«Hay un programa de trabajo que apuesta, de manera paulatina, a la recuperación de la producción de pescado, una proteína con la que hoy no se satisface a la población », afirmó Osnay Miguel Colina Rodríguez, miembro del Comité Central y primer secretario en Villa Clara, al resumir el amplio debate suscitado alrededor de la empresa Pescavilla y sus retos productivos, encaminados a cumplir con las necesidades alimentarias de primer orden.
El retroceso en los últimos años estuvo marcado por la carencia de pienso para la cría intensiva de clarias que desmotivó a muchos productores privados, la falta de insumos, piezas de repuesto para las embarcaciones, artes de pesca, unido a dificultades de índole subjetivo. De las 2400 toneladas anuales de pescado de agua dulce hoy se alcanzan solo unas 1300, disminución de algo más de mil toneladas con la que se resiente la dieta del villaclareño.
De ahí que recuperar esas cifras, buscando alternativas, como la cría extensiva, un mayor acercamiento a proyectos de colaboración internacional, mejoras en la atención a sus trabajadores y, sobre todo, incrementar la siembra de alevines, que deberá llegar en el futuro a 35 millones, se erigen como retos de la empresa, y quedaron evidenciados en la evaluación del tema realizada la mañana de este jueves 22 de septiembre.
Junto a las metas productivas, expuestas en el informe presentado por el miembro del Buró Carlos Amaury Figueredo Yumar, y luego detalladas por el director general de Pescavilla, Yendry Pineda González, se analizaron de manera crítica los problemas en la política de cuadros, con dos plazas por cubrir, de las 22 existentes, y varios cargos sin su correspondiente reserva, a lo que se suma el escaso incremento de militantes a las filas del Partido, con solo tres incorporaciones, de un potencial de 113 trabajadores menores de 35 años.
El pescado resulta la proteína que más pronto pudiera recuperarse, por encima de la vacuna, porcina y ovina-caprina, pero, para ello, en Villa Clara deben incrementarse los estanques y espejos de agua, que permitan alcanzar la meta de 35 millones de alevines este año 2022 se proponen sembrar 24 millones. En aras de este propósito existe un programa de trabajo y un mejor encadenamiento con Azcuba y la Agricultura, que ya tienen unos 7 millones de alevines en sus estanques.
En el amplio debate se habló de los avances en el centro de alevinaje de la presa Minerva, que busca el cierre del proceso productivo; de la Unidad Empresarial de Base (UEB) Prisca, de Sagua la Grande, en el segundo mayor embalse de Cuba: Alacranes, y se abordó la necesidad de incorporar a la presa Santa Clara, donde pudieran recuperarse otros 11 estanques.
Colina Rodríguez insistió en buscar proyectos internacionales que aporten financiamiento, sin dejar de acudir a otras vías, como los préstamos bancarios, pero, en primer lugar, garantizar un eficiente uso de las capacidades instaladas, lo que traerá consigo el incremento del número de alevines.
Según datos aportados por el director general de la empresa, de lograrse la siembra de los 35 millones de alevines, cifra aún distante en 11 millones, se pueden alcanzar unas 3500 toneladas de pescado, que elevarían la satisfacción alimentaria de esta importante proteína en la población villaclareña.
Los compromisos son altos. Existen atisbos que inducen a pensar un incremento de los resultados productivos. Para ello, debe fortalecerse el trabajo de los núcleos del Partido, Comités de Base de la Unión de Jóvenes Comunistas, y el funcionamiento del Sindicato.
En ese camino marcha Pescavilla en Villa Clara: «Un mejor resultado es empezar a ver el pescado en cantidades suficientes en las pescaderías y en nuestro hogares », sentenció, finalmente, Colina Rodríguez.