Resistencia creativa en la División de Talleres Enrique Villegas

El espíritu innovador y la incorporación de producciones alternativas, mantienen activos los talleres dedicados a la confección de implementos para los sectores azucarero y agrícola.

A 55 años de su fundación, el 24 de marzo de 1968, la División de Talleres Enrique Villegas acompaña a la Empresa Azutecnia del Grupo Empresarial Azucarero (AZCUBA) con servicios de ingeniería, asistencia técnica, y la producción de equipos y maquinarias para la agroindustria azucarera.

Los más de 200 trabajadores incorporados a su quehacer en seis unidades productoras —tres en sus predios y el resto en Zulueta, Sagua la Grande y Santo Domingo— mantienen su objeto social, para continuar la reparación, recuperación y fabricación de partes, piezas y equipos con destino a ese sector y la mecanización agrícola, en sintonía con la estrategia económica y social del país, a favor de la seguridad y soberanía alimentaria.

Entre los implementos dirigidos a ambas actividades, se encuentran: la chapeadora CH60m; el arado tubular de disco ATD-3M2S; el surcador triple para el conformado de surcos para plantar caña; la guía de agua; cuchillas traseras para esparcir o recoger materiales ligeros y desechos sólidos, entre otros equipos para la nivelación de caminos y terraplenes en tramos cortos y pequeñas parcelas.

Distinguen también a ingenieros y técnicos, la silocosechadora SC-1700 para el corte de forraje verde para la alimentación ganadera; el desintegrador de caña —capaz de analizar la calidad de la materia prima—; una forrajera, y un rotobator para la rotura y esponjamiento de los suelos y la preparación rápida de huertos.

Otra maquinaria salida de sus talleres, lo constituye la ensiladora vertical hidráulica para ensilar pequeñas cantidades de forraje verde compactado en bolsas de nailon para su almacenamiento y uso a corto y mediano plazo.

INNOVAR PARA AVANZAR

En tiempos difíciles en que escasean los recursos y financiamiento, los trabajadores de la «Enrique Villegas» han tenido que poner en práctica alternativas para suplir las carencias actuales, sin abandonar su razón de ser.

Eduardo Ruiz Benítez, quien desde 1999 asume la dirección de la entidad, expresó a Vanguardia, que ante este panorama no se amilanaron, e introdujeron la fabricación de tubetes y porta tubetes plásticos para la producción de posturas en semilleros y viveros, además de útiles del hogar, entre ellos, platos y pozuelos con una alta demanda en el mercado nacional. A esta gama de artículos incorporarán próximamente otros modelos, a partir del polipropileno virgen que mezclan con el reciclado adquirido en la Empresa de Recuperación de Materias Primas, como una nueva línea  productiva.

Desarrollan, además, la fundición de aluminio para equipos de mecanización, con la compra de ese metal de baja densidad a la industria del reciclable. Asimismo, prevén incorporar la producción de talcos para el repellado de paredes.

En la búsqueda de valores también prestan a terceros servicios de mantenimiento, pintura y carpintería, y aseguran flujos productivos para la parte no cañera con destino a la construcción, como la concretera EV 160 L para mezclas de mortero y hormigón, y vagones y rastrillos, en busca de financiamiento fresco.

Estas y otras iniciativas, y la apertura hacia sectores que demandan de su atención, han evitado la interrupción laboral de obreros, técnicos y especialistas, y su éxodo hacia otras actividades más atractivas.

Los resultados obtenidos en el 2022 son muestra de los esfuerzos por mantener altos indicadores y evitar pérdidas. En esa etapa alcanzaron ingresos por encima de los 42 millones de pesos; en tanto, los primeros meses del 2023 se comportan de manera satisfactoria. Ello les permitirá incorporar otros 3 millones de pesos más a lo logrado el año pasado.

Aquí el Grupo de Proyectos y Desarrollo no deja de soñar, y a pesar de las limitaciones económicas, continúa el diseño de prototipos de equipos agrícolas, su fabricación, proceso de pruebas y puesta en marcha, con el acompañamiento de equipos de tecnología de punta, entre ellos, un plantógrafo y máquinas herramientas por control numérico computarizado.

Asimismo, mantienen estrechos vínculos con el Centro de Investigaciones de Soldadura de la Universidad Central «Marta Abreu» de Las Villas y la Facultad de Mecánica, así como con el Instituto Politécnico Industrial Raúl Suárez Gayol, al facilitar las prácticas docentes a estudiantes en especialidades afines a la actividad.

Actualmente, desarrollan una cosechadora de yuca que ya pasó la etapa de pruebas con buenos resultados en el Instituto Nacional de Investigaciones de Viandas Tropicales (INIVIT) del municipio de Santo Domingo.

Avanzan, además, en la creación de un equipo para procesar la fibra del coco con disímiles usos, y en la ejecución de una composteadora para mezclas de abono orgánico, a partir del compost y la cachaza de la caña de azúcar.

A pesar de contar con una fuerza laboral envejecida, el colectivo se esfuerza por crear un movimiento de aprendices que aseguren el relevo, en una entidad altamente comprometida con el presente y futuro de los sectores azucarero y agrícola, donde se impone actuar con inteligencia y resistencia creativa.