El diagnóstico de un cáncer de mamá constituye una noticia que no quisiéramos escuchar nunca. El temor a esta neoplasia maligna se esconde en cada mujer, que tiene en su poder detectar tempranos signos de alarma.
«El cáncer de mama es un problema de salud mundial y con gran incidencia en Cuba y en Villa Clara; es la segunda causa de incidencia de cáncer en la mujer a nivel de país y mundial, Villa Clara es una de las provincias de mayor tasa de prevalencia de la enfermedad, de mujeres que se diagnostican y se mantienen con la enfermedad», asegura la Doctora Ana de la Torre Santos, especialista de Segundo Grado en Oncología Clínica, jefa de Servicio en Oncología Clínica del Centro Oncológico Regional del Hospital Docente Clínico Quirúrgico Dr. Celestino Hernández Robau.
«Esta es una enfermedad totalmente curable, un gran porciento de las pacientes se logra recuperar. La piedra angular del tratamiento y las posibilidades de cura es el diagnóstico precoz, mientras más rápido se acuda al médico, más posibilidades existen de curarse, aquellas pacientes que sus tumores son pequeños tienen una curación de más de un noventa porciento».
«Toda mujer puede contribuir al diagnóstico precoz con el autoexamen de mama mensual después del período menstrual (de 10 a 14 días); la mujer que examina mensualmente sus mamas llega a tener una mano más experta que un médico. La mujer que tenga antecedentes de mujeres con cáncer de mama debe preocuparse más por el diagnóstico y tiene indicación de a partir de los 20 años hacerse una mamografía», asevera la oncóloga.
Las fotografías pertenecen a una serie de obras elaboradas por la artista Carolina Vilches donde refleja su lucha personal contra el cáncer de mama.
Sostiene, además, que: «Varios son los factores de riesgo que predisponen a la enfermedad: la edad, a medida que envejecemos la incidencia es mayor; se heredan mutaciones que llevan a un riesgo de padecer cáncer de mama; también la obesidad, el sedentarismo, no haber lactado, tener un hijo después de los treinta años, haber padecido otras patologías de las mamás, entre otros».
«El cáncer de mamá es una enfermedad con muchas posibilidades de cura, la cirugía sigue siendo el arma fundamental, y cada día son más pequeñitas, conservadoras, otras con prótesis, cirugías reconstructivas; no necesariamente hay que llegar a la radical de mama. La ausencia de mama en la mujer afecta mucho psicológicamente, hay órganos que nos definen y en la mujer, indiscutiblemente, son las mamas. Las opciones terapéuticas son múltiples, la hormonoterapia, la radioterapia, la quimioterapia, la inmunoterapia».
«El cáncer de mama es curable y prevenible, una mujer con cáncer de mamá puede vencerlo y llevar una vida de calidad», asegura la doctora Ana de la Torre.
Yara, el rosa y la bravura
Con una fuerza extraordinaria para vencer los obstáculos que la ha puesto la vida y un optimismo que conmueve y moviliza, Yara Luisa Ordetx Wong, de 61 años de edad, ofreció a Vanguardia sus testimonios de lucha contra esta enfermedad.
«Mi madre fue una paciente con cáncer de mama, este antecedente me hizo adquirir conciencia y mensualmente me hacia mi autoexamen. En el año 2021 me detecté una pelotica cerca de la zona del pezón y automáticamente, sin miedo alguno me dirigí a la doctora Doris Batule, especialista en mamas, quien me indicó hacerme mamografía, ultrasonido y demás exámenes al respecto. En efecto, tenía un nódulo. Producto a la COVID se me aplazó un poco hacerme la biopsia quirúrgica, en julio de 2021 ya tenía otro nódulo y estuvieron los resultados: un carcinoma localizado multisectorial, y el proceder a seguir era la mastectomía».
«Fue impactante, fue triste, lágrimas salieron de sobra, pero confié mucho en la medicina, fui disciplinada e inmediatamente comencé el proceso de quimioterapia. Fueron nueve sueros citostáticos, cada 21 días, es triste verse allí pero nunca me faltó la alegría y los deseos de vivir. Le daba ánimos al equipo médico y demás pacientes, llegaba cantando y transmitiendo alegrías. Me rasuré la cabeza tres veces porque se me empezó a caer el pelo y tuve días malita propio de los químicos que tenía en el organismo; pero el cáncer no es sinónimo de muerte, sino de lucha, de enfrentamiento optimista», confiesa Ordetx.
«Mi autoestima y mi ego me mantuvieron fuerte, siempre entré firme al hospital. El día que me tocaba el suero me ponía la ropa más bonita, me pintaba, me perfumaba, me ponía turbante a juego, le lucía linda a la vida e iba muy feliz».
«Fui a cirugía el 15 de febrero de 2022, todo salió bien y la recuperación fue satisfactoria. Después vino la radioterapia, bajé de peso, pero anímica y clínicamente estaba muy bien Tanto las mastólogas como los oncólogos que me atendieron fueron excelentes profesionales, con una ética tremenda y constantemente dando ánimos. “Ya ustedes no están enfermas se están recuperando de una enfermedad que ya pasaron”, nos decían, y se multiplicaban las fuerza para seguir», asegura.
«No dejé de pasear y atender mi vida cotidiana, fue muy valioso el apoyo tanto material como espiritual de la familia y amigos incondicionales a los que doy gracias por existir en mi vida y estar para mí. Tampoco tengo palabras para expresar mi agradecimiento todo el personal médico y paramédico que me atendió. A los pacientes oncológicos carecemos de insumos médicos, pero nunca nos ha faltado una sonrisa, una mano amiga para decirnos “sigue adelante”. Desde el diagnóstico de la enfermedad me he sentido muy amparada, muy amada, muy querida».
«En octubre de 2022 creamos el grupo Octubre Rosa, que nuclea a mujeres en lucha contra el cáncer de mama. Este grupo nos ha dado ánimos, fuerza, realizamos actividades, compartimos, nos ayudamos, existimos unas para otras. Para nosotras todos los días son rosas porque amanecemos felices, valientes, iluminadas, poseídas por la vida».
Miércoles, 01 Noviembre 2023 15:34
Muy instructivo y transmitiendo siempre fuerza y esperanza tanto a pacientes como a familiares, gracias por su testimonio