Desde el Departamento de Promoción de Salud y Prevención de Enfermedades de Santa Clara llegan efectivas recomendaciones al fijarse cada 24 de Marzo como Día Mundial contra la Tuberculosis (TB).
De ello se encarga el Dr. Jorge Guemez Muñoz, asesor del programa de la afección en Villa Clara, quien la describe como una enfermedad prevenible y curable, siempre que se realice un diagnóstico precoz encaminado a la reducción de las complicaciones y el riesgo de morir.
Si de orígenes se trata, el experto la cataloga entre las entidades de origen bacteriano producida por la bacteria Mycobacterium tuberculosis. Fue descubierta por el eminente científico Dr. Robert Koch, el 24 de marzo de 1882, época en que la TB provocaba la muerte de una de cada siete personas en los Estados Unidos y Europa.
«En Villa Clara y en Cuba no constituye un problema de salud, aunque la provincia experimenta, en los últimos años, un incremento de casos de manera homogénea. Existe riesgo de enfermar en determinados municipios como Remedios, Sagua la Grande, Santa Clara, Santo Domingo y Camajuaní, este último presenta las mayores complejidades. En el área de Salud de Vueltas se realizó el acto provincial como forma de concientizar a favor de la disminución de la dolencia», sustenta el galeno.
Cualquier persona puede enfermar, pero existen antecedentes mayoritarios entre alcohólicos, fumadores, contactos con casos anteriores y la coinfección originada por el VIH/SIDA, por citar algunos.
Guemez Muñoz asevera que el padecimiento se propaga de una persona a otra a través del aire. Los microbios se transportan cuando un portador de la afección alojada en los pulmones o en la garganta tose, habla, ríe o estornuda, y aunque afecta principalmente los órganos pulmonares no es descartable su localización en otros sitios como los ganglios linfáticos, los riñones, huesos y las meninges.
«En una TB pulmonar el paciente va a presentar síntomas respiratorios prolongados por más de 21 días ya sea tos, expectoración, algún cuadro febril fundamentalmente en la tarde y se acompaña de manifestaciones generales como decaimiento, sudoraciones nocturnas, pérdida de peso, en dependencia de cada persona».
En el caso de las evidencias extrapulmonares, el especialista considera que se observan con bastante frecuencia. Entre ellas la ganglionar en mujeres con adenopatías (inflamación) que no son dolorosas, sin descartarse la fiebre, por lo que debe pensarse en la presencia de una TB al hacer un diagnóstico diferencial.
Bajo el lema «¡Sí! ¡Podemos poner fin a la TB!» el mundo acogerá este año la jornada de reflexiones, que en el caso de Cuba dispone de un Programa de Prevención y control desde los primeros años de la década de los 60 e incluye la atención primaria de salud hasta la terciaria a favor de un diagnóstico oportuno y el correspondiente tratamiento.
«La terapéutica es gratuita y queda supervisada por el Médico y la Enfermera de la Familia. Una vez que se inicie a los seis meses, como promedio, el paciente está curado y reinsertado a la sociedad con el seguimiento a la totalidad de los contactos de estos enfermos», precisa Jorge Guemez.
En Villa Clara existen comisiones para el abordaje de la TB, una que sesiona en el hospital pediátrico José Luis Miranda y otra de adultos en el «Arnaldo Milián Castro», integrada por varias especialidades para la valoración multidisciplinaria.
Al resultar un padecimiento trasmitido por las vías respiratorias, el Dr. Guemez Muñoz alude a elementos vitales relacionados con la prevención: el distanciamiento físico, no acudir a centros de trabajo con síntomas respiratorios ni a lugares donde exista aglomeración de personas.
Sugiere, también, el uso del nasobuco, una adecuada higiene a partir del lavado frecuente de las manos y de superficies, y una adecuada ventilación de los locales donde desempeñamos la vida.
UNA MIRADA AL MUNDO:
— Más de 4400 personas pierden la vida a diario por causa de la TB y cerca de 30 000 enferman. En las Américas mueren por día unas 70 personas y aproximadamente 800 se convierten en pacientes.
— Los esfuerzos mundiales para combatir la tuberculosis han salvado unos 74 millones de vidas desde el año 2000. Sin embargo, la pandemia de la COVID-19 y las desigualdades socioeconómicas restan años de progreso en la lucha contra el padecimiento y aumentan aún más la carga sobre los afectados, especialmente los más vulnerables.
— La TB infantil representa entre el 3% y el 40% del total de los casos y su mayor incidencia se presenta en países con alta endemia; sin embargo, tiene un comportamiento irregular al reportar la mayor influencia en los menores de dos años, una disminución entre los 5 y 10 años, y un incremento nuevamente en la adolescencia.