Los torcedores aspiran a retomar históricos ritmos productivos
índices no sobresalientes durante el año, debido a los efectos de la COVID-19, caracterizaron el sector del torcido en la provincia. Consolidar la calidad y apuntalar el prestigio del tabaco cubano, un compromiso permanente.
Las producciones de tabaco torcido para mercados foráneo y nacional, incumplidas por los establecimientos villaclareños, así como la necesaria labor de formación de aprendices, el aprovechamiento de la materia prima disponible y la calidad de los terminados centraron los análisis en el balance anual de ese sector en la provincia.
De acuerdo con el informe, se entregaron al cliente unos 33 300 000 puros, y el plan anual alcanzó el 67, 3 % de ejecución. Al consumo nacional corresponden 26 631 805 unidades, y a la exportación, 6 372 000 habanos. En tanto lograron valores ascendentes a 263 134 000 pesos, cifra que representó el 39 % del compromiso propuesto.
Los ingresos totales del sector cuantifican 418 000 000 de pesos; en el tabaco de consumo descansa el 30,2 %, mientras un 69,8 % corresponde al destinado al comercio exterior.
La calidad de los terminados con altos índices de reproceso y rezagos, el déficit de fuerza de trabajo especializada y la inestabilidad de operarios por efectos adversos asociados a la pandemia, fueron analizados de manera crítica en las labores de producción para la exportación. Tampoco faltó la valoración del área de consumo nacional, con incumplimientos sistemáticos.
La necesidad de fomentar desde edades escolares los círculos de interés para adolescentes en lugares cercanos a los establecimientos, así como programas de formación de torcedores, constituyen acciones actuales para contrarrestar las fluctuaciones laborales y garantizar las perspectivas productivas de la entidad, subrayó Alexis Márquez Fuentes, director general de la Empresa de Tabaco Torcido en la provincia.
El aprovechamiento de la materia prima disponible, la calidad de los terminados, y el cumplimiento de los surtidos para la exportación y el consumo nacional, según la conformidad del cliente, así como los cursos de aprendizaje y el rescate de torcedores, marchan según lo previsto, dijo.
En formación hay 299 estudiantes para cubrir plantillas en las galeras de torcido, cifra que resulta insuficiente para el completamiento de la fuerza de trabajo requerida por las fábricas de la provincia, recoge el informe.
Retomar los volúmenes históricos de producción, aprovechar las cualidades de la materia prima adquirida, y emplear de manera óptima los recursos materiales y humanos marcan retos de un sector que por años figuró entre los abanderados del país en entregas exigentes y sistemáticas para el comercio exterior y el mercado nacional.