El 27 de septiembre de 1993 se funda, en la Universidad Central «Marta Abreu» de Las Villas, el Grupo de Estudios para el Desarrollo Comunitario (Gedcom). A partir de una orientación del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, basada en la importancia de la ciencia para el desarrollo del país y los retos de una sociedad en ebullición, profesionales de la institución se unen para gestar lo comunitario desde la investigación y la intervención crítica y transformadora. Sobre los hitos de este vital grupo epistémico, declararon a Vanguardia algunos de sus miembros.
Dr. C. Joaquín Alonso Freyre: un espacio convertido en punto de encuentro
«Existían investigadores que abordaban el tema comunitario en distintas áreas, pero cada uno por su lado. Con la creación del Gedcom nació un espacio para encontrarnos y colaborar.
«Realizamos procesos de intervención comunitaria, trabajamos directamente en los barrios. Compartir con la población nos proveyó resultados científicos, visibilidad y una relación muy estrecha con las autoridades gubernamentales de la provincia y los municipios. Además, permitió que el resultado de nuestras investigaciones fuese conocido de manera inmediata por quienes debían tomar decisiones al respecto.
«En esa época se crearon las bases para el surgimiento de nuestra Maestría en Desarrollo Comunitario y el Programa de Doctorado en Ciencias Sociológicas y Desarrollo Comunitario, ambos con evaluación de excelencia.
«En los momentos actuales, cuando se vive una crisis similar a la de los años 90, nuestros modos de actuación deben acercarse a la población, para conocer de primera mano sus criterios y poder actuar. Las problemáticas se conocen de verdad cuando se conversa con la gente, se camina por los campos, por los barrios. La emotividad de las personas ofrece la magnitud del malestar que sienten.
«Nos satisface muchísimo contar con un relevo, jóvenes muy talentosos que continuarán el trabajo del Gedcom con una gestión basada en ciencia e innovación; una ciencia comprometida con la solución de las problemáticas de la población y de frente a las estrategias que el país traza para avanzar».
Dra. C. Celia Marta Riera Vázquez: el poder transformador de la participación comunitaria
«El Gedcom se constituyó como grupo multidisciplinar para consolidar las bases del socialismo en medio de la crisis del período especial. Respondió a las exigencias del momento, por lo que nació para la transformación de nuestros barrios, de los espacios donde estaban los trabajadores, los jóvenes, las mujeres, los niños, a partir de una concepción que permitiera que estos participaran, como sujetos activos, en el proceso de desarrollo desde las comunidades.
«Incorporó a compañeros de diferentes disciplinas que normalmente no están vinculadas a los estudios comunitarios, por ejemplo, yo procedía de la Filosofía y me enfoqué en las problemáticas dedicadas a la epistemología en los procesos de investigación comunitaria. «La comunidad no se limita a la existencia por denominación de los espacios donde habitan las personas. Trasciende la localización física y se convierte en un sistema de relaciones sociales donde las personas participan en la construcción de proyectos colectivos que los conduzcan a la transformación, por ellos mismos, de esa realidad.
«Esta concepción se consolida con el principio del autodesarrollo comunitario: una construcción colectiva desde los fundamentos de la dialéctica materialista, al comprender que sólo en la solución de las contradicciones que se presentan en la realidad radica la potencialidad del cambio y la superación crítica del orden de cosas existente; emancipación necesaria en la sociedad socialista para su consolidación y desarrollo.
«Trabajábamos directamente y de forma muy coordinada y cooperada en acciones de transformación social. Tuvimos un primer proyecto de intervención comunitaria que llamamos “Dobarganes”. Nos sumergimos en un proceso de construcción científica y de transformación social, cuyos aspectos teóricos quedaron recogidos en nuestro primer libro, Premio Academia de Ciencias de Cuba del año 2004: Autodesarrollo comunitario, crítica a las mediaciones recurrentes para la emancipación humana.
«También llevamos a cabo una labor sistemática de investigación en barrios e instituciones escolares vinculada a la problemática de la prevención social. Estos estudios trascendieron las visiones tradicionales de la concepción de la prevención y fomentaron una concepción de prevención articulada con el trabajo social, desde la potencialidad y los recursos de las comunidades para transformar estados de vulnerabilidad. Esto enfrenta las perspectivas y visiones asistenciales que predominan en el trabajo social.
«Hoy los estudios de prevención se han extendido a visiones y perspectivas relacionadas con el control interno en las instituciones e, incluso, a los estudios vinculados a la corrupción, la responsabilidad social empresarial en función del perfeccionamiento de la empresa socialista, como garante del sistema de relaciones de producción socialista y la sostenibilidad del socialismo».
Dra. C. Yamila Roque Doval: los hilos conductores de los estudios comunitarios
«El Gedcom se funda en el contexto del fin de la guerra fría y el derrumbe del campo socialista, que para nuestro país generó un proceso de convulsión económica, social e investigativa.
«Comienza a hablarse del fin de la historia, de inicio de las democracias, del auge del neoliberalismo y la concepción de la globalización como enfoque mundial de dominación.
«Se emprende una mirada a las comunidades, a la posibilidad contenida en esos grupos humanos que tienen poder, recursos, y que las lógicas hegemónicas no visibilizaban hasta ese momento.
«Estas situaciones internacionales sumen a Cuba en una profunda crisis económica, que demanda soluciones innovadoras y creativas en el contexto de la investigación social, de parte de una masa crítica importante de doctores.
«Para Gedcom fueron hitos importantísimos la Batalla de Ideas, las carencias y síntomas sociales de diez años de crisis, el aumento de la marginalidad, la necesaria transformación del estado de cosas y el Programa Nacional de Trabajadores Sociales.
«Los estudios comunitarios han tenido hilos conductores como la participación, el marxismo, la comprensión dialéctico-materialista de los fenómenos sociales, las relaciones sociales, la cooperación y colaboración como expresiones máximas del desarrollo de los grupos humanos, la permanente conformación de proyectos colectivos y la comprensión de que los procesos de transformación social tienen que ir acompañados de la emancipación.
«En la tercera década del siglo xxi resulta vital reforzar las ideas marxistas. En los próximos años estarán en el punto de mira de los estudios comunitarios los procesos de innovaciones tecnológicas y sociales, de cambios de relaciones y formas de relacionarse, la toma de decisiones de la población y su participación permanente en la construcción de la sociedad».