solo producto de cada grupo. Al recaer múltiples enfermedades sobre una misma opción de tratamiento no siempre la más recomendable, se resienten la salud de los pacientes y la oferta.
De acuerdo con Suárez Montero, el plan de producción natural también sufre limitaciones financieras para la importación de materias primas indispensables en cremas y ungí¼entos, champú, y algunos jarabes. Además, los planes de alcohol y azúcar aprobados están por debajo de la demanda, con un abastecimiento del 68 % y el 58 %, respectivamente.
En medio de la crisis sanitaria y económica, a partir de julio de 2021, el Gobierno cubano flexibilizó temporalmente la importación de alimentos, productos de aseo y medicinas por personas naturales, ¡sin carácter comercial!

Lo que días antes resultaba una petición humanitaria casi unánime para aliviar la escasez, pronto se convirtió en un lucrativo negocio, a expensas de las necesidades más sensibles del pueblo. Sin embargo, no todas las reliquias farmacéuticas que disparan a diario la bolsa callejera traen empaques foráneos. Urge eliminar las válvulas de escape en almacenes, farmacias, hospitales y hasta recetas médicas.
Aunque la solución definitiva solo llegará con el restablecimiento de las producciones, el Dr. Orlando ílvarez Núñez, director general de la entidad, apela a la acción conjunta de los gobiernos locales, los departamentos de Asistencia Médica en cada municipio, la red de farmacias y la comunidad para garantizar el tratamiento a quienes más lo necesitan, controlar mejor los recursos y adoptar medidas radicales con los infractores.
«En algunos territorios las ventas están muy bien organizadas, con preferencia para los pacientes de COVID-19 u otras enfermedades agudas. Para evitar aglomeraciones, se prioriza a los activistas, con un espacio para las urgencias asociadas, por ejemplo, a personas encamadas. También existe un rígido control sobre las recetas, de forma tal que solo las emitan los profesionales directamente vinculados a la atención médica en consultorios y áreas de salud », comentó.
Muy distante de lo correcto o deseable, muchos enfermos no acceden a los fármacos por la vía adecuada, llueven las súplicas en Facebook, Telegram y WhatsApp, se tornan más frecuentes las colectas familiares para adquirir de manera informal lo que necesita uno de sus miembros, y hasta los positivos a la COVID-19 han hecho colas en las farmacias.
Tensiones económicas farmacias adentro
Sobre la Empresa Provincial de Farmacia y í“pticas inciden los efectos de una crisis de medicamentos sin precedentes, la crisis económica global y nacional, y la implementación del ordenamiento monetario. Ello obligó a presentar un informe a la Comisión de Evaluación presidida por el Ministro de Economía y Planificación, para solicitar una carta de garantía presupuestaria, según estipula la Resolución 16/2021, del propio ministerio.
En el documento presentado desde el pasado 25 de mayo, Deivis González Escandón, económico de la entidad, refleja el deterioro financiero y las causas que lo motivaron.
Tradicionalmente, la empresa ha mantenido indicadores favorables, que le permitieron acumular utilidades de 6.4 y 6.7 millones de pesos en 2018 y 2019, respectivamente. A pesar del cambio en los indicadores para el pago por resultados, el año anterior alcanzó 1.9 millones de pesos. Mas, producto de las transformaciones económicas implementadas desde el pasado enero, al cierre del primer cuatrimestre de 2021, las pérdidas ascendían a 15.4 millones de pesos.
Entre las causas del deterioro, sobresale el repentino incremento del gasto de salario, que representa el 70 % de las ventas. A diferencia de otras empresas, el 80 % de sus trabajadores vieron incrementarse su sueldo 10 veces, pues en el caso de los dependientes de farmacia, subió de 285 a 2960 pesos. A ello se suma el pago de garantías salariales durante la pandemia de COVID-19.
El incremento del costo de los medicamentos también contribuyó al saldo negativo de las cuentas. En enero representaba el 48 % de las ventas; pero la posterior reducción de los precios a algunos productos del tercer grupo (ni controlados ni complementarios), lo elevó al 55 % al cierre de abril.
Otro aumento preocupante se aprecia en las tarifas de telefonía, electricidad, agua y demás servicios vitales, que crecieron 9.2 veces como promedio. Al mismo tiempo, la empresa aporta el 1 % de los ingresos totales como contribución al desarrollo local.
La producción de medicina natural y tradicional resulta otra línea subsidiada por el presupuesto del Estado, para proteger a la población. En este renglón coexisten, además de los gastos anteriores, el incremento considerable del costo de las materias primas y los bajos precios minoristas. En la relación expuesta en el informe, 79 productos oscilan entre 10 y 90 centavos, y otros 15 varían de $ 1.50 a $ 3.00. Los primeros no resultan comparables ni siquiera con el pan de la bodega.
Para cubrir sus producciones, la empresa necesita 57.4 millones de pesos, y hasta la fecha de presentación del informe solo había recibido 8.1 millón. Por fortuna, ya se le notificó la autorización de las nuevas fichas de costo, por la Dirección Provincial de Finanzas y Precios, lo que debe cubrir las pérdidas asociadas a la medicina natural y tradicional, aunque al cierre de este reportaje aún no había sido aprobado el incremento del presupuesto.
La Empresa Provincial de Farmacias y í“pticas se encuentra en franca desventaja con respecto a otras entidades villaclareñas. Imposibilitada para modificar los precios de los productos que comercializa, dado su impacto social, hace frente al incremento de los costos de los suministradores y prestadores de servicios, y asume el gasto salarial, aun cuando no dispone de financiamiento suficiente para las producciones propias. Habrá que ajustar, entonces, la vara con que se mide.