Yudí Rodríguez Hernández, primera secretaria del Partido, y Alberto López Díaz, gobernador, dejan reinaugurado el Centro Provincial de Cirugía de Mínimo Acceso en el hospital provincial Arnaldo Milián. (Foto: Carlos Rodríguez Torres)
Narciso Fernández Ramírez
@narfernandez
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31 Diciembre 2021
31 Diciembre 2021
hace 2 años
El 2021 tuvo un buen cierre en Villa Cara. El mejor posible, tras 12 meses de duro batallar contra la COVID-19 y de enfrentar un bloqueo recrudecido.
Concluyeron cinco días de feria en Santa Clara, cuyo colofón lo dio el Movimiento Político-Productivo de los 90x90, de Camajuaní, y fueron reinauguradas dos nuevas salas en el Hospital Provincial Arnaldo Milián Castro, como parte de un proceso inversionista que incluyó otras tres, a punto de finalizar, a un costo que superó los 21 millones de pesos.
A esas buenas noticias se sumó la entrega de 152 casas a madres con tres o más hijos, tras una erogación estatal de 50 millones de pesos. Entre las beneficiadas está Yenisey Padilla Costa, una cifuentense madre de tres niños, de 9, 12 y 14 años, que ahora cuenta con una confortable vivienda, adquirida por la modalidad de compra-venta.
Las ferias demostraron que la Revolución es el sueño de hacer posible lo imposible, tal y como afirmara en días recientes el primer secretario del Partido y presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez.
Una utopía primeramente soñada y luego convertida en realidad en los 13 municipios villaclareños, tras un descomunal esfuerzo del Gobierno de la provincia, los presidentes de las asambleas municipales del Poder Popular y sus respectivos intendentes.
Y si bien es cierto que la feria de Santa Clara alcanzó, durante sus cinco días consecutivos, los mayores rangos de satisfacción, en cada municipio se lograron saldos positivos y se le aseguró a la población la apetecida cena de fin de año.
Hubo ventas liberadas nunca antes realizadas de carne de res y de caballo, a razón de tres libras por persona, y se vendió desde antes de las 7:00 a.m. del martes 28 de diciembre hasta bien entrada la tarde-noche.
Con la carne de cerdo pasó algo similar, incluso, no pudo venderse toda la prevista en el recinto ferial Los Pilongos. Y en otros municipios, como Placetas, también el cerdo estuvo abundante.
Tampoco faltó el ron, vino y refrescos, al extremo, cuya venta se mantuvo durante tres días consecutivos en los llamados kioscos redondos del Sandino.
Asimismo, los concurrentes a la feria pudieron adquirir la gustada mayonesa, en distintos formatos; la salsa aderezo, la salsa para pizzas, el cachú, el comino El Potro, el polvo para empanar y otras producciones de la Empresa de Conservas.
Ni hablar de las viandas, hortalizas y vegetales, que no faltaron en la cena del 24 ni faltarán en la del 31 de diciembre.
Otras novedades giraron en torno al asado, por vez primera, de dos toros en las áreas del Sandino y otros en el Somos Jóvenes, el Arco Iris y en el Condado, así como la venta de animales vivos: gallinas, pavos, chivos y carneros; todo, para beneplácito del pueblo.
Hubo, además, venta de pescado y mariscos por Pescavilla y la Empresa Pesquera Industrial de Caibarién, así como pollo por las cadenas Tiendas Caribe y Cimex.
Tampoco faltó la cerveza Manacas, producida por la cervecería de igual nombre.
En lo organizativo no todo quedó perfecto, pero predominaron el orden y la disciplina, con el apoyo de las propias empresas involucradas, las fuerzas del Minibt y los compañeros de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR).
Los resultados fueron altamente favorables y se ajustan a lo expresado por un médico santaclareño, el lunes 27 de diciembre, quien manifestó al salir del mercado Buen Viaje: «Decían que no se podía, pero se pudo ».
Nos esperan nuevas batallas, nuevos retos; pero sabremos estar a la altura de las circunstancias y seguir adelante en una Cuba que vive y renace, y en una Villa Clara con Todos.