Un hombre de una inteligencia visionaria

Dos grandes hombres, Maceo y Che serán recordados en Santa Clara con una peregrinación que iniciará ante el busto del General Antonio en el parque de la Rotonda y culminará en la Plaza.

Compartir

Plaza de la Revolución Ernesto Che Guevara, en Santa Clara.
La Plaza de la Revolución Comandante Ernesto Guevara, lugar del acto nacional por el aniversario 95 de su natalicio. (Foto: Tomada de Internet)
Narciso Fernández Ramí­rez
Narciso Fernández Ramí­rez
@narfernandez
619
13 Junio 2023

El 14 de junio de 1967 escribió el Che en su Diario de Campaña: «He llegado a los 39 y se acerca inexorablemente una edad que da que pensar sobre mi futuro guerrillero; por ahora estoy “entero”».

Cuatro meses después caería asesinado en la escuelita de La Higuera y su cadáver desaparecido, para que jamás fuera hallado, aunque, de manera profética, el poeta Nicolás Guillén había previsto lo contrario: «Y no porque te quemen,/porque te disimulen bajo tierra,/porque te escondan/en cementerios, bosques, páramos,/van a impedir que te encontremos,/Che Comandante,/amigo.

Ernesto Che Guevara escalando el Popocatépetl, en México.
Ernesto Che Guevara escalando el Popocatépetl, en México. (Foto: Tomada de Internet)

Tres décadas más tarde, sus restos, junto a los de varios de sus compañeros caídos en Bolivia, llegaban a Cuba y eran depositados en la Plaza de la Revolución que lleva su nombre en la ciudad de Santa Clara, donde, desde entonces, reposan insomnes y vigilantes, exigiéndoles a los villaclareños resultados: «surcos de fuego, cañas cortadas, fábricas que se abren, aulas colmadas (…)», como escribió Enrique Núñez Rodríguez en su poema El Memorial.

El Che fue hombre de acción y de pensamiento. Un guerrillero insuperable y enemigo tenaz del imperialismo, al cual no se le debía dar «ni  tantito así, nada», como afirmó en su discurso del 30 de noviembre de 1964 en Santiago de Cuba. También, un hombre de acentuado pensamiento revolucionario y estudioso profundo del marxismo-leninismo y la Economía Política, instrumentales necesarios para construir la nueva sociedad socialista, sin recurrir a las armas melladas del capitalismo, tal y como afirmara.

En México, en 1956, conoció a Fidel y se enroló en la expedición del yate Granma, siendo el primero de los 82 expedicionarios. Nunca pudo subir el Popocatépetl, el segundo volcán más alto de México, pero tampoco cejó en los intentos por conseguirlo.

Gilberto García Alonso, el recién fallecido expedicionario del Granma, recordó en una de las visitas al Memorial que guarda los restos del Guerrillero Heroico, que en las interminables noches de Ciudad de México, Ernesto, el Che para los cubanos, le hablaba de su vida, de su itinerario por Suramérica y de cuando se enroló como enfermero en un barco de la Marina Mercante argentina, antes de graduarse como médico el 11 de abril de 1953.

Esta información le quedó grabada a Gilberto y luego del triunfo de la Revolución, pretendió corroborarla con los padres del Che en el 1959, pero estos la negaron.

Carné de enfermero de Ernesto Guevara de la Serna.

Más de cuarenta años después, cual no sería su sorpresa, al comprobar que era totalmente cierta, pues en el Museo Memorial, acá en Santa Clara, está el carné y permiso de embarco que así lo acredita, como también se encuentran otros objetos valiosos de la vida del Comandante Guevara, incluido su nombramiento como presidente del Banco Nacional de Cuba.

Permiso de embarco a nombre de Ernesto Guevara de la Serna.
Carné y Permiso de Embarco que acredita al Che como enfermero, fechado este último el 22 de enero de 1951, algo poco conocido de la vida del Guerrillero Heroico, y uno de los tesoros del Museo-Memorial en la Plaza de la Revolución que lleva su nombre. • Nombramiento del Che, con su firma, como presidente del Banco Nacional de Cuba, suceso acaecido el 26 de noviembre de 1959 (Fotocopia Museo-Memorial Plaza de la Revolución Ernesto Guevara)

Para Fidel, el Che fue su compañero de luchas y hermano de ideales. En una entrevista concedida a la prensa extranjera en los cañaverales de Camagüey, el 23 de abril de 1963, afirmó: «Lo único que puedo decirles del comandante Guevara es que siempre estará donde sea más útil a la Revolución y que las relaciones entre él y yo son óptimas. (…) Es polifacético. De una comprensión extraordinaria. Uno de los dirigentes más completos».

Mientras, en la velada solemne del 18 de octubre de 1967, en la Plaza de la Revolución, al referirse a las innumerables cualidades del Comandante Ernesto Guevara, dijo con total convicción: «Porque Che reunía, en su extraordinaria personalidad, virtudes que rara vez aparecen juntas. Él descolló como hombre de acción insuperable, pero Che no solo era un hombre de acción: Che era de pensamiento profundo, de inteligencia visionaria, un hombre de profunda cultura. Es decir que reunía en su persona al hombre de ideas y al de acción».

Nombramiento de Ernesto Guevara de la Serna como presidente del Banco Nacional de Cuba.
Nombramiento de Ernesto Guevara de la Serna como presidente del Banco Nacional de Cuba. (Fotocopia Museo-Memorial Plaza de la Revolución Ernesto Guevara)

Che fue ministro de Industrias, presidente del Banco, y el primer embajador de Cuba ante los pueblos de África y Asia, además de un crítico acérrimo de las desviaciones del socialismo soviético que a la postre condicionaron su derrumbe.

Por demás, resultó ser un estudioso concienzudo del proceso de construcción socialista en Cuba y un permanente formador, con su actuación, de la conciencia proletaria, esa que dimana del ejemplo y la modestia, de las cuales era, y será siempre, un paradigma.

Ernesto Che Guevara y Camilo Cienfuegos.
Ernesto Che Guevara y Camilo Cienfuegos. (Foto: Tomada de Internet)

También fue el Che un amigo, esposo y padre ejemplar. Educó a Camilo Cienfuegos y lo convirtió en el mejor de los guerrilleros, en el Señor de la Vanguardia; y a él, se debe el simbólico y hermoso acto de recordarlo cada 28 de octubre con flores lanzadas a los ríos y mares de Cuba.

Se casó con la santaclareña Aleida March, a quien amó hasta sus últimas energías y a quien le escribió hermosas cartas, que solo un hombre enamorado y de una sensibilidad exquisita pudiera hacerlo: «[…] Así te quiero, con recuerdo de café amargo en cada mañana sin nombre y con el sabor a carne limpia del hoyuelo de tu rodilla, un tabaco de ceniza equilibrista, y un refunfuño incoherente defendiendo la impoluta almohada.

«Si sientes algún día la violencia impositiva de una mirada, no te vuelvas, no rompas el conjuro, continúa colando mi café y déjame vivirte para siempre en el perenne instante […]».

También sintió ese amor que los buenos padres profesan a sus hijos. Por los cuatro con Aleida, y por Hildita, la hija mayor de su primer matrimonio con la peruana Hilda Gadea.

En carta a Celia, Aleida, Camilo y Ernesto, escribió: «Su padre ha sido un hombre que actúa como piensa y, seguro, ha sido leal a sus convicciones.

Ernesto Che Guevara y su hija Hildita.
Ernesto Che Guevara y su hija Hildita. (Foto: Tomada de Internet)

«Crezcan como buenos revolucionarios. Estudien mucho para poder dominar la técnica que permite dominar la naturaleza. Acuérdense que la Revolución es lo importante y que cada uno de nosotros, solo, no vale nada. Sobre todo, sean siempre capaces de sentir en lo más hondo cualquier injusticia cometida contra cualquiera en cualquier parte del mundo. Es la cualidad más linda de un revolucionario.

El Che, junto a Aleida March y los cuatro hijos del matrimonio.
El Che, junto a Aleida March y los cuatro hijos del matrimonio. (Foto: Tomada de Internet)

«Hasta siempre, hijitos, espero verlos todavía. Un beso grandote y un gran abrazo de Papá».

Por coincidencia histórica, también un 14 de junio, pero de 1845, vino al mundo Antonio Maceo Grajales, nuestro Titán de Bronce, quien, al decir de José Martí, tuvo tanta fuerza en la mente como en el brazo.

Maceo, fue el hombre de la Protesta de Baraguá y el autor de la profética frase que afirma que: «¡Quien intente apoderarse de Cuba recogerá el polvo de su suelo anegado en sangre, si no perece en la lucha!», convertida desde entonces en bandera de lucha por nuestra independencia y soberanía patrias.

El Comandante Ernesto Che Guevara pronunciado un discurso en homenaje a Antonio Maceo, en el Cacahual.
El Che, en discurso homenaje a Maceo en el Cacahual, el 7 de diciembre de 1962: «Y entonces se preparó la segunda de las hazañas definitorias de la vida de Maceo: la Invasión. Antonio Maceo cruzó la Isla de una punta a la otra y llevó el fuego revolucionario a provincias que no lo habían conocido en la anterior etapa de la guerra de liberación».(Foto: Tomada de Cubarte, portal de la Cultura Cubana)

Estos dos grandes hombres serán recordados en Santa Clara con una peregrinación que iniciará ante el busto del General Antonio en el parque de la Rotonda y culminará en la Plaza del Che, el lugar que atesora los restos del Guerrillero de América y los de su Destacamento de Refuerzo.

Será, sin duda, otro momento de reafirmación patriótica y confirmación, por las nuevas generaciones, de la continuidad histórica de la Revolución.

Comentar