El polvo llega proveniente de las tormentas que ocurren en el desierto y es arrastrado por el anticiclón de las Azores, que dicta el tiempo para el período de junio a parte de agosto.
La imagen resulta evidente. Un cielo a plena mañana que no muestra su azul intenso es uno de los signos que indican la presencia del polvo del Sahara. (Foto: Ricardo R. González)
Ricardo R. González
@riciber91
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15 Julio 2022
15 Julio 2022
hace 2 años
La opacidad intermitente del cielo no le permite mostrar por momentos su azul intenso, y ello constituye uno de los signos de la presencia del polvo del Sahara sobre Villa Clara, fenómeno natural propio en los meses de julio y agosto, cuando aparece con mayor intensidad.
Ya en verano el polvo llega proveniente de las tormentas que ocurren en el desierto y es arrastrado por el anticiclón de las Azores, que dicta el tiempo para el período de junio a parte de agosto, según considera el máster Amaury Machado Montes de Oca, jefe del Grupo de Pronósticos del Centro Meteorológico Provincial (CMP).
Cada año este polvo del Sahara llega a varios países de América después de viajar 10 000 kilómetros desde ífrica con un aire caliente y seco. El desierto está considerado el mayor productor de polvo en el planeta al transportar un promedio de 182 millones de toneladas cada año debido a las condiciones favorables del viento y la disponibilidad de sedimentos y minerales.
«En el caso nuestro, no resulta visible en la superficie, como ocurre en otros lugares cercanos a la zona donde se produce. Una vez aquí, aun en cantidades mayoritarias, se distribuye a una altura aproximada de 1000 metros, donde radica el pico de concentración, por lo que cae suspendido en las lluvias o en corrientes descendentes », precisa el especialista.
En torno a la relación del polvo del Sahara con la actividad ciclónica, Machado Montes de Oca fundamentó que inhibe la formación de ciclones. Cuando el polvo disminuye su intensidad, a partir del 15 de agosto, se activa la temporada ciclónica en la cuenca del Atlántico tropical y el mar Caribe.
Según el experto, el oriente cubano acumula las mayores concentraciones de polvo, y queda claro que también incide en la disminución de las lluvias. No obstante, y a pesar de figurar julio como el mes menos lluvioso, este año ha ocurrido lo contrario, y se une a mayo y junio para conformar un trimestre de precipitaciones.
Entre las consecuencias adversas del polvo del Sahara destacan el alza de la temperatura, el arrastre de algunos microorganismos, los efectos negativos en la calidad del aire, el incremento de los síntomas de alergias y afectaciones en la salud de los habitantes, que pueden referir molestias en los ojos, irritación en garganta y mucosas, procesos asmáticos y resequedad en la piel.
El jefe de pronósticos del CMP llama a los asmáticos, alérgicos, adultos mayores, mujeres embarazadas y niños a no descuidar sus respectivos tratamientos ante síntomas que pudieran intensificarse, y adoptar las medidas pertinentes, aunque en este momento no hay altas concentraciones de polvo sobre la provincia.
¿Y siempre sucede en los meses de verano?
Generalmente ocurre en esta época del año, porque en el período invernal predominan los anticiclones continentales, cambian los patrones de circulación en el desierto del Sahara y, por tanto, la llegada de polvo a nuestra área.