¿Cómo se hace Vanguardia?

Los periódicos existen, prácticamente, en todos los paí­ses del mundo y, amén de las diferencias, poseen la función social de ofrecer información detallada sobre los acontecimientos más representativos en las diferentes áreas de la sociedad. Vanguardia comparte las regularidades de cualquier otro medio impreso; no obstante, su rutina editorial presenta caracterí­sticas únicas. 

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Por Mónica Sardiña Molina y Victoria Beatriz Fernández Herrera
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19 Agosto 2022
Hacer coincidir la agenda mediática con los intereses de nuestros lectores, resulta un desafí­o permanente para el equipo de reporteros. El diario digital y las redes sociales permiten publicar información en tiempo real, pero la misión periodí­stica supera la instantaneidad, para interpretar y opinar sobre antecedentes, datos, contexto y posibles implicaciones de los sucesos. (Foto: Archivo de Vanguardia)

Aunque el alemán Johannes Gutenberg inventó la imprenta a finales del siglo XV, la prensa impresa logró alcanzar su máximo esplendor casi 400 años después, con el inicio y progreso de la Revolución Industrial, y sus máquinas de vapor, transportes ferroviarios y fábricas de acero.

Los periódicos existen, prácticamente, en todos los paí­ses del mundo y, amén de las diferencias, poseen la función social de ofrecer información detallada sobre los acontecimientos más representativos en las diferentes áreas de la sociedad. El equipo responsable del producto final se conforma con periodistas, jefes de redacción, editores, correctores y diseñadores; todos, enfocados en la calidad y la utilidad del medio comunicativo.

Vanguardia, periódico surgido en la antigua provincia de Las Villas, en 1962, y dedicado a reflejar la vida polí­tica, económica, social y cultural de la región más central de Cuba, comparte las regularidades de cualquier otro medio impreso. No obstante, al interior del edificio ubicado en la calle Céspedes en Santa Clara, la rutina editorial presenta caracterí­sticas únicas y, como resultado, emerge un gran texto final con cinco o seis firmas de autor, pero con ideas de muchos más.

Leslie Dí­az Monserrat, periodista y jefa de información del semanario, relata, a grandes rasgos, todo el proceso. «Cada lunes en una reunión de planificación, los periodistas en conjunto debatimos, elegimos el género, trazamos argumentos y proponemos fuentes de información para lograr trabajos de calidad en contenido y forma.

Editar y diseñar resulta, ante todo, un ejercicio de toma de decisiones. Colocar una coma para lograr mayor claridad, eliminar una frase redundante, acortar un párrafo o verificar un dato o fecha constituyen algunas de las prácticas más comunes del equipo de Corrección y Diseño. (Foto: Ramón Barreras)

«Luego de la configuración colectiva de la idea, comienza el trabajo de campo: buscar las fuentes, elaborar buenas entrevistas y “sacarle el jugo al entrevistado”. Después, el proceso creativo de ponerle palabras y conformar el texto, del mismo modo en que un artista crea una obra de arte mientras acaricia el barro.

Correctoras y periodistas trabajan de la mano para llegar al producto final.(Foto: Ramón Barreras)  

«Cuando el producto se enví­a a la jefatura de información, inicia un proceso de edición riguroso y necesario. Examinamos si el trabajo logró la hondura requerida, si se corresponde con el género, si resulta el adecuado en dependencia de la página, si el titular se ajusta y si las fotos aportan nueva información.

Vanguardia se ha convertido en un diario digital con una edición semanal impresa. El sitio web vanguardia.cu requiere 24 horas de labor y una actualización constante sobre los acontecimientos provinciales, nacionales e internacionales. (Foto: Ramón Barreras)

«Una vez escogidos los mejores trabajos, se enví­an al departamento de Corrección y Diseño para conformar la edición impresa del semanario. Las correctoras velan por el buen uso de las palabras, expresiones y signos de puntuación; ellas observan cada detalle. Una vez diseñada la página y revisada nuevamente, la dirección del medio da el visto bueno y lo enví­a al Poligráfico. Es un proceso largo, donde, en la mayorí­a de las ocasiones, el texto final constituye una construcción colectiva en la que todos aportamos ».

El periódico se imprime en la UEB Gráfica Villa Clara, con una tirada semanal de 45 200 ejemplares, que se comercializan a través de Correos de Cuba. (Foto: Archivo de Vanguardia)

Sesenta años después de que la vieja rotativa tiñera las primeras páginas de Vanguardia, la rutina se ha ajustado a la modernidad de los tiempos, las bondades de la tecnologí­a y el teletrabajo, y las «mañas » de los protagonistas de cada aventura editorial. No obstante, los valores esenciales de la prensa se mantienen tan bien asentados como la más antigua y pesada de las maquinarias.

Nuestros lectores también son protagonistas de cada edición. Si bien las ocho páginas impresas solo circulan en Villa Clara, el espacio digital multiplica el alcance y las posibilidades de interactividad. A diario recibimos comentarios y mensajes de villaclareños que, desde otras provincias o fuera del paí­s, buscan en las publicaciones un pedacito de su terruño, y de internautas que, sin haber nacido aquí­, se vuelven tan fieles como el vecino más cercano. (Foto: Ramón Barreras)

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