El producto es resultado del Centro de Inmunología Molecular (CIM) en alianza con otras instituciones de BioCubaFarma, y constituye una fórmula nasal sometida a diversas investigaciones que ya cuenta con su Registro Sanitario Condicional aprobado por el Centro para el Control Estatal de Medicamentos, Equipos y Dispositivos Médicos (Cecmed).
Ricardo R. González
@riciber91
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04 Septiembre 2022
04 Septiembre 2022
hace 2 años
El Neuro Epo no resulta un medicamento mágico ni tiene efectos sobrenaturales; sin embargo, abre una ventana esperanzadora ante el Alzheimer leve y moderado, a la vez que alberga idéntica finalidad en el tratamiento de otros tipos de demencia e, incluso, interviene en el infarto cerebral.
En su reciente visita a Villa Clara para la firma del convenio de creación del Centro Conjunto de Investigación, Desarrollo e Innovación en Biotecnología entre la Universidad Central «Marta Abreu » de Las Villas y BioCubaFarma, interrogamos al Dr. Eduardo Martínez Díaz, presidente de la referida industria, sobre la «salud » del medicamento y destacó los múltiples caminos que se abren luego de los resultados ofrecidos por el estudio clínico fase III.
«No existe en estos momentos un producto que logre sus beneficios según se demuestra en esta investigación. Próximamente comenzaremos el estudio fase IV, a la vez que se avanza en los diferentes pasos productivos para tenerlo al alcance de quienes lo necesiten ».
El fruto es resultado del Centro de Inmunología Molecular (CIM), en alianza con otras instituciones de BioCubaFarma, y constituye una fórmula nasal de EPO recombinante con determinadas características similares a la EPO natural que se produce en el sistema nervioso central.
Martínez Díaz subrayó que por su principio de acción pudiera tener varios usos en enfermedades del cerebro en general.
Según resultados de las investigaciones aplicadas, una buena parte de los pacientes mostró reducción en la progresión del deterioro cognitivo y también mejoraron variables secundarias, en tanto otro grupo se mantuvo con idénticos niveles que al inicio del tratamiento, a diferencia de lo que ocurre normalmente en que cerca del 90 % prosigue su deterioro.
Fuentes consultadas dan cuenta de la existencia de muy pocos fármacos a escala mundial para atenuar los efectos de la enfermedad. Apenas seis con un alto costo que supera, para cada paciente, los 80 000 dólares en solo un año.
Se estima que el Alzheimer afecta a 46,8 millones de personas en el universo a la vez que tiende a su incremento gradual, y en el caso de Cuba constituye la primera causa de discapacidad en el adulto mayor. Lo padecerá el 2, 9 % de la población cuando 2030 nos visite.
Por su parte, la demencia toca a la puerta de unos 50 millones de personas en el mundo en el que más de la mitad vive en naciones de ingresos bajos y medios, y de acuerdo con cálculos entre el 5 % y un 8 % de la población general de 60 años o más sufre demencia en determinado momento.
En la mayor de las Antillas la prevalencia del síndrome demencial es de 10,2 por cada 100 personas, de manera estimada, en individuos que rebasan los 65 años y se ha determinado que el Alzheimer resulta su causa más frecuente.
En el infarto cerebral aproximadamente 15 millones de habitantes en el Planeta sufren un ictus cada año con un 10 % de la totalidad de los decesos ocurridos, mientras los episodios cerebrovasculares isquémicos constituyen el 87 % de todos los de su tipo.