Hospital Militar inicia una nueva etapa por la vida
Este 3 de mayo reinician, de manera paulatina, los servicios en el hospital militar Comandante Manuel Fajardo Rivero. El Héroe del Trabajo de la República de Cuba y director de la institución, coronel Jorge Eduardo Berrio íguila, ofrece sus puntos de vista.
A pesar de las acciones constructivas, no se ha dejado de intercambiar con los residentes en diferentes especialidades. (Foto: Ricardo R. González)
Ricardo R. González
@riciber91
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02 Mayo 2022
02 Mayo 2022
hace 2 años
Unos hombres desafían el sol y suben a las cubiertas para realizar labores de impermeabilización, otros pintan los tanques destinados al agua y los combustibles, un grupo retoca el mobiliario de las salas y acondiciona cubículos, mientras no se descuida la cultura del detalle en la atención a las áreas verdes y el entorno.
Los tiempos duros y la COVID-19 en el Hospital Militar
- La historia del centro hospitalario dio un vuelco en los dos años intensos de pandemia. Se atendieron 8567 pacientes; de ellos, 4279 confirmados con el SARS CoV-2: 2020: Un total de 2429 casos respiratorios y 769 positivos. 2021: El año más difícil, trabajoso y lleno de tensiones tanto para la población como para el personal de la Salud por el alto índice de transmisión y sus consecuencias: 5190 atendidos y 3072 confirmados. 2022: Hasta el cierre de marzo, en la nueva normalidad, se reportaban 948 casos y 438 positivos.
- Población infantil: 1584 en los dos años; de ellos, 690 confirmados; 110 en 2020, 554 en 2021 y 26 hasta marzo 2022.
- Embarazadas: Provocaron una transformación en el perfil hospitalario al no contar entre los servicios con la especialidad de Ginecobstetricia; 445 gestantes (2020-2021) con 154 positivas, a lo que se suma la realización de 40 cesáreas, que normalmente no asume la institución, y gracias a un equipo multidisciplinario, integrado por especialistas de entidades del territorio y del propio hospital, se enfrentó la tarea con excelente calidad.
Eso y mucho más ocurre en el hospital militar Comandante Manuel Fajardo Rivero, ubicado en Santa Clara, que ya anuncia para el martes 3 de mayo la reanudación paulatina de sus servicios asistenciales en medio de acciones paralelas de mantenimiento y reparación.
Como siempre lo ha hecho, aun en los tiempos en que las tensiones y el excesivo trabajo en la etapa aguda de la COVID-19 colmaban cada segundo, el coronel Jorge Eduardo Berrio íguila, condecorado hace unos días con el título de Héroe del Trabajo de la República de Cuba y director del centro hospitalario, recibió a la prensa para comentar sobre la actualidad y a lo que está por venir, porque defiende el precepto de que «el pueblo necesita estar informado ».
La primera buena nueva es que el Hospital Militar de Villa Clara podrá borrar aquella pesadilla del déficit de oxígeno pues cuenta en sus propias instalaciones con una planta que propicia el gas medicinal y posibilita el llenado de 144 balones en 24 horas, además de haber recuperado otra existente con anterioridad.
Su rostro expresa tranquilidad en este aspecto, y sin pérdida de tiempo se refiere al retorno progresivo a los servicios hospitalarios para Villa Clara, Cienfuegos, Sancti Spíritus y Ciego de ívila.
«Hemos atendido pacientes de cualquier municipio, pero el área regionalizada, desde el punto de vista civil, comprende a los 70 000 habitantes del policlínico XX Aniversario de la capital provincial, con sus consejos populares Condado, Dobarganes y Virginia, así como a la población militar de la región central de Cuba », explica Berrio íguila.
La institución ofrece en la actualidad una asistencia médica continuada, dirigida fundamentalmente al tratamiento de las urgencias, además de llevar a cabo un arduo proceso de mantenimiento y reparación ante el desgaste y las afectaciones derivadas de los duros años de trabajo de la COVID-19.
¿Cuáles serían las diferencias al compararse con los períodos anteriores?
Estábamos adaptados a hospitalizar mucho, por lo que el proyecto actual obliga a prestar especial atención al incremento de los servicios de manera ambulatoria y ganar en calidad, así vamos a iniciar.
Sin dudas, el hospital fue insignia ante la avalancha de la COVID-19 durante los años complejos de la pandemia, ¿qué ocurrirá ahora?
Estaremos en función de asegurar la atención de los casos que identifiquemos, pero el cumplimiento de los programas de vacunación ha incidido de una manera tan favorable, que casi no estamos reportando pacientes graves con evolución a críticos en los servicios de Terapia. La mayoría de los procesos son ligeros, incluso por esas características se puede trabajar con estos casos de forma ambulatoria y asegurar una evolución favorable, aunque todavía vemos en Cuerpo de Guardia incidencias relacionadas con la edad, las comorbilidades que tradicionalmente han afectado, y algunos de ellos requerirán hospitalización, aunque no se remitan a los servicios de Terapia por estas neumonías virales.
¿En torno a las urgencias?
Se incrementaría la actividad quirúrgica de aquellos casos que acudan a Cuerpo de Guardia. En estos momentos no se ha suspendido el servicio y brindamos atención a determinadas especialidades del territorio que lo han solicitado, sobre todo en cirugía oncológica, entre otros casos, gracias al trabajo cooperado entre los grupos de Anestesiología y Cirugía General. Esto se ha cumplido paralelamente al mantenimiento en las diferentes áreas de la institución.
¿Las consultas externas también iniciarán el 3 de mayo?
Incorporaremos todas las especialidades como parte de la atención ambulatoria, y dentro de estas hay algo que adquiere prioridad en dependencia del cuadro clínico presente en el territorio a partir de aquellas afecciones predominantes, como son los casos post-COVID y sus secuelas respiratorias, cardíacas, renales, los dolores articulares debido a la neuropatía, así como las comorbilidades acentuadas por el SARS-CoV- 2.
«El flujo de pacientes atendidos en consulta hacia los laboratorios será en correspondencia con los reactivos disponibles, por lo que se impone identificar las patologías que puedan tener las personas que acuden al hospital y tratarlas de la manera más adecuada ».
¿Cambiaría el sistema de consultas?
La frecuencia de consultas tiene que ser diferente, la periodicidad entre una y otra debe ser más cercana para ganar en calidad, en dependencia de los requerimientos del paciente.
¿Y la estomatología?
Se ha mantenido trabajando e incrementará los servicios en virtud de los recursos con que contemos.
En aras de incrementar las disponibilidades de los servicios hospitalarios, ¿existen previsiones para hacerlos más integrales?
Hay un área en la que se trabaja desde el punto de vista constructivo con un bloque continuo de atención, que incluye un grupo de especialidades sin apartarlas de la medicina natural y tradicional, y la fisioterapia. Esta secuencia hará transitar al enfermo por todos estos servicios en busca de una atención integral.
En tiempos en que la ciencia y la innovación resultan premisas capitales, ¿pudiera resumir los resultados de la institución?
Contamos con alrededor de siete proyectos cuya aplicación inició durante la COVID-19 de una manera práctica y acelerada, a partir del empleo de algunos medicamentos para el tratamiento de las enfermedades respiratorias en ese momento. No son trabajos concluidos y los vamos a seguir necesitando. El más relevante fue la aplicación del anticuerpo monoclonal Itolizumab, que continúa, y se han sumado otros con la utilización de la Jusvinza o CIGB-258, usado en casos casos graves para que no deriven a lo crítico, e incluso disminuyen la mortalidad.
«Agregamos también el empleo de la eritropoyetina como factor estimulante y protector orgánico ante comorbilidades y COVID, sin descartar la utilidad del empleo de la plasmaféresis en casos respiratorios, en coordinación con el Banco Provincial de Sangre.
¿Dejará de priorizarse la investigación sobre las infecciones respiratorias?
Imposible, siguen existiendo las infecciones respiratorias y también la COVID-19, y no podemos deshacernos de estas terapéuticas. Incluso, el monoclonal se proyecta para el empleo de otras patologías inflamatorias agudas, como las intrabdominales, como proyecto aprobado que iniciará el trabajo al recibir urgencias de variado tipo.
¿Y antes el centro contaba con otras investigaciones?
Lo investigativo se debe ir trabajando según las necesidades del cuadro de salud experimentado por la población. Antes de la pandemia teníamos un grupo de líneas que serán retomadas y dirigidas al estatus posoperatorio, a la enfermedad cerebrovascular según su clasificación, y a las cardiovasculares, específicamente el infarto agudo de miocardio, entre otras.
¿Cuáles son las principales acciones constructivas y de remodelación previstas en la institución?
Existe un cronograma e implica a toda la institución en correspondencia con los niveles de recursos, grado de afectación de las áreas y prioridades. Las salas de hospitalización están sometidas a mantenimiento y reparación, con énfasis en la albañilería, la carpintería, pintura, además del mobiliario médico como una de las tareas más avanzadas. Se incluyen las mesas auxiliares, sillas de pacientes, vitrinas, portasueros y el resto del equipamiento del interior de las salas, con acciones tanto en el mobiliario de metal como en el de madera. Debemos resaltar la colaboración de nuestros trabajadores y de varias entidades.
«Se tiene en cuenta la impermeabilización debido a las afectaciones en varios lugares en el caso de los servicios de hospitalización, los salones de operaciones y Terapia Intensiva que experimentan avances ».
«También reciben tratamiento las áreas exteriores de la jardinería, con el apoyo de Comunales, al resultar afectadas por la desinfección del centro, en tanto los equipos de climatización están sujetos a un proceso de mantenimiento, reparación y en algunos casos de sustitución, incluyendo los refrigeradores situados en algunas dependencias. El instrumental de lavandería es sometido a su recuperación, incluso en otras provincias, y se presta atención a las ambulancias asignadas al centro.
Atención médica y reparaciones, ¿cómo simultanearlas?
Todas las áreas de la instalación van a recibir acciones de mantenimiento teniendo en cuenta los recursos, sin afectar la asistencia. Será una acción paralela, y de acuerdo con los resultados y el avance del mantenimiento, incrementaremos los niveles de atención médica con la calidad que reclama el paciente.