El programa de Agricultura Urbana reclama impulsos
Un cambio definitorio, según orientaciones del gobernador de Villa Clara, reclaman los organopónicos ubicados en los perímetros urbanos y suburbanos de las municipalidades.
El 71 %, de los 38 organopónicos existentes en Santa Clara, presentan una calificación de Regular. (Foto: Luis Machado Ordetx)
Luis Machado Ordetx
@MOrdetx
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06 Agosto 2023
06 Agosto 2023
hace 1 año
La recuperación de la infraestructura tecnológica y la siembra de hortalizas, vegetales y condimentos frescos en los organopónicos de Villa Clara, de acuerdo con las sugerencias que dejó la visita integral del Secretariado del Comité Central y su Estructura Auxiliar y las indicaciones del gobernador de la provincia, no disponen de una acertada respuesta, ahora abocados en la apertura de la campaña invernal de siembra de esos cultivos, considerados decisivos en ofertas de cosechas de ciclo corto.
En abril último, con el recorrido de la dirección política por 53 comunidades de la provincia, se corroboraron deficiencias en la producción de vegetales, escasas siembras, deterioro de instalaciones, abultados precios de venta en algunos casos, así como poco avance en la implementación de la Ley de Soberanía Alimentaria y Seguridad Alimentaria y Nutricional (SSAN), según criterios abordados y relacionados con esas labores agrícolas.
Un recorrido por las 139 instalaciones de la provincia, de acuerdo con orientaciones de Alberto López Díaz, gobernador, demostró que 24 organopónicos recibieron la categoría de Bien, en tanto solo 4 refieren la condición de Muy Bien, y 81 están evaluados de Regular y 24 clasifican de Mal, se dijo en reunión efectuada con Intendentes municipales y directivos del sector.
El listado quedaría inconcluso de no adicionar otros 6 organopónicos que aparecen en las estadísticas y no funcionan como tal en los municipios de Manicaragua y Santo Domingo, hecho catalogado como «inadmisible porque falsea la realidad en un asunto catalogado de Seguridad Nacional, como resulta la alimentación», precisó López Díaz.
Las principales fallas detectadas se corresponden con obsolescencia tecnológica en los sistemas de riego de agua, carencias de materia orgánica, fuerza de trabajo especializada, asesoramiento científico-técnico, así como de semilla certificada, deterioro de las cámaras de cultivo existentes y…
En todos los municipios hay concentradas dificultades objetivas y subjetivas que atentan contra la producción de vegetales y hortalizas frescas y, por supuesto, en las elevadas erogaciones monetarias que paga la población por esos alimentos en caso de aparecer en ofertas especulativas.
Catalogados con un Mal funcionamiento se ubican los organopónicos de los municipios de Santo Domingo y Remedios, y los restantes territorios se incluyen con categoría de Regular, situación que obliga a redoblar esfuerzos productivos en correspondencia con los anhelos de cosechar vegetales en períodos de ciclo corto antes que aparezca la temporada de fin de año.
López Díaz ante la grave situación que viola la Indicación, la número 20, dijo que es responsabilidad de los delegados municipales de la Agricultura y de los Intendentes organizar, tipo apadrinamiento, entidades administrativas para revitalizar las producciones escalonadas en los perímetros urbanos.
Sin embargo, como aseveró en reunión, no existe una correcta implementación de la Indicación, con apreciación de formalismos en la coordinación de las entidades con las áreas de la Agricultura Urbana, y las tareas no se ejecutan con la debida responsabilidad de las partes.
Tampoco se tuvo en cuenta, destaca un documento que circuló, un diagnóstico previo de las situaciones objetivas y subjetivas que limitan los desempeños agrícolas.
En tal sentido, añadió el gobernador provincial, desde los municipios, a pesar de instrumentarse mecanismos para conseguir el autoabastecimiento local, persisten indisciplinas administrativas y autoridad para ejecutar acciones en un programa que incide en la alimentación de todos y que con prontitud garantiza alimentos frescos a la población, ávida de esos consumos y con cultura vegetariana.
Hubo críticas y autocríticas en la reunión. Con eso no se resuelve un problema en el cual son los intendentes municipales los responsables de una tarea, con orientación precisa —urgida de estricto cumplimiento ante el señalamiento que dejó la visita del Comité Central del Partido en abril pasado—, para cambiar el panorama de deterioro productivo que ahora muestra los organopónicos.
La alimentación del pueblo, diaria, con hortalizas y vegetales frescos, reclama un vuelto determinante en un programa que, desde la Agricultura Urbana, cayó en la desidia y el abandono y lastró los logros conquistados 35 años atrás cuando se fundó y alegró la cultura alimentaria de la población.