Transformar una comunidad requiere de constancia, liderazgo y mucha consagración, cualidades que acompañan al joven Asiel Aguada Barceló, delegado y diputado al Parlamento cubano.
Todavía queda por hacer, pero que el Caracatey, ese barrio santaclareño que bordea la periferia de la ciudad, se transforma para bien, no quedan dudas, y si existiesen, basta con conversar con el joven delegado del Poder Popular y diputado al Parlamento Asiel Aguada Barceló, para darnos cuenta de los cambios que allí se vienen generando desde hace cinco años.
Experiencia que fuera una de las dos ponencias presentadas por la provincia en el III Taller Regional de Trabajo Comunitario, celebrado los días 17 y 18 de junio en Ciego de ívila, y donde Villa Clara destacó por la aplicación de métodos científicos en esta ingente y necesaria labor, gracias al apoyo que brinda la Universidad Central «Marta Abreu » de Las Villas y a la sapiencia acumulada en el territorio más central de Cuba.
El evento permitió, además, sistematizar y dar a conocer los avances que se vienen alcanzando en la comunidad remediana de Cordón Corcho, una de las consideradas en situaciones de vulnerabilidad y que muestra transformaciones no solo materiales, sino también en los modos de actuación de sus habitantes; entre las esencias que busca alcanzar el Trabajo Comunitario Integrado (TCI) y distante aún en muchos lugares de nuestra geografía.
Unidos por la Historia
Gaspar Jorge García Galló, ese gran pedagogo ya fallecido, recordaba un proverbio de sus ancestros acerca de una hormiguita negra en un cuarto oscuro que nadie veía, pero allí estaba ella laboriosa y caminando por las paredes. Así es el trabajo comunitario cuando de verdad parte del corazón y no busca resultados efectistas, casi siempre efímeros, como no pocas veces ocurre.
De esa manera ha trabajado cada día Asiel en su comunidad, de la cual es delegado de la circunscripción 54 del consejo popular Sakenaf desde hace un lustro. Entonces tenía apenas 24 años y no acumulaba experiencia alguna en el Poder Popular, pero sí una voluntad transformadora enorme, y unos deseos verdaderos y profundos de ayudar a los necesitados, de modificar malos hábitos de conducta, de aliviar dolores; en fin, de hacer el bien por esa gente que confiaba en él y lo había elegido como su líder comunitario.
La historia de Cuba esa fuente inagotable de formación de valores patrios y ciudadanos fue el hilo conductor de su proyecto para unir al barrio, para motivarlos a cambiar cosas, para ese mejoramiento humano que quería y propugnaba José Martí.
«Nuestro reparto Chichí Padrón, más conocido como Caracatey, es un barrio complejo de la ciudad, con sus fortalezas y debilidades, las que pudimos diagnosticar para, a partir de ahí, iniciar el proceso de cambios, tanto materiales como en la conducta de la gente, que es lo más difícil.
«Contamos con una escuela primaria, la ENU Zeneido Acosta Llerena, para nosotros una institución cultural de primer orden, y 24 centros administrativos, los que fuimos involucrando a través del grupo de trabajo comunitario y otros proyectos del barrio donde también participan trabajadores por cuenta propia, quienes desempeñan una labor importantísima, están inmersos en cuanta actividad hacemos y contribuyen a la atención de 13 ancianos que viven solos, y también lo han hecho en la confección de camas y colchones ».
Refiere Asiel que nada ha sido fácil, y es cierto, pero lo que no dice es que sin su voluntad y labor unitaria poco se pudiera haber logrado en estos cinco años, pues para motivar a los hombres, hay que dar el ejemplo y ser el primero en todo, como nos enseñó Fidel, y este joven es un verdadero líder en su demarcación, querido y respetado por su gente.
Esa laboriosidad y el no cansarse, aun en los tiempos más duros y complejos de pandemia, han hecho posible la construcción de una sucursal eléctrica, un punto de cloro, 20 viviendas, donde radica la Academia de Boxeo Andrés Molina, nombre que honra a uno de nuestros mejores boxeadores; la incorporación de 90 jóvenes a la Facultad Obrero Campesina, la creación de un aula de sexto grado en un área comunitaria catalogada en situación de vulnerabilidad y la realización de dos ediciones del curso de Farmacia y í“ptica, los cuales ya han graduado a 32 jóvenes del barrio y les ha ofrecido empleo.
«No todo está logrado, pues se mantienen indisciplinas sociales y comportamientos inadecuados. Nos quedan microvertederos, no todas las estructuras del barrio funcionan, hay deterioro de valores y personas que no trabajan y viven de eso que llamamos “inventoâ€, pero no desmayamos en nuestro trabajo y eso nos da credibilidad y prestigio, no en lo personal, sino al grupo de trabajo comunitario que encabezo como delegado.
«La historia nos une, por eso hemos creado el Bosque Martiano y 23 jardines comunitarios. Enaltecemos la figura de Martí y la del Che, realizamos la caravana que hemos llamado Amor por mi terruño; también, otras denominadas Mi corazón late por ti y Por el amor mi tierra, que pretenden sembrar el apego por la comunidad, por el barrio, por esa patria chica tan importante y necesaria para amar a la grande, a Cuba »
Asiel visto por los demás
«Una excelente persona, dedicada al trabajo y de mucha constancia. Nos sirve de modelo a imitar por otros delegados en esta labor comunitaria, tan necesaria en estos tiempos », refiere la máster en Trabajo Comunitario Marisol García Cabrera, jefa del Departamento Independiente de la Asamblea Nacional del Poder Popular en Villa Clara, quien encabezó la delegación de los diez jóvenes que representaron a la provincia en el referido III Taller Regional, con sede en la Universidad Máximo Gómez, en Ciego de ívila, y que tuvo a su cargo la apertura del evento con una ponencia central sobre esta labor en los barrios.
Para Chester Danilo Chaviano Valdés, secretario de la Asamblea Municipal del Poder Popular en Santa Clara y a la vez líder comunitario también en su demarcación del Condado, Asiel es de esos delegados necesarios en estos tiempos: «Es de los optimistas, de los que no descansan. De un prestigio bien ganado entre sus electores, y ha logrado convertir el Caracatey en un modelo de trabajo comunitario integrado en la capital provincial y en Villa Clara »
Mientras, Minoska Cadalso, periodista y diputada como Asiel, ahora al frente del Grupo de Comunicación del Gobierno Provincial, lo cataloga como un joven ejemplar, modesto y de mucha entrega: «Incansable, perseverante, defensor a ultranza de su comunidad. Allí en su demarcación es un líder natural y muy querido. Un auténtico servidor público ».
Por suerte, acá en Villa Clara Asiel no es el único, pues en la propia capital provincial está el ejemplo de Yoan Cortiña Hernández, frente al consejo popular Virginia y en Corralillo, el actual vicepresidente de la Asamblea Municipal del Poder Popular, el joven Andy Borges Sigler, quien dirigió un proyecto comunitario transformador en La Panchita.
Como ha pedido nuestro presidente y primer secretario del Partido Comunista de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, al barrio hay que ponerle corazón, pues de ahí dimanan las principales transformaciones del país, y tal y como el propio Asiel, nos muestra a diario ese rinconcito pequeño donde también se construye a Cuba.