La rehabilitación de los humedales costeros experimenta ciertos avances en los manglares. (Foto: Cortesía del Cesam)
Ricardo R. González
@riciber91
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12 Julio 2022
12 Julio 2022
hace 2 años
Villa Clara inaugurará en los próximos días un centro dirigido a la reducción de riesgos de desastres y adaptación al cambio climático, para figurar entre las primeras provincias cubanas que procede a su apertura.
El máster Luis Orlando Pichardo Moya, coordinador provincial del proyecto de Resiliencia Costera por parte del Citma (Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente), significó que se denominará Centro de Creación de Capacidades y Gestión del Conocimiento para la Adaptación (CCC-GCA), y cumplirá con el objetivo de apoyar y fortalecer la educación general en torno a los riesgos de desastres y la imprescindible adaptación al cambio climático (CC).
El local se habilitará en la Casa del Científico, ubicada en la calle Cuba y Carretera Central, en la capital provincial, y tendrá en cuenta los planes de desarrollo económicos y sociales de los sectores y municipios costeros vulnerables con objetivos dirigidos al monitoreo del proceso de rehabilitación costera y la disminución de las debilidades locales identificadas.
Un detalle importante constituye la inclusión de la Geomática, como ciencia que integra la geografía y la matemática para el análisis espacial de los sistemas de información geográfica y la percepción remota a través de imágenes satelitales.
Será de primer orden la participación de sectores y gobiernos de municipios costeros vulnerables con estrategias de adaptación que procuren el respeto, la reconstrucción o regeneración de un ecosistema llamado a conservarse, sin apartar la mirada de esas comunidades que desarrollan su vida en ese entorno y que pueden considerarse resilientes ante todos los aspectos de la vida.
Para Pichardo Moya desempeña un papel fundamental la percepción de riesgo, debido a que si el individuo no interviene en su mejoría, tampoco será capaz de prever lo que va a suceder y de adaptarse posteriormente.
Científicos e investigadores de la provincia crearon un sistema de pancartas (mapas) contentivos de peligros, vulnerabilidades y riesgos (PVR) en los siete municipios costeros, para resultar el primer territorio del país en lograrlo y que continuará para las restantes demarcaciones a manera de una «fotografía » que alerta.
«Los estudios de PVR están bien precisos, incluso en cada consejo popular y en la medida en que se solucionen esas vulnerabilidades de manera sostenible será mejor la capacidad de adaptación al CC », precisó Pichardo Moya.
De su conversación se desprende que no pueden minimizarse los eventos climáticos, las intensas lluvias y las penetraciones del mar, y aquí resulta evidente la necesaria resiliencia de las zonas costeras que se enfrentan al ascenso del nivel del mar junto a las afectaciones por otros fenómenos.
En este contexto existe un proyecto internacional llamado Construyendo resiliencia costera en Cuba que aplica soluciones naturales para la adaptación. El sitio de intervención seleccionado en Villa Clara recae en Caibarién, de acuerdo con los estudios de PVR, y aquellos consejos populares de mayores incidencias por su proximidad a la costa, pero la visión resulta más abarcadora y admite un alcance general.
«Que se tenga una mejor costa en la Villa Blanca repercute en el resto del territorio y favorece a pobladores de otras provincias ».
Este proyecto apoya la Tarea Vida e incluye de manera particular el reordenamiento ambiental, la rehabilitación de los humedales costeros con ciertos avances en los manglares, el logro de mejores espacios para la vida y las propuestas de reagrupación de actividades de sectores que no resultan factibles en la zona donde están ubicados.
En todo ello será prioritaria la participación comunitaria, así como la mirada de género encaminada a promover la igualdad entre mujeres y hombres en los asentamientos costeros, y a fortalecer las herramientas de gestión local.
Los objetivos del Proyecto tienen sus especificidades debido a que no se trata solo del fortalecimiento de las acciones para la reducción de riesgos de desastres, es también evitar la creación de nuevas vulnerabilidades en el desarrollo socioeconómico y la reconstrucción postdesastre.
Todo ello habrá que verlo como un proceso de capacidad adaptativa en que las personas, instituciones y gobiernos deben encontrar vías positivas para vencer en situaciones adversas.