La diversificación agropecuaria que registra Santo Domingo todavía insuficiente de acuerdo con las potencialidades de los suelos, las misiones de los productores y vínculos con centros científicos de la municipalidad, se consolidan en el empeño por garantizar en el ámbito de las comunidades los correctos mecanismos de distribución-venta-consumo de la población.
El jueves 3 de noviembre durante un recorrido de Osnay Miguel Colina Rodríguez, miembro del Comité Central del Partido y primer secretario en la provincia, se constató que Cascajal, por las fortalezas de los sectores estatal y campesino cooperativo, figura como una comunidad ideal para robustecer las entregas de alimentos al consumo social, disponer de puntos de venta y contribuir a contener los altos precios de ventas de las mercancías.
Los crecimientos del módulo pecuario 26 de Julio, adjunto a la Unidad Empresarial de Base Cascajal, tienden a consolidarse con apenas un año en funcionamiento. Esa entidad de la Agropecuaria Santo Domingo, con crías de gallinas rústicas, conejos, carneros y ganado bovino en ventas de carne a mataderos, aporta alimentos para el sector.
De acuerdo con explicaciones de Vivian Lugo García, médico veterinario y guía de la instalación, aspiran a crecimientos en la masa animal según las garantías de pastos y forrajes que plantan en unas 10 hectáreas de suelo que rodean la instalación.
Dijo que allí el pienso no se importa, y lo fabrican en combinación de plantas proteicas, yuca, boniato y granos. «Es la razón por la cual aspiramos a contar con más animales ». Colina Rodríguez preguntó por el punto de venta para la población, y la mujer respondió que lo abrirán en corto plazo, y también incorporarán, como desean, crianza de chivos en tarima, cerdos de capa oscura y guanajos, entre otros animales.
El primer secretario del Partido instó al colectivo laboral a «no detenerse, y aumentar los rebaños para, después de garantizar el consumo de proteína animal a los trabajadores y familiares, impulsar ventas de producciones en la comunidad ».
A la Cooperativa de Producción Agropecuaria Mariana Grajales, a punto de desaparecer en 2020 cuando sus socios estuvieron unos ocho meses sin ingresos económicos, llegó Colina Rodríguez, acompañado por Javier Gómez Regalado, primer secretario del Partido en el municipio, para apreciar siembras de cultivos varios en abundancia, y los aportes lecheros a la industria.
«Aquí nadie abandonó su área de labor, y con esfuerzo colectivo y unidad con los organismos del territorio, salimos adelante », explicó Miguel Morales Díaz (Pichichi), el presidente. Curtidos campesinos lo acompañaron en el diálogo ameno que sostuvo con Colina Rodríguez, y manifestó el anhelo de volver algún día, cuando dispongan de máquinas modernas para el riego de agua, a plantar papa, y mantener una tradición que durante reiteradas campañas los convirtió en los mejores cosecheros del tubérculo en la provincia.
Al ganado «hay que cuidarlo con celo, desde la reproducción y alimentación hasta del hurto y sacrificio ilegal, muy propenso por constituir una zona abierta con vínculo geográfico con otras provincias del país », declaró el dirigente campesino.
Unos 72 000 litros de leche tienen de compromiso en acopio para la industria, y el plan está al 98 % de entrega, señaló. La cooperativa «exhibe otro rostro, y salimos del subsuelo en pérdidas económicas, sin que nadie se amilanara, vamos adelante. Ya hoy se obtienen ganancias, y las siembras de cultivos varios tomate, habichuela, yuca, boniato, malanga dejarán otros frutos », recalcó el presidente.
Hasta Los Marcelos, en zona de La Panchita, fue el secretario del Partido para apreciar el fomento que toma la crianza de alevines en agua dulce cachama, especie de Colossoma macropomum, y ciprínidos, así como el monitoreo que se ejecuta por los especialistas de la Empresa Agroindustrial Azucarera George Washington, encargada de la explotación acuícola.
Ismael Clavero Suárez, al frente del colectivo de trabajo, precisó que desde febrero comenzaron a ejecutar dos estanques, de 2.5 hectáreas cada uno. Ya tienen sembrados en uno 41 000 alevines en policultivos, y preparan condiciones para el llenado de agua, extraída de pozos fértiles y salinos de la zona, en otro. La «idea será contar aquí con un centro de elaboración de embutidos y pastas alimenticias. Con el pienso, criollo, para los animales, no hay problemas. Disponemos de granos y residuos de cosechas obtenidos en la entidad », resaltó.
Hasta La Piedra, finca del productor de cultivos varios David Benavides Pérez, antes transportador de pasaje en coche, y ahora convertido en usufructuario, arribó el primer secretario del Partido en la provincia para comprobar en la finca cómo con medios biológicos, tracción animal y esfuerzos por producir alimentos, «se registran saltos en cosechas », dijo Colina Rodríguez.
Con 40,26 hectáreas de suelos, antes subutilizados, y riego de agua por aniego, Benavides Pérez, añadió, está en lo «que le gusta, el campo ». Tiene siembras de tomate de la variedad Daniel destinado al consumo fresco y la industria, y contuvo ataques de plagas con hidrato de cal vertido de manera directa sobre las plantas. «Probé con muchos medios biológicos, pero nada. Hasta que vino el suministro del polvo y la enfermedad se contuvo. Ahorita llega el despunte de los frutos. Uno no se puede detener », resaltó el productor, quien, además cosecha frijol, sorgo y plátano fruta y vianda, entre otras siembras.
La diversificación de cultivos «dará otras alegrías en esta finca », acotó Colina Rodríguez en conversación con el campesino asociado a la Cooperativa de Créditos y Servicios Conrado Benítez, en Santo Domingo.
En la minindustria La Luisa, atendida por los hermanos Osiris y Jorge Luis Vázquez Bauta, en El Cerrito, hubo una parada del primer secretario del Partido para un diálogo con los trabajadores, y el interés por conocer de producciones de conservas mermeladas, puré de tomate y jugos, y precisar aspectos del desarrollo de frutales en la CCS Conrado Benítez, una de las mayores aportadoras en la provincia.
Jorge Luis, elocuente en su explicación, dijo que en la zona existen más de 90 ha de suelos dedicados a siembras de frutales, y en la parte agrícola de su finca aplican el intercalamiento de cultivos frijol, frutabomba y hortalizas dentro de plantaciones de mango, guayaba, aguacate y mamey, experiencia que ofrece saltos en producciones que contribuyen a la alimentación de los trabajadores, los familiares y al autoabastecimiento de la localidad.
Del encadenamiento de producciones, la inclusión en los proyectos de iniciativa de Desarrollo Local, así como de la voluntad por sustituir importaciones, ampliar las ofertas, y explotar con eficiencia las modernas tecnologías instaladas, también se conversó en La Luisa, una minindustria que, al decir de Colina Rodríguez, deberá aspirar a autoabastecerse de energía eléctrica a partir de la instalación de paneles solares.