Cosechero de frutales y cultivos varios en Remedios apeló al rescate de áreas ociosas para la obtención de alimentos. En la actualidad se incluye entre los productores beneficiados con un proyecto internacional que contribuye al autoabastecimiento municipal.
Abel González López, campesino de Remedios, apuesta por la sustitución de importaciones y ventas sistemáticas de cultivos varios. (Foto: Luis Machado Ordetx)
Luis Machado Ordetx
@MOrdetx
946
18 Abril 2022
18 Abril 2022
hace 2 años
La circunvalación noreste de Remedios, en corto tiempo, se llenó de plantíos. Allí está la finca Colón, ubicada en un sitio que antes figuró de vertedero de materiales de construcción y desechos sólidos.
Las áreas de cultivos varios, de propiedad familiar, estaban arrinconadas hasta que Abel González López decidió acondicionar los suelos con el concurso de amigos y solicitó mayor superficie para labores agrícolas.
En 2008 completó las 14 hectáreas de tierra, después de la entrega de un espacio en usufructo, y se asoció a la Cooperativa de Créditos y Servicios (CCS) José Martí, enclavada en la cabecera municipal.
La aventura impulsó prácticas agroecológicas con siembras de frutales, hortalizas y viandas, un proceso escalonado y diversificado en cultivos. En la actualidad, aparte de hacer compost con residuos de cosechas y otros componentes vegetales, adicionar las lombricultura en el mejoramiento de los suelos, y los biofertilizantes para combatir plagas y enfermedades, cree en la validez de acciones ancestrales de los campesinos cubanos que asisten pequeñas superficies de terrenos con el propósito de sumar alimentos a la familia y la población de la comunidad.
Desde ahí el productor garantiza el sustento de alimentos frescos, también contribuye con los contratos estatales y se inserta a las ventas a instalaciones turísticas. Son cosechas que sustituyen importaciones libres de componentes químicos y obligan a una mayor dedicación; aunque los rendimientos no sean tan elevados en comparación con otras plantaciones asistidas con plaguicidas y fertilizantes industriales, dijo González López.
Hasta contra los fuertes vientos «hay que luchar aquí », dijo. No obstante, unas 40 toneladas anuales salen de la finca, ya con estables comercializaciones con tres hoteles de la cayería del noreste de Caibarién, sitio que acoge hortalizas y frutales, principalmente guayaba fresca, pimiento, zanahoria, remolacha y berenjena.
Otros cultivos mango y tomate en la estación, fruta bomba, malanga, yuca, col, guayaba y plátano, en lo fundamental los destina a ventas a mercados, según contratos, y al consumo social.
Con una casa de siembras semiprotegidas y sistemas de riego de agua por goteo para los sembrados de guayaba enana, González López tiene la intención de crecer en áreas y colocar electricidad en la finca para beneficiar otros cultivos plantados.
Finca Colón, junto a otras 12 unidades de producción estatal y privada en Remedios, está incluida en el proyecto de colaboración internacional Consas, encargado de ampliar buenas prácticas y acciones de innovación agrícolas para fortalecer el autoabastecimiento alimentario de comunidades de Villa Clara y Sancti Spíritus.
También aparecen en la nómina de fincas demostrativas en ese municipio Placetas y Santa Clara, integradas a Consas en el despliegue de acciones de innovación en cadenas agropecuarias, de acuerdo con la intencionalidad de un programa que disponen de financiamiento monetario de la Unión Europea, con el concurso de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), y el Estado cubano.
González López, hasta que arriben recursos tecnológicos propuestos por el Proyecto, sigue aferrado a su finca en el laboreo y mejoramiento de los suelos con el empleo de la tracción animal y técnicas agroecológicas.
También vigilante está en el enfrentamiento a plagas y enfermedades, el uso eficiente de agua a partir de tecnologías de riego y drenaje, así como de inclusión de semillas certificadas para conseguir mayores producciones por cosechas en viandas, frutales y hortalizas. Ese constituye el compromiso «permanente desde que decidí asumir una finca que antes estuvo abandonada y hoy se erige en jardín de variedades de alimentos frescos y sanos », dijo el campesino.