La Inpud 1. º de Mayo, con el mismo ímpetu del primer día
El 24 de julio de 1964, con la presencia del Comandante Ernesto Che Guevara, la Industria Nacional Productora de Utensilios Domésticos se estrenaba en la producción de artículos para el hogar.
En la jornada inaugural de la Inpud 1.º de Mayo, el 24 de julio de 1964, el Comandante Ernesto Che Guevara recorrió sus talleres y se interesó por la producción del refrigerador Antillano. (Foto: Cortesía de la Inpud)
Idalia Vázquez Zerquera
@IdaliaVzquez
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24 Julio 2022
24 Julio 2022
hace 2 años
A 58 años de su comienzo, la Industria Nacional Productora de Utensilios Domésticos (Inpud) 1. º de Mayo, de Santa Clara, mantiene el mismo ímpetu que aquella mañana del 24 de julio de 1964, cuando el Comandante Ernesto Che Guevara, entonces ministro de Industrias, dejó inaugurada la fábrica como parte del proceso de industrialización de la otrora provincia de Las Villas.
Nutrida ahora de una fuerza laboral joven que acompaña a los más experimentados, la aspiración de estabilizar las producciones no declina, a pesar del déficit de materias primas para cumplir con su encomienda.
Cuentan quienes la vieron nacer, que antes de su definitiva apertura jóvenes humildes se acogieron a los cursos de superación convocados por el argentino-cubano, para formar los operarios que demandaba la industria para el manejo de las novedosas máquinas, los que más tarde matricularon la Facultad Obrera y vencieron estudios superiores.
A quienes tuvieron el privilegio de acompañar al Che en aquella jornada inaugural, les pareció inmenso aquel hombre sencillo a su paso por los talleres, por el modo en que hablaba y su confianza en el futuro de la Patria.
A otros no dejó de asombrarle su apoyo incondicional a la naciente Revolución, por la que luchó en la sierra y en el llano hasta su total emancipación, y sus ideas antimperialistas, a favor de los pueblos oprimidos.
Fue Guevara quien concibió la fábrica en el centro de Cuba, a pocos metros de la Carretera Central, para acercar a las familias de la región central y oriental artículos ausentes en la casa de los cubanos, como las cocinas de gas y cafeteras, el refrigerador Antillano y la olla de presión.
Con 58 años de vida, todavía la maquinaria que formó parte de aquella avanzada que arribó al país procedente de Checoslovaquia, a principios de la década de los 70 del siglo pasado para impulsar el desarrollo industrial del país, resiste el paso del tiempo gracias a la incansable labor de los innovadores en el aporte de soluciones, a la que se han sumado otros más novedosas. Fue esta la misma tecnología que hizo frente a los años duros del período especial y que emprendió el camino de la recuperación.
A los primeros artículos producidos aquí se sumaron cajas de agua, bebederos de botellón, puertas de acero inoxidable para el Programa de la Vivienda, interruptores eléctricos y envases plásticos, y recientemente, ventiladores y ollas eléctricas arrocera y multipropósito, en estos momentos a la espera del arribo de la materia prima para retomar su fabricación.
Ante las limitaciones de recursos, incorporan artículos alternativos elaborados aquí a partir de recortería, como los hornos de carbón que comercializan en las tiendas de Comercio Interior con una alta aceptación.
Convertir la Inpud en la «magnífica fábrica de refrigeradores y utensilios domésticos », como la describió el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz en su visita el 6 de abril de 1973, es el empeño en que no ha cejado un colectivo que, inspirado en el Che y sus fundadores, mantiene la vitalidad de la industria villaclareña.