Existen múltiples aristas que conforman la vida; sin embargo, para muchos algunas pasan inadvertidas porque quién pudiera vivir sin la ciencia de las mediciones o la normalización que abre los caminos al desarrollo y la calidad de los productos y servicios a fin de lograr una competencia leal.
¿Se piensa en estas realidades? ¿Forman parte de la cotidianidad? Estos detalles bien los conoce la máster Sonia T. Hernández Méndez, al frente de la Oficina Territorial de Normalización (OTN), cuando ya se cumplen cinco décadas de acciones vitales para un país relacionadas con la propia normalización, la metrología y el control de la calidad.
Una historia que inició en 1972 por cuatro compañeros que trabajaban en la dirección provincial de normas del MINBAS. Entonces, Sonia acude a sus nombres y recuerda a Sara Orquídea González Morfa y Pedro Pablo Rivalta (ambos ya fallecidos), y a José Hernández Borrego y Armando Baeza.
«Precisamente en la sala de Sara Orquídea se constituyó esta organización, y un año después se creó el Instituto Cubano de Normalización, Metrología y Calidad con sus delegaciones en todas las provincias, pero la primera resultó la de Villa Clara, que incrementó la nómina a 28 trabajadores y abarcaba las provincias centrales».
—¿Objetivos iniciales?
—El peso fundamental recaía en la verificación de la metrología con énfasis en instrumentos de masa (balanza, báscula, espectrómetro, entre otros) a partir de un plan piloto en estas disciplinas, en las que participaba un grupo fuerte de entidades como Planta Mecánica, INPUD, y la Fábrica de Bujías, por citar algunas.
«Los capítulos de esta historia incluyen al año 1976, con la creación del Comité Estatal de Normalización, ampliándose así el abanico de la institución con inspecciones de calidad a la producción y los servicios, hasta que dos años después aparece el Centro Territorial de Metrología».
—¿Cómo se lograba la capacitación del personal en tiempos en que los adelantos de la comunicación no resultaban novedosos?
—En colaboración con la desaparecida URSS se comenzaron los pasos para lo que sería la instalación actual con 14 laboratorios especializados, al tiempo que se fortaleció la inspección metrológica y de calidad que dejaría inaugurada, en febrero de 1989, la instalación de la OTN.
«El personal de entonces se capacitó en la URSS porque eran magnitudes físicas que comprendían temperatura, presión, masa, longitud, ángulo y electrónica, para dar respuestas precisas a la economía en el territorio central.
«Ya en 1994 formamos parte del Ministerio de Economía y Planificación, y desde el 2002 hasta la actualidad hemos pertenecido al Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA)».
Al pasar de los años
Sonia Hernández no imaginó los grandes retos que enfrentaría, máxime en estos tiempos en los que su colectivo ha tratado de brindar servicios a la región central con alcance a otros territorios.
«Es dar respuesta a la economía ante contingencias marcadas y que influyan en el pueblo con los detalles cualitativos de los productos que recibe. De la verificación y calibración de los instrumentos de medición depende la salud, las transacciones comerciales y el propio comercio; por lo que en todos estos años se ha tratado de mantener la prestación de servicios, ligada a la capacitación técnica de nuestro personal, al tiempo que continúa la supervisión e inspección metrológica».
—¿De qué manera se insertan los nuevos actores económicos a la OTN?
—Sería improcedente no asimilar las dinámicas contemporáneas de la vida. El equipo no descuida la capacitación al sector empresarial y la correspondiente a los nuevos actores económicos ni a los involucrados a los sistemas alimentarios locales, con énfasis en Santa Clara, Remedios y Placetas.
—¿En la cartera aparecen otros perfiles?
—Villa Clara mantiene un buen número de empresas certificadas en calidad otorgado por la Oficina Nacional de Normalización, y se asesora para la elaboración de las normas de empresas.
«Asumimos también la valoración del sistema de pérdidas y desperdicios que compete al CITMA, y por primera vez el país incorporó una ley de Inocuidad Alimentaria al crearse un grupo de trabajo para el abordaje de estos temas.
«También trabajamos con el Premio de la Calidad de Villa Clara y las dos empresas que optan por la categoría a nivel nacional, la Empresa de Proyectos Agropecuarios (ENPA) y el Centro de Bioactivos Químicos (CBQ), este último ya con su lauro provincial.
«De conjunto con la ONURE nos vinculamos a un proyecto en la red de aprendizaje de los sistemas de energía, y ya se cuenta con dos entidades certificadas y se sigue trabajando con diferentes ministerios.
«Y en cuanto al asesoramiento, lo brindamos en cualquiera de las actividades, en capacitación, en servicios metrológicos y en otros renglones de inspección, como fondos exportables, sustitutos de importación, productos de amplio consumo con incidencia directa en la población, así como en metrología legal y productos preempacados».
Cumpleaños 50
Precisamente este 8 de mayo se cumplen 50 años de la institucionalización de la Normalización, la Metrología y la Calidad en Cuba.
En tiempos difíciles se complejiza el ofrecimiento de los servicios metrológicos ya que necesitan realizarse en el lugar, sobre todo los concernientes a la verificación y calibración. En este marco no se puede dar la espalda a las dificultades con el transporte y el combustible, que se soluciona con la colaboración de las empresas necesitadas de su asistencia, aunque otros instrumentos sí deben chequearse en los laboratorios propios de la OTN.
Por su parte, las inspecciones de calidad a producciones y servicios también sienten las limitaciones en el actual año. Existe la necesidad de mover al personal a los distintos municipios y, en ocasiones, no existen los recursos.
Respecto a la capacitación mediante cursos, puede realizarse de manera presencial o a distancia a través de las plataformas virtuales. Por eso es un anhelo del centro montar su sala de videoconferencias para incidir favorablemente en el trabajo.
Sonia Hernández invita a las empresas a llegar a las instalaciones de la OTN. «Las puertas están abiertas a fin de formalizar contratos, no solo de las provincias centrales, aquí viene personal de Camagüey, de Ciego de Ávila, Las Tunas, incluso de Matanzas con su polo petrolero, y del resto de las entidades, porque contamos con un área comercial con personal calificado para hacer las formalizaciones de esos documentos».
—Contra vientos y mareas, ante situaciones adversas y en tiempos difíciles, ¿seguirá existiendo la OTN?
—Contra todos los pronósticos y coyunturas los trabajadores nos creceremos ante las dificultades y seguiremos siendo esa oficina que realizará sus acciones con la calidad y profesionalidad que demanda nuestro pueblo, pues seguiremos siendo sus servidores.
Adversidades del camino
Es una actividad muy técnica, no siempre se comprende en los gobiernos y en el sector empresarial sobre su importancia para el país, teniendo una incidencia directa en la calidad de vida del pueblo:
—Pérdida de profesionales que han marchado a otros sectores de mayor remuneración.
—Ante las múltiples situaciones de bloqueo y limitantes económicas, no se han podido actualizar las tecnologías, en el caso de la metrología legal como esfera, la mayoría pertenece al antiguo campo socialista.
—Dificultades para salir al extranjero a fin de calibrar nuestros propios patrones.
—No se ha recibido nuevo equipamiento desde la década de los 80.