En nombre de la vida

El enfrentamiento al SARS-CoV-2 y la aplicación de las vacunas cubanas anti-COVID-19 constituyen retos principales del sistema de Salud en los últimos tiempos. Aun así­ será difí­cil minimizar la pasión desmedida de muchos en favor de la humanidad.

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La vacunación anti-COVID-19 cuenta ya con 1 948 876 dosis aplicadas, el 76,1 % de la población total con terceras dosis, el 81 % con esquema completo y al 3,6 % de los villaclareños ya se les administró la dosis de refuerzo.
La vacunación anti-COVID-19 cuenta ya con 1 948 876 dosis aplicadas, el 76,1 % de la población total con terceras dosis, el 81 % con esquema completo y al 3,6 % de los villaclareños ya se les administró la dosis de refuerzo.(Foto: Archivo de Vanguardia)
Ricardo R. González
Ricardo R. González
@riciber91
1469
04 Enero 2022

Cómo olvidar. Imposible hacerlo a partir de ese dí­a en que un virus extraño nubló los sueños del mundo. Con una fuerza inimaginable llegó a Villa Clara, trató de arrasar como el más poderoso de los huracanes en medio de un panorama lleno de incógnitas que demandó la entrega total del potencial cientí­fico y de tantos que, sin distingo de profesiones y oficios, desafiaron peligros para salvaguardar la existencia.

Perdurarán, por siempre, esas escenas vividas en medio de escalofriantes jornadas: la de aquel médico sometido a las tensiones de la zona roja y que su pequeña le imploraba, a través del móvil, el retorno insistente a casa luego de tantos dí­as sin verlo, el de la enfermera que cumplió su jornada laboral mientras su mamá estaba de cumpleaños sin imaginar que serí­a el último en vida, o la tormenta vivida por el colectivo del Centro Provincial de Electromedicina ante los rompecabezas de la falta de insumos, los cambios necesarios de estrategias y aquel déficit de oxí­geno que apagó la vida de tantos seres queridos.

Portada del libro De Santa Clara a Bakú, Confesiones de un cardiólogo en zona roja, del Dr. Guillermo Pérez Fernández. (Foto: Archivo de Vanguardia)

¿Se podrán olvidar? Será posible minimizar el trabajo del Sistema Integrado de Urgencia Médica (SIUM). Y son solo algunos de los tantos pasajes reales y conmovedores, como el de la pequeña que todaví­a pregunta dónde está su abuelo, porque lo aguarda todos los dí­as, e indaga si alguien lo ha visto por la calle, en la bodega o tomando el solecito mañanero como solí­a hacer; sin embargo, es imperdonable obviar las acciones de los más de 35 000 trabajadores de la Salud en Villa Clara que no se dejaron vencer entre tantas adversidades marcadas, también, por la carencia de medicamentos. Aun así­ encontraron alternativas en la medida de lo posible ante un territorio que habilitó una cifra superior al centenar de centros para el ingreso de casos sospechosos y confirmados de bajo riesgo, en tanto ocho hospitales se reorganizaron a favor de la atención a los pacientes comprometidos.

Como si fuera poco las universidades nuestras tuvieron que cambiar su misión de la noche a la mañana. Las aulas se apropiaron del silencio y dedicaron parte de sus áreas a la temible enfermedad, con la interacción de médicos y educadores en centros de aislamiento, o la experiencia vivida por el policlí­nico Marta Abreu, convertido en hospital de campaña, entre tantos colectivos.

Las cifras no son secretas. El virus atacó sin piedad y fueron confirmados 51 987 casos, de los cuales el 99 % emprende la recuperación; aunque siempre será lamentable la pérdida de 436 adultos que dejan el eterno vací­o en sus hogares. Por culpa de la COVID-19, supieron de sus efectos 10 416 niños. La tormenta en ellos pasó y, afortunadamente, seguirán cabalgando con sus sueños porque todos están vivos.

Quienes sufrieron de cerca las historias desearí­an borrarlas de su vida, pero no pueden. La Dra. Gretza Sánchez Padrón, al frente del sistema de Salud en la provincia, reconoce las agoní­as continuas, las noches y madrugadas en vilo, el sobresalto cada vez que sonaba el teléfono a cualquier hora ante estadí­sticas en ascenso.

Ahora declara que en la actualidad se experimenta un control de la transmisión a partir de septiembre y por 13 semanas consecutivas con reducción de los episodios confirmados y tasas de incidencia inferior a 10 por cada 100 000 habitantes.

Helen, bebé nacida de una madre portadora de COVID-19. (Foto: Archivo de Vanguardia)

Como eslabón indispensable habrá que mencionar el Laboratorio de Biologí­a Molecular (LBM), con su trabajo meticuloso y en extremo meritorio que sobrepasó las 400 000 pruebas de PCR. Exámenes de las provincias centrales y de otros territorios que en un solo dí­a de septiembre sobrepasaron las 1000 muestras, y ya incrementa su actividad con la detección de enfermedades virales en habitantes del centro de Cuba.

En medio de todo no faltaron los credos populares, los ruegos a la virgencita, la vela encendida, el amuleto prendido o las oraciones para que la realidad cambiara. Es parte de nuestra idiosincrasia, pero aun así­ la comunidad cientí­fica no se detuvo en la aplicación de las investigaciones y la innovación. Vale resaltar el aporte de los pronósticos del comportamiento de la epidemia como alerta a las autoridades, la elaboración de protocolos que sirvieron de pautas para el paí­s y el accionar siempre en búsqueda con las 51 investigaciones vinculadas a la enfermedad; de las cuales, ocho derivan a grado cientí­fico y continúan en desarrollo, en tanto 82 publicaciones vieron la luz en revistas nacionales y foráneas.

Vacunas... y cubanas

La ciencia cubana resulta bendecida, y cuando la epidemia trataba de asfixiarnos aparecieron las vacunas cubanas para disminuir los sí­ntomas extremos y los desenlaces fatales en todo el archipiélago.

Fue el 11 de mayo de este año una fecha deseada y aplaudida para Villa Clara. Comenzaba la aplicación de la primera dosis del entonces candidato vacunal Abdala como intervención sanitaria dirigida a sectores poblacionales y territorios de riesgo.

Poco a poco se incrementó la lista de los grupos vulnerables hasta llegar, paulatinamente, a preservar el tesoro de la infancia, a los adolescentes y a toda la población villaclareña.

Antes del inicio del proceso hubo que desarrollar un arduo trabajo por la totalidad de los municipios para asegurar la fase organizativa, seleccionar los sitios clí­nicos y sus puntos de vacunación, unido al esfuerzo de la Empresa Comercializadora y Distribuidora de Medicamentos (Emcomed) en el enví­o y distribución a los diferentes territorios.  

Hemorragia postparto, libro único en Cuba del el médico sagí¼ero Carlos Moya Toneut. (Foto: Archivo de Vanguardia)

Vale destacar, además, el aporte de directivos, maestros y colaboradores que se pusieron en función de la inmunización. Creo que nunca antes Salud y Educación demostraron una unidad sin lí­mites en las instituciones convertidas en puntos de vacunación.

Un insecto sin máscaras

El enfrentamiento al SARS-CoV-2 impuso dedicarle todas las fuerzas sin apenas descanso; sin embargo, desde hace años convive en Villa Clara y, al parecer, sin intenciones de marcharse, el agente principal causante del dengue, que es el Aedes aegypti.

Otra deuda que complica el espectro sanitario de la provincia, por lo que si ve un mosquito patirrayado, de tórax plateado, en su vivienda o en una institución laboral, no dude que tanto usted como su comunidad están en peligro.

¿Y quién es el responsable de esas latas a la intemperie, de las bolsas de nailon con agua acumulada, de los neumáticos que ocupan un rincón y devienen foco de peligro, o de los vasos desechables y cascarones de huevo que también complican el universo de la zona.

Aseveraciones de la Dra. Gretza Sánchez indican que se ha venido trabajando con prioridad durante los últimos meses en el enfrentamiento a las arbovirosis, y confirma que no se ha reportado transmisión de zika, chikungunya ni fiebre amarilla, al tiempo que laboran de manera intensiva en algunos municipios con reportes de casos sospechosos de dengue a fin de mantener la estabilidad epidemiológica de la provincia.

Entre tantos problemas, ya vivimos las primeras horas de 2022. Esfuerzos y tenacidad cotidiana no han de faltar, mas interioricemos el mensaje de que la pandemia no ha terminado, permanece con nuevas mutaciones en medio de su futuro de incógnitas. Será necesario acudir a la conciencia y pensar en cada escena vivida por esos guardianes de la Salud que lo han dado todo por sus semejantes, sin importarles las fatigas y tantas tensiones agolpadas en el alma. Cumplir lo establecido es lo mí­nimo que podemos hacer por respeto a los que ya no están y en nombre de la vida.

Casos y cosas

En medio de todo hay circunstancias y realidades para no olvidar.

  1. A) Yaquelí­n Collado Rodrí­guez perdió su verdadero nombre, todos la identifican como la «enfermera de Caibarién » desde que resultó la paciente de mayor estadí­a en una unidad de cuidados intensivos en Villa Clara y en el paí­s a causa del nuevo coronavirus. Hoy se recupera y enfrenta la vida.
  2. B) De Santa Clara a Bakú, Confesiones de un cardiólogo en zona roja es el tí­tulo del libro cuya autorí­a pertenece al Dr. Guillermo Pérez Fernández y narra sus experiencias en el enfrentamiento a la COVID-19 tanto en Cuba como en tierras lejanas, a la vez que describe sus vivencias una vez que sintió la pandemia como paciente.
  3. C) Un hito registrado para la historia ocurrió al practicársele la primera cesárea a u madre portadora del virus en estado crí­tico. Estaba ingresada en el hospital militar Comandante Manuel Fajardo Rivero, de Villa Clara, institución que por primera vez realizaba un proceder de este tipo. Tanto Maidi (la progenitora) como Helen (la bebé) disfrutan de perfecta salud.
  4. D) Otro libro único en Cuba refuerza la literatura cientí­fica, Hemorragia postparto, como una de las principales causas de decesos maternos en Cuba y en el mundo. Su autor es el médico sagí¼ero Carlos Moya Toneut.
Encomiable labor desarrollaron los estudiantes y profesores de las universidades y de otros planteles en las pesquisas comunitarias, la atención en los centros de aislamiento y hospitales de campaña. No se podrá hacer la historia de esta etapa sin el aporte de ellos, que crecieron ante la compleja situación sanitaria.(Foto: Archivo de Vanguardia)

Soles y eclipses

  El Programa del Médico y la Enfermera de la Familia resultó vital para el enfrentamiento al virus. Se realizaron 6 644 112 consultas en la atención primaria de salud con más de 98 500 ingresos en el hogar, mas habrá que procurar su fortalecimiento y adecuarlo a las nuevas realidades.

La cobertura de vacunación por encima del 98 % protegió a la población infantil contra 13 enfermedades, y se mantienen eliminados 14 padecimientos infecciosos.

Disminuyó el número de consultas, cirugí­as, servicios estomatológicos y de rehabilitación por limitaciones de recursos e incremento de casos de COVID-19.

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