Durante dos días de sesiones se desarrolló la Jornada Científica por el aniversario 63 del hospital pediátrico José Luis Miranda, puntero en muchos servicios de alcance territorial, con éxitos en la cirugía neonatal, la terapia intensiva, y el primero en establecer en Cuba la modalidad de la madre y el padre acompañantes. (Foto: Ricardo R. González)
Ricardo R. González
@riciber91
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04 Julio 2023
04 Julio 2023
hace 1 año
Concluyen las celebraciones por el aniversario 63 del hospital pediátrico universitario José Luis Miranda, de Villa Clara, y no podía faltar lo que la Dra. Norma Gómez García denominó la «fiesta científica» de la institución, con el intercambio de saberes en bien de la infancia.
Por ello al inicio de los dos días de Jornada convocó a la aplicación de la ciencia «siempre que seamos capaces de identificar los problemas y encontrar las posibles soluciones».
Y junto a otros especialistas participó en la mesa redonda Sobreviviendo a la COVID en la etapa pospandemia, porque sigue siendo una emergencia sanitaria declarada por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
«Nadie debe mantener las falsas expectativas de que todo acabó y no puede enfermar, por ello presentamos el comportamiento del virus en el caso de pacientes pediátricos que han visto de cerca la gravedad, sobre todo en menores de dos años en el 2023».
La especialista de II Grado en Pediatría y Medicina Intensiva y Emergencia, también jefa del Grupo Provincial de la especialidad dedicada a la infancia, tiene razones para aludir a los tres pacientes, incluido un lactante, que han sufrido las manifestaciones críticas, y en ello influyen las comorbilidades, los factores de riesgo entre los que figuran la prematuridad, el bajo peso, la desnutrición, las malformaciones o la inmunodeficiencia.
Relató que todos permanecieron en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) con apoyo ventilatorio. La situación no resultó tan precaria; sin embargo, el caso del lactante fue muy complejo al sobrevivir a una parada cardiorrespiratoria de 25 minutos y hoy recibe la recuperación nutricional en una sala convencional del hospital.
La Dra. Gómez García destaca la satisfacción indescriptible al constatar la sobrevivencia de los infantes, reinsertarlos a la sociedad, devolverlos a la familia, y que pasados los años lleguen de visita al centro asistencial con una transformación evidente.
Confiesa que le apasionan todas las ramas de atención al paciente pediátrico. «Llegué un día de 1992 a la institución luego de realizar la vía directa en Pediatría. Creo que he recorrido la totalidad de los servicios en mi formación, desde la terapia intensiva, el Cuerpo de Guardia y el estudio de las enfermedades infecto contagiosas, por lo que celebro estas más de seis décadas de mi centro».
Para quien ha trabajado en la terapia intensiva constituye un reto sacar, prácticamente de la muerte, a un niño. Después, al margen de las tensiones, de los malos ratos y contratiempos vividos, respiran la satisfacción siempre que se logre el propósito de reinsertarlo a la vida.
«Ante esta realidad le insistí al equipo de la terapia intensiva la necesidad de presentar estos casos que, tanto Villa Clara como Cuba, deben conocer de todo lo que se hizo a fin de lograr el bienestar de nuestros pequeños», concluyó la Dra. Norma Gómez.
Mortalidad infantil. Brechas y oportunidades
Sobre el tema disertó el Dr. Yandry Alfonso Chang, especialista de I y II grados en Pediatría y jefe del Programa de Atención Materno-Infantil en la provincia.
Una especie de recuento de lo ocurrido el año anterior con las causas influyentes tanto en la morbilidad como en la mortalidad, desde el desempeño profesional, las miradas a las condicionantes sociales, así como las debilidades en la Pediatría que inciden de manera negativa sobre la salud infantojuvenil.
Cómo aprovechar más las oportunidades que se brindan, cuáles son los retos en un mundo que transcurre entre fortalezas y debilidades, como el embarazo en la adolescencia, y la manera de enfrentar las problemáticas sociales con las marcadas limitantes en los recursos humanos, los medicamentos e insumos luego de una era pos-COVID y ante coyunturas económicas bien complejas, fundamentaron las bases de la conferencia.
«La pediatría tiene que ir más a la innovación, al uso de las tecnologías y de la ciencia para mejorar los resultados en la salud de los infantes», consideró Alfonso Chang en una provincia que mantiene hasta el momento una tasa de mortalidad infantil de 5.7 por cada mil nacidos vivos, para situarse como la cuarta más baja de Cuba».
El universo de la cardiología pediátrica
Ganadora de uno de los premios conferidos en la sesión virtual de la jornada, la Dra. Lisset Ley Vega se insertó a la mesa redonda a fin de abordar temas de la cardiopediatría.
Por su notoria experiencia puede referirse a la evaluación en la etapa pos-COVID con énfasis en las manifestaciones aparecidas en niños.
«El período agudo de la pandemia ha pasado, pero no deja de ser un problema de salud porque existen aún pacientes y no nos podemos descuidar», afirma minutos antes de realizar su exposición.
Un buen momento para insistir en que las principales malformaciones congénitas aparecidas en la infancia resultan aquellas que se integran a las arterias aortica y pulmonar, y muchas veces se hacen críticas al asociarse a otros defectos cromosómicos, a irregularidades del sistema nervioso central, a la pared anterior abdominal o al propio aparato digestivo que se presentan como parte de un síndrome genético.
Si se habla de supervivencia ofreció la buena noticia que en los últimos cinco años no se registran niños fallecidos luego de someterse a complejos actos quirúrgicos. «Hay casos muy interesantes de diagnósticos que, por primera vez, han sido realizados en la provincia para después realizarse las intervenciones en el cardiocentro William Soler, de La Habana, y todos manifiestan una evolución favorable».
Respecto a su premio en la jornada virtual refiere que se basó en un estudio de 21 años con las manifestaciones críticas de su especialidad en diagnósticos prenatales, a lo que adjuntó una galería de imágenes que resultan poco vistas para el abordaje clínico y terapéutico.
«La terapéutica actual quirúrgica y el manejo médico por parte de un equipo multidisciplinario contribuye a elevar la calidad de vida y la supervivencia, a pesar de ser cardiopatías de tipo crítico», finalizó la Dra. Ley Vega.