Este miércoles 2 de marzo, el gobernador de Villa Clara, Alberto López Díaz, visitó por segunda ocasión en el año la comunidad de Jorobada, en el municipio de Manicaragua, para verificar las primeras transformaciones en el asentamiento manicaragí¼ense incluido en el programa de atención a comunidades vulnerables.
El máximo dirigente gubernamental de la provincia, acompañado por la primera secretaria del Partido en Manicaragua, Mileidys González; la presidenta del Gobierno en el municipio, Madelaine Hernández García, y varios directores de empresas y organismos, corroboró el avance en las labores constructivas y de remodelación en varios espacios públicos de la comunidad: la escuela Carlos Caraballo Barnet, el Consultorio n.o 2 atiende a una población de 689 habitantes entre las comunidades de Jorobada y Zapatero, el círculo social, el Sistema de Atención a la Familia (SAF), la bodega La Habanera, el punto de venta El Tomate y la farmacia Jorobada.
Durante el recorrido, Madelaine Villarejo, directora municipal de Vivienda, explicó que, a pesar de los avances en la política del sector dirigida a los pobladores más vulnerables, la situación aún es compleja.
«En una comunidad de 1189 habitantes existen, aproximadamente, 135 viviendas en estado regular, 69 valoradas como malas y 16 en condiciones precarias; 31 hogares poseen piso de tierra y 14 demandan la construcción de fosas; además, 215 constituyen asentamientos ilegales. No obstante, por el plan estatal se deben construir siete viviendas, se entregarán 16 subsidios a pobladores con condiciones para construir y se trabaja en otras posibles soluciones a esta problemática ».
Por orientación del gobernador provincial, se habilitó una oficina de trámites en la comunidad para evaluar los problemas y sus soluciones de forma paulatina. Así lo comunicó a los lugareños con los que conversó durante su paso por varios hogares.
El insuficiente abasto de agua, la irregularidad en la distribución de productos controlados por la red de Comercio y Gastronomía (tiendas Caribe y Cimex), y la necesidad de fomentar el autoabastecimiento alimentario en la comunidad resultan algunas de las dificultades aún pendientes.
En las conclusiones de la visita, Alberto López Díaz instó a realizar trabajo comunitario para incidir en la transformación. «Notamos las transformaciones desde el punto de vista físico y material, pero el programa concibe también las actitudes, la conducta y la participación de los vecinos ». Y agregó: «con la garra, el compromiso y la responsabilidad con que se está trabajando y sin detenerse, se pueden resolver los problemas ».