El Despalillo de Manicaragua, único de Villa Clara, se incluye entre los centros de exportación del sureño municipio. Garantías en el abastecimiento de materia prima, y calidad en la selección de capotes y tripas, también aseguran la producción de torcido nacional.
Reina Colina Argüelles declaró un inmenso placer en su labor como despalilladora. (Foto: Luis Machado Ordetx)
Luis Machado Ordetx
@MOrdetx
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27 Mayo 2022
27 Mayo 2022
hace 2 años
Apenas levanta la vista de la cotidiana faena. Conoce que, de la calidad de las acostumbradas labores depende parte del empaque final de la producción cubana. Habla en susurro, y las manos son diestras y se mueven con agilidad. Tiene 84 años, y desde antes de romper la edad de la primavera los 15, está allí en idénticas funciones de siempre.
«Esto es la vida mía; el único trabajo desde la juventud, y aunque difícil porque obliga a estar horas sentada, lo defiendo con la vida porque dio de comer a toda la familia, con ingresos honrados, y todavía brinda sustento para la casa », afirmó.
Así comentó la mujer y, de no decir la edad, la creería más joven de acuerdo con palabras que salen espontáneas, como de soliloquio. A continuación espetó: «Esto es lo que estudié: trabajar, trabajar y trabajar… », al tiempo que mostró con rapidez las rutinas que ejecuta, casi simultáneas, en corto tiempo.
La mujer, de tez morena y facciones finas, exhibe coquetería cuando le comento que hay Andrea para rato. De inmediato responde: « ¡Qué va!, estoy haciendo el resumen de trabajo. Después de la jubilación otra vez vine para acá, y hasta el habitual asiento me guardaron », añadió.
Pregunto por las jóvenes que tiene la instalación y los programas de aprendizaje, y expresó: «Eso es muy bueno. El Estado las retribuye con un salario. Eso no se veía antes, y siento alegría por los cambios. Un día, no muy lejano, también serán sagaces operarias ».
Así manifestó Andrea Contreras Hurtado, una insospechada mujer que, con 63 años ininterrumpidos de trabajo, se encuentra lozana en la mesa de despalillo en Manicaragua. Desde allí, en su mesa, saca la venita a una rama seca que significa Cultura para los cubanos y los contornos foráneos.
Olor a tabaco
La Unidad Empresarial de Base (UEB) Despalillo, única de su tipo en Villa Clara, radica en la calle Pedro Méndez entre 20 de Mayo y Flor Crombet, en Manicaragua. Es un antiquísimo caserón que acoge a 150 trabajadores empeñados en la selección de capote y tripa para abastecer establecimientos de torcido nacional y comercio foráneo en tercios.
Yansiel La Hera Ruiz, el director, precisó que el 82 % de la fuerza laboral la integran mujeres, y durante el pasado año a pesar de las limitaciones económicas y los efectos adversos de la COVID-19 se insertaron en la exportación de rama beneficiada hacia áreas de torcido en Centroamérica. Concertaciones comerciales con la Zona Especial de Desarrollo de Mariel, así lo permitieron. En la actualidad, junto a otras instalaciones de Sancti Spíritus, continúan en idénticas relaciones contractuales.
Durante ese período registraron ventas superiores a los 24,8 millones de pesos, dijo. La utilidad para la UEB reportó 4,7 millones, y exportaron unas 30 toneladas de rama, incluida dentro de las 88 t del plan anual. La parte restante se dirigió a fábricas de tabaco para el consumo nacional y comercio exterior.
«La materia prima que recibimos de otros centros de proceso de la provincia está garantizada, y prevemos que este año el monto para exportar aumente, pues aquí el plan de producción será de unas 110 toneladas », resaltó.
La estabilidad de la fuerza de trabajo, con predominio de jóvenes, y el cumplimiento diario por encima de los 450 kilogramos en la selección de tripa y capote eliminación de un 50 y un 25 %, respectivamente, de la vena principal de la rama seca de tabaco convierten a ese centro del sector en un puntal de la producción villaclareña.
Unas mujeres «planchan » las hojas de tabaco, y otras extraen la venita para la manufactura final que llegará con el habano. En otro sitio, previo al proceso, se efectúa la «moja » de la rama, y el ulterior secado y empaquetado en tercios. En tanto escucho que se habla del rocío ligero y de la clasificación de acuerdo con las características de la materia prima.
En el caso de las hojas destinadas a capas, dicen que las venas son desprendidas completamente. Eso no se hace aquí: el gozo mayor son las tripas y los capotes, como cuentan…
Las pilas uniformes
Un medio delantal protege la vestimenta de las mujeres, y sobre las mesas de trabajo están las hojas planchadas, en montones jerarquizados, según sean tripas y capotes acomodados. Las hojas aparecen unidas en la punta. Después continúa el proceso de despalillo hasta que las ramas son catalogadas con criterios especializados.
En esos menesteres, la instalación perteneciente a la Empresa de Acopio y Beneficio de Tabaco La Estrella, en Villa Clara, están Andrea, Reina y muchas otras mujeres y hombres que dan impulso, con prodigiosas manos, a la producción nacional y su inserción, por vez primera, en el comercio exterior.
Reina Colina Argí¼elles, con 47 años de trabajo en faenas del despalillo, cuenta que sus labores habituales llevan exigencia por la calidad, lo que obliga a la elección de capote grande y chiquito, y también de tripa.
«En apariencias son fáciles, pero entrañan responsabilidad. Antes seleccionaban la capa, ahora no. Eso no exime de cumplir los parámetros de calidad. Aquí nada es monótono, y aunque a veces muchos crean que no hablamos con la compañera de al lado, soltamos una risa y alegramos al colectivo, mientras seguimos en nuestras labores habituales: trabajar en el despalillo », aseguró.
La mujer «larga » en sus faenas diarias, como otras, está muy feliz porque, sencillamente, siente satisfacción por lo que hace, y también porque el salario que percibe según los rendimientos por jornada, rebasa la cuantía de períodos precedentes. «Así, con almuerzo asegurado en el comedor, aunque otras compañeras lo traen desde la casa, hay una garantía para salir adelante », confesó.