Fachada del Café Parque, situado en calle 1.a del Oeste, entre Carretera Central y 1.a del Sur, en Placetas.(Foto: Ramón Barreras Valdés)
Ricardo R. González
@riciber91
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17 Enero 2022
17 Enero 2022
hace 2 años
A veces encontramos lugares inimaginables, y el camino nos puso frente a un centro placeteño, de dos plantas, recientemente remodelado, y su fachada pintada de verde es visible desde la avenida.
Es el Café Parque, perteneciente a la red extrahotelera Palmares, frente al parque Casallas, localizado en la calle 1.a del Oeste, entre Carretera Central y 1.a del Sur, y en su exterior se aprecia una pequeña jardinería cuidada con amor como parte de la imprescindible cultura del detalle.
Traspasando la puerta
Todo invita y regala una perfecta armonía. Al traspasar la puerta aparece un salón en el que predomina el verde en sus paredes, matizado con el mobiliario, para ofrecer una especie de continuidad de la policromía exterior.
Los singulares doilies de las mesas también están en consonancia con el identificativo del sitio. Y como la curiosidad siempre llama a explorar cada rincón, pudimos ver que los baños sanitarios están extremadamente limpios.
En el centro laboran 14 trabajadores. Una parte atiende la planta baja, destinada a los servicios de cafetería, desde las 10:00 de la mañana a 10:00 de la noche.
¿Ofertas? Variadas, según las disponibilidades. El menú indica café en diferentes modalidades, té, jugos, pan con tortilla y pizzas diversas, estas últimas, en dependencia del suministro.
En medio del dilema actual de los precios, podría decirse que son razonables de compración con los de otros lugares.
Pero hay más. La segunda planta funciona como bar terraza, de 3:00 de la tarde a 10:00 de la noche los martes, miércoles, jueves y domingos, y de 4:00 de la tarde a 11:00 de la noche los viernes y sábados.
Como llegamos sin aviso previo al Café Parque, su administrador, Léster Javier García Pérez, y el jefe del Departamento Turístico de Palmares, Osvaldo Martín Acosta, estaban en mudanzas y organización de un almacén. No deseaban retratarse en esas condiciones, pero ellos estaban cumplimentando parte del deber.
Si hay algo que se respeta en el centro es la ética; el uso correcto del uniforme, la limpieza de todas las áreas, tanto de preparación de alimentos como en las que se presta servicio, y sobre todo, se procura siempre la excelencia en el trato a quienes asistan al lugar.
Cubiertos relucientes protegidos con sus servilletas, en cumplimiento de los protocolos sanitarios... Todo para que los lugareños se sientan a gusto, y por ello, muchos han hecho habituales sus visitas a esa esquina placeteña donde prima la fuerza juvenil.
Café Parque data de décadas antes de la transformación actual, claro, con otra estructura, y su remodelación total se realizó en alrededor de 15 meses durante los agudos tiempos de la pandemia.
Mucho se les agradece a todos los que contribuyeron al cambio de imagen del recinto, con gran peso del Fondo de Bienes Culturales (FBC) y del artesano Risler Machado, de Santa Clara.
Así, entre el avance del día a día y la entrega humana a favor de los semejantes, se escribe la historia. Solo una sugerencia al colectivo: Nunca dejen que Café Parque apague su luz.