«El proyecto va dirigido a niños y niñas entre los 9 y los 11 años y adolescentes hasta los 15 años, pero suma otros públicos aliados», precisa la Dra. Isa Álvarez León, experta del Departamento de Promoción de Salud y Prevención de Enfermedades de Villa Clara. (Foto: Ricardo R. González)
Ricardo R. González
@riciber91
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01 Abril 2023
01 Abril 2023
hace 1 año
El 11, 5 % de los adolescentes cubanos, entre 13 y 15 años, consumen algún producto vinculado al tabaco. En tanto, el 81,7 % de quienes ya fuman desconoce el alto grado de adicción que provoca su consumo, de acuerdo con una encuesta mundial sobre el tabaquismo.
Ante este panorama, considerado como enfermedad crónica no trasmisible, adictiva y nada consecuente, aparece «Esto sí es vida» que procura incidir en infancias libres de tabaquismo como campaña de comunicación para prevenir la adicción desde edades tempranas y concientizar acerca de los beneficios de evadirla, tanto para la salud personal como la del Planeta.
Entre sus objetivos figuran, también, alejarse de estereotipos que acentúan la práctica de fumar como algo atractivo que no ocasiona tanto peligro, sin descartar las motivaciones hacia ese grupo de edades a fin de que influya en las familias y personas cercanas sobre las ventajas de no fumar.
Según precisiones de la Dra. Isa Álvarez León, experta del Departamento de Promoción de Salud y Prevención de Enfermedades de Villa Clara, el proyecto va dirigido a niños y niñas entre los 9 y los 11 años y adolescentes hasta los 15 años. Pero suma otros públicos aliados a partir de las familias, las instituciones educacionales de la enseñanza primaria y secundaria, profesionales de los medios de comunicación y aquellos decisores responsabilizados con el cumplimiento de las medidas legislativas para la prevención y control del tabaquismo.
«Están previstas actividades de interacción en espacios públicos, difusión de productos comunicativos y educativos, talleres de intercambio y creación de mensajes sobre la prevención del tabaquismo y las acciones a través de las redes sociales orientadas, en lo fundamental a la familias y colectivos pedagógicos», explicó Álvarez León.
Es notorio que el 73 % de los encuestados afirmó que les resultó «novedoso» ver a personas fumando en la televisión o en vídeos y películas como fuentes de iniciación o imitación en el dañino mundo de los cigarrillos.
Además del fundamento principal de la campaña se insertan también otros que refuerzan su principio fundamental, entre ellos: «Vivir sin fumar es más ecológico», «Vivir sin fumar es más sabroso» y «Vivir sin fumar es más saludable».
Entre los patrocinadores de la campaña «Esto sí es vida» por infancias libres de tabaquismo aparecen el Ministerio de Salud Pública, la Organización Mundial de Salud (OMS), la Panamericana de la Salud (OPS), y Prosalud dirigida a la Promoción de Salud y Prevención de Enfermedades, entre otras.
Tabaquismo por el mundo
Valoraciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) consideran que más de 7 millones de personas mueren al año como consecuencia de la adicción; de estas, una cifra superior a los 6 millones son consumidores directos, y alrededor de 890 000 están expuestos al humo ajeno como fumadores pasivos.
— Es preocupante en niños y adolescentes ante las propias características de la edad: deficiente autocontrol, rebeldía, búsqueda de autonomía y consolidación de la identidad sin percepción del riesgo.
— Juegan un rol importante la curiosidad, imitar a otros, seguir la moda, buscar placer, aumentar la confianza, o aliviar la ansiedad. Para los muchachos fumar supone autoridad y hombría, y para las féminas, libertad y reafirmación personal.
— El organismo internacional considera que las influencias de los modelos sociales propiciados por fumadores cercanos, la actitud de la familia ante el tabaco, la disponibilidad y accesibilidad al producto junto a la publicidad en los medios de comunicación y ciertos rasgos individuales resultan decisivos para iniciar el consumo.
— Cada día empiezan a fumar entre 82 000 y 99 000 jóvenes, muchos de ellos menores de 10 años.
— Está presente en los estudiantes y profesionales de la salud, que han aprendido a identificar el riesgo de eventos no saludables en los pacientes, y no siempre reconocen su propio riesgo de enfermar o morir.