Han transcurrido 20 años desde el inicio del primer curso de la carrera de Licenciatura en Periodismo de la Universidad Central «Marta Abreu » de Las Villas.
Para suplir la escasez de profesionales en los medios de prensa de la región central del país y por iniciativa de los participantes en el VII Congreso de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC), se decidió inaugurar la carrera en la institución villaclareña. El período lectivo 2002-2003 le abrió las puertas a los futuros periodistas procedentes de Camagí¼ey, Ciego de ívila, Sancti Spíritus, Cienfuegos y Villa Clara.
Profesionales de la talla de Mercedes Rodríguez García, Mónica Lugones Muro, Mercedes Garcés Pérez, Bárbaro Rafael Hernández Acosta, Marelys Concepción Díaz, Dalia Reyes Perera, Alexander Jiménez Díaz y Marta Hernández Casas comenzaron a compartir sus conocimientos en un aula repleta de sueños e ideas por plasmar en un papel en blanco.
Quince profesores integraron el claustro que, asistido por destacadas personalidades del quehacer comunicativo del país, y encabezado por el profesor y periodista Julio García Luis, asumió la formación de quienes hoy ostentan años de servicio en los medios de prensa cubanos.
Primeros periodistas «ucelevianos »
Por aquel entonces, muchos de los que hoy habitan el emblemático edificio que acoge la Facultad de Humanidades ni siquiera rebasaban el año de vida. Las dinámicas de trabajo diferían bastante de las actuales, los laboratorios de computación constituían una novedad para muchos y la plataforma Moodle permanecía en total anonimato.
«Éramos 32 estudiantes con miles de inquietudes, miedos y deseos de hacer. Tuvimos la suerte de encontrarnos en aquel septiembre de 2002 y de estar en las manos de un claustro de lujo, que nos enseñó a amar, respetar y hacer periodismo », rememora Dayana Pérez Velázquez, periodista cultural, muy reconocida por los fieles oyentes de la emisora FM Estereocentro de Santa Clara.
«Guardo con amor infinito las lecciones de Periodismo Impreso de Mercedes Rodríguez, los días de radio de Dalia Reyes, la pasión sin medida de Abel Falcón, las técnicas para la entrevista de Alicia Elizundia y las mil historias de Lourdes Rey Veitía. Nos formamos como periodistas con grandes reporteros a nuestro lado.
«Fuimos irreverentes, problemáticos, eternos inconformes; pero también amigos, fiesteros, fanáticos del béisbol y del fútbol, apasionados por la trova; forjamos amistades para toda la vida más allá de los años y la distancia.
«Si pudiese retroceder el tiempo, elegiría de nuevo la carrera de Periodismo, a mis compañeros de aula, mis profesores y mi UCLV ».
Para Sabdiel Batista Díaz, actual presidente de la Unión de Periodistas de Cuba en Cienfuegos, la universidad villaclareña posee un enorme prestigio en Cuba y la carrera de Periodismo, en particular, ha sido importante desde su fundación.
«Atesoro memorias de mis excelentes profesores, hoy, colegas y amigos; de muy buenos compañeros, convertidos en casi hermanos; de la vida universitaria, de la beca, de las actividades culturales y deportivas.
«Recuerdo las clases icónicas de Rafael Pla, Raúl Lombana, Mercedes Rodríguez o Abel Falcón. No obstante, también añoro los momentos en que nos reuníamos en la biblioteca a estudiar o salíamos de fiesta. Existía una unidad extraña y agradable. Era una época linda para aprender y hacer amistades ».
Protagonista en el reconocido espacio televisivo La hora de todos y corresponsal nacional del Sistema Informativo de la Televisión Cubana, Gricelys Moreno García confiesa que nunca imaginó trabajar en el medio audiovisual.
«Mi profesora de español y literatura en el preuniversitario me impulsó a estudiar la carrera. Siempre me gustó leer y escribir, y soñando con contar historias en un periódico o una revista, decidí estudiar Periodismo.
«Cuando comenzamos la carrera, muchos pensamos que estudiar en la primera promoción de la carrera Licenciatura en Periodismo en la Universidad Central “Marta Abreu†de Las Villas sería una desventaja; sin embargo, el claustro de profesores demostró su inigualable competencia y profesionalidad.
«Veinte años después, recuerdo desde mi primer día de clases y la llegada tarde a un turno de Filosofía hasta mi participación en los festivales de artistas aficionados o en el rescate del boletín de los Juegos Criollos. Como fuimos el primer grupo de periodistas, todos nos conocían, protagonizamos muchas de las principales actividades de la facultad.
«Vivimos cinco años llenos de personas muy diferentes, muy particulares, que nos hacían reír muchísimo y también nos ayudaron a convertirnos en los profesionales que somos hoy ».
En 2007, a los reporteros devenidos profesores se les sumarían estos jóvenes egresados de la primera graduación para nuclear un departamento caracterizado por la sistematicidad y la calidad de su trabajo.
Al graduarse, Linnet Molina Rodríguez decidió dedicarse a la docencia, y con 15 años de experiencia, se ha convertido en un paradigma de los estudiantes y futuros periodistas.
«Los alumnos de la carrera resultan excelentes educandos, preparados, con formación cultural, con inquietudes y deseos de llevar a la práctica lo aprendido. Siempre me he visto superada en los alumnos; sobre todo, en aquellos que se forjan dentro de los medios de comunicación mientras cursan la carrera.
«En mis años de estudio, me vinculé poco a la práctica y, por eso, estuve más identificada con la enseñanza que con el ejercicio reporteril. Me siento realizada en el aula.
«Como docente, trato de exigirle a mis estudiantes lo mismo que me exigía a mí misma: no prepararse para obtener una nota, sino para aprender. Los enseño para la vida, no para una calificación ».
Dos décadas después, la carrera continúa apostando por la formación de profesionales que, además de comunicar a través de la prensa escrita, radial, televisiva y digital, posean las habilidades y aptitudes para pensar en los sucesos, analizarlos y criticarlos en pos de lograr un cambio. Entre 2007 y 2021, se han graduado 280 periodistas en la casa de altos estudios villaclareña.
Aún cursaba la secundaria básica cuando decidí convertirme en periodista. Por aquellos tiempos, ignoraba la importancia de la profesión y la enorme responsabilidad que conllevaría comunicar, de la mejor forma posible, los sucesos más trascendentales de la realidad cubana.
Con cinco años de estudios, dos de graduada, varios tropiezos y un montón de meteduras de patas, adoro mi profesión y agradezco la oportunidad de haberme formado con tantos referentes del periodismo cubano como maestros.
Para los nuevos estudiantes y para los irremediablemente enamorados del papel en blanco, solo tengo palabras de aliento. Por mis colegas siento admiración y respeto. Por mis maestros, el mayor de los agradecimientos.