En la tarde de este viernes se reunieron en la sede provincial del PCC Olga Milián Lozano (hija), Osnay Miguel Colina Rodríguez, primer secretario, y otros miembros del Buró y de la dirección del Comité del Partido en Villa Clara, así como trabajadores y cuadros de la provincia; para rendir un sentido homenaje a Arnaldo Milián Castro en el aniversario 39 de su fallecimiento.
Durante el acto se ratificó el compromiso eterno con las ideas del histórico militante. Algunas de ellas se analizaron: la concepción de que mientras más universales y generosos seamos más autoridad y más moral tendrá nuestra provincia, la examinación de todos los aspectos de la vida con criterios políticos y conciencia revolucionaria, el ideal del militante de no poder ser feliz mientras no sea feliz el pueblo, la extraordinaria modestia como principal característica del revolucionario, un Partido que sea capaz de trabajar en todas las tareas, cualquier tarea es importante, incluso las pequeñas tareas forman parte del desarrollo; firmeza política e ideológica y nivel de conocimiento como baluarte del militante, alto sentido del compromiso.

Olga Milián Lozano reflexionó sobre las doctrinas de su padre: «Milián consideraba a la rutina un enemigo tan malo como el imperialismo. La rutina, expresaba él, hace que el hombre no piense, que se acostumbre a ir por un mismo lugar. Él decía que la rutina había que romperla actuando, que el cuadro tenía que ser intrépido para actuar y desarrollar su pensamiento, independientemente de los errores. Peor que los errores es la inactividad y el inmovilismo, el no hacer nada por miedo a equivocarse. Él se equivocó más de una vez, pero tenía ese espíritu autocrítico constante para mejorar. Eso y su continuo trabajo, el vincularse con las masas, el no perder las raíces, son las cosas que más recuerdo de él ».
«Si seguimos todo lo que hemos escuchado hoy, nos hará siempre tener a un Milián vivo. Aprender de la historia tiene que ser lo más importante, porque cuando uno busca en la historia encuentra un grupo de revolucionarios que en su momento enfrentaron las más difíciles tareas y buscaron las maneras de cómo realizarlas para ayudar al desarrollo de nuestro pueblo. A Milián hay que rendirle homenaje en el día a día, desde la entrega sin límite, el compromiso, la creatividad, desde el esfuerzo cotidiano, para que en todo lo que pongamos empeño esté presente esa historia y esas razones y acercarnos cada día a hacer lo que él hizo, inspirado, como él dijo, en Fidel, y sirviendo siempre a aquel al que nos debemos, el pueblo », dijo Colina Rodríguez.
Arnaldo Milián Castro nació el 13 de febrero de 1913 en Jagí¼ey Grande, Matanzas. En 1932 ingresó a las filas del primer Partido Comunista de Cuba. Se destacó en las luchas obreras y clandestinas en el período neocolonial, así como por su labor al frente del Partido en Las Villas, donde cooperó con las columnas de Camilo y Che en la invasión a Occidente. Al triunfar la Revolución continuó sus labores en las Organizaciones Revolucionarias Integradas (ORI) y luego fue elegido Primer Secretario del PCC en Las Villas durante 12 años. Transitó por varias esferas del Gobierno hasta llegar a ser vicepresidente del Consejo de Ministros y Ministro de Agricultura. Por sus méritos revolucionarios recibió varias condecoraciones nacionales y extranjeras. El 1.o de julio de 1983 su corazón dejó de servir a la Revolución que tanto amó.