Apagar el incendio antes de la explosión y el fuego
Del 15 al 21 de mayo, el Cuerpo de Bomberos de Villa Clara celebró la Semana Nacional de Protección contra Incendios, dedicada a fomentar la cultura preventiva.
Teniente coronel Jorge García Albero, jefe de la Unidad Técnica de Prevención de Incendios del Cuerpo de Bomberos de Villa Clara. (Foto: Ramón Barreras Valdés)
Victoria Beatriz Fernández Herrera
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19 Mayo 2023
19 Mayo 2023
hace 1 año
A casi un año del incendio de grandes proporciones en la Base de Supertanqueros de la ciudad de Matanzas, muchos aún recuerdan cuánta incertidumbre y dolor padeció Cuba durante los cinco días que ardió el fuego. Una descarga eléctrica en uno de los tanques que almacenaba crudo nacional paralizó todo un país y alertó, de la peor manera, sobre la necesidad de reforzar las medidas de seguridad en los lugares con mayor riesgo.
Así lo recuerda el teniente coronel Jorge García Albero, jefe de la Unidad Técnica de Prevención de Incendios del Cuerpo de Bomberos de Villa Clara, quien insiste en la importancia de la prevención para evitar la pérdida, tanto de vidas humanas como de recursos materiales imprescindibles en el desarrollo socioeconómico del país.
Precisamente para fortalecer el control preventivo y el chequeo de las medidas de protección contra incendios en establecimientos estatales y privados, así como en el sector residencial, el Ministerio del Interior (Minint) decidió crear unidades provinciales que agruparan a los inspectores del Cuerpo de Bomberos en una única estructura territorial. Así surgió la Unidad Técnica de Prevención de Incendios hace más de una década.
A decir de García Albero, la estructura en Villa Clara cuenta con 17 revisores que examinan y detectan las violaciones. «La profesión le desagrada a algunas personas, pues el inspector posee la facultad de adoptar medidas legales en caso de incumplimiento y las acciones fiscalizadoras tienden a provocar cierto rechazo. No obstante, nosotros salvaguardamos la vida y contribuimos a reducir el número de accidentes diarios. No apagamos el fuego, lo evitamos» agregó.
En el caso de las empresas e instituciones, la Unidad Técnica de Prevención centra su interés en mantener activas y funcionales todas las técnicas de protección —dígase la red constante de agua, los extintores portátiles, los sistemas automáticos de detección, de iluminación de emergencias, de extinción del fuego y de protección contra descargas eléctricas, así como la señalización.
Sin embargo, también enfoca su quehacer en la reducción de vulnerabilidades: correcto almacenamiento de productos inflamables, eliminación de los desechos sólidos combustibles, desobstrucción de tragantes, limpieza de zanjas, poda y tala de árboles y limpieza de los techos de los diferentes organismos.
Si bien la estructura no inspecciona ni fiscaliza al sector residencial, sí organiza brigadas de bomberos voluntarios y círculos de interés para visitar los hogares y explicar a las personas las medidas a tener en cuenta para prever accidentes. «Estas actividades resultan significativas porque, en muchas ocasiones, prima la negligencia en los hogares» insistió el jefe de la Unidad Provincial de Prevención.
«Por ejemplo, el tema de las combustiones provocadas por motorinas constituye hoy una de las mayores preocupaciones del Cuerpo de Bomberos. En la mayoría de los casos, estos siniestros ocurren porque el dueño del vehículo realiza modificaciones indebidas en sus componentes; de ahí la necesidad de alertar sobre el peligro de estas prácticas.
«Asimismo, nos alarma la costumbre de trasegar gas licuado de un cilindro a otro dentro de las casas o en pasillos y otros espacios cerrados; este líquido es muy inflamable y puede provocar una ignición con daños irreparables».
Bajo el lema «Salvemos, los incendios son evitables», el Cuerpo de Bomberos de Villa Clara aprovechó la Semana Nacional de Protección Contra Incendios para extremar las medidas preventivas y elevar la preparación de las fuerzas profesionales y voluntarias con el fin último de evitar la ocurrencia de pérdidas económicas y humanas.
Desde 1966, se celebra en Cuba este espacio que implica a los bomberos y otros involucrados en tan importante labor, pero también a gran parte de la población, a escuelas y a centros laborales. La jornada constituye el momento propicio para renovar y fortalecer los mecanismos de seguridad contra incendios y reducir al mínimo el número de estos desastres.