Archivo de la Audiencia de Las Villas: tesoros históricos ocultos

En el Día del Archivero Cubano, reflexionamos sobre los valiosos documentos que se encuentran resguardados en el archivo de la antigua Audiencia de Las Villas.

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Vanguardia - Villa Clara - Cuba
La archivera Magalys Verdecia Herrera, guardiana del Archivo de la antigua Audiencia de Las Villas.
Narciso Fernández Ramí­rez
Narciso Fernández Ramí­rez
@narfernandez
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02 Noviembre 2023

En los sótanos de la antigua Audiencia de Las Villas —donde radica el Tribunal Provincial Popular de Villa Clara— está ubicado el Archivo Histórico de la institución, una verdadera joya historiográfica, todavía por descubrir en su verdadera magnitud, que atesora una parte importante de la historia de la antigua provincia de Las Villas.

Entre el olor inconfundible de los viejos papeles están anaqueles repletos de causas judiciales llevadas a cabo allí desde la época colonial —cuando en ese lugar estaba ubicado el cuartel de Tarragona— hasta las que se siguieron entrada la medianía del pasado siglo XX.

Legajos que bien investigados permitirán descubrir hechos y acciones llevadas a cabo contra el poder colonial español y otras en oposición a la situación imperante en el país durante la etapa republicana.

Este 3 de noviembre, fecha en que se celebra el Día del Archivero Cubano —instituido en conmemoración del nombramiento oficial, en 1922, de Joaquín Llaverías Martínez como director del Archivo Nacional de Cuba— resulta ocasión idónea para acercarnos a los documentos que atesoran esos viejos y polvorientos estantes y reseñar hechos ya descubiertos, convertidos en parte de la historia de este país, y otros no tan conocidos o desconocidos, pero que aportan, igualmente, al legado cultural de la nación.

Causa 543: el «Yo acuso» de Fidel Castro

Dentro de los ampliamente conocidos reseñamos la Causa 543 seguida al entonces joven abogado Fidel Castro, convertida en su primera autodefensa al denunciar, la fría mañana del 14 de diciembre de 1950, los desmanes del gobierno de Carlos Prío Socarrás.

Portada de la Causa 543 contra el entonces joven abogado Fidel Castro Ruz. (Foto: Tomada Internet)

Dicha causa fue encontrada años después, tras acuciosa investigación de Aldo Isidrón del Valle, Premio Nacional de Periodismo José Martí. El ya fallecido periodista villaclareño revelaría la clave del importante hallazgo y la persona que le diera el indicio para la búsqueda:

«Fue el propio Fidel durante la inauguración del tramo de vía para el ferrocarril Habana-Santa Clara, el 30 de diciembre de 1977: "Sí, yo recuerdo cuando era recién graduado de abogado que vine aquí a Santa Clara; porque había un capitán ahí por Cienfuegos que era una fiera contra los estudiantes. Me metieron preso y me hicieron un juicio. Vine a defenderme yo mismo. Suerte que no quedé preso"».

En la revisión de cientos de legajos, contó con la ayuda inestimable del viejo archivero de la Audiencia, Sixto Hernández, quien tras días de indagación levantó la mano con una carpeta roja y sonriente, le dijo al periodista: «¡Aquí está!».

Había aparecido la famosa causa judicial con el número 543.

Tres causas contra Camilo Cienfuegos

He aquí otro descubrimiento hallado recientemente en los archivos de la antigua Audiencia de Las Villas, resultado de la labor investigativa del joven Daymayan Carrillo Duarte, licenciado en Psicología-Pedagogía, quien atiende la Memoria Histórica y Depuración de los Archivos Judiciales, y que se publica por vez primera en la prensa.

Los tres causas judiciales guardan relación con las acciones revolucionarias llevadas a cabo por la tropa rebelde de la Columna Invasora 2 Antonio Maceo, al mando del comandante Camilo Cienfuegos, en la zona de Remedios, en aquellos días finales de 1958, en específico en el mes de noviembre.

La primera causa radicada por el Juzgado de Instrucción de Remedios tiene el número 105 por el delito: Contra los poderes del Estado. Complejo de sedición e incendio.

En la misma se establece la denuncia por el ataque rebelde que tuvo lugar el día 7 de noviembre contra el puesto de la Guardia Rural ubicado en el poblado de Ariosa, el cual fuera destruido totalmente por las llamas.

Una de sus partes dice lo siguiente: «Que de acuerdo a las investigaciones practicadas (…) aproximadamente a la una de la mañana de hoy un grupo como de veinte forajidos al margen de la ley, (…) penetraron en su interior después de haber derribado sus puertas, regando un líquido inflamable e incendiaron, propagándose las llamas en todo el local, destruyéndose totalmente. (…) Propias investigaciones se han podido comprobar estos hechos han sido realizados por un grupo de forajidos que merodean por la zona de Buenavista y sus alrededores al mando de un tal Camilo Cienfuegos». 

Fotocopia de la denuncia establecida contra la tropa de Camilo Cienfuegos por el incendio del cuartel de la Guardia Rural del poblado de Ariosa, el 10 de noviembre de 1958. (Cortesía del licenciado Daymayan Carrillo Duarte)

La segunda, con el número 106, se estableció igualmente contra la tropa de Camilo por el delito de: Sedición, homicidio imperfecto y daño.

En tanto, la tercera, con el número 108, fue radicada también en el propio juzgado remediano por el delito de Sedición, contra los medios de transporte e incendio.

En dicha causa, con fecha 26 de noviembre de 1958, se acusa a los rebeldes de incendiar un ómnibus de pasajeros que transitaba por la carretera de Remedios a Caibarién: «(…) dicho vehículo fue parado por un grupo de forajidos que se encontraban uniformados con ropa color olivo, y armados con armas largas, (…) prendieron fuego destruyéndose totalmente dicho vehículo.

«(…) Que estiman que ese grupo de forajidos son los comandados por Camilo Cienfuegos, que según rumor público se encuentran por los montes de la zona de Dolores, Buenavista y otros lugares. Que el grupo, una vez realizados los hechos, se dieron a la fuga sin saber el rumbo que los mismos hayan tomado».

Con el triunfo de la Revolución, el 1.o de enero de 1959, las tres causas quedaron sin valor legal alguno, en correspondencia con la Ley n.o 79 del 17 de febrero, la cual declaraba, con efecto retroactivo, la licitud de todas las acciones calificadas como delictivas y que hubieran sido imputadas a personas naturales o entidades, (…) siempre que el móvil directo o indirecto hubiese sido la lucha en cualquier forma contra la tiranía derrocada.

Y así consta en la decisión adoptada por el juez de instrucción de Remedios y su partida judicial, doctor José Gastón de Caturla Álvarez, con fecha 13 de abril de 1959.

Epílogo

Quedan todavía muchos tesoros historiográficos en esos miles de legajos y causas judiciales guardados en los archivos de la antigua Audiencia de Las Villas, donde hoy radica el Tribunal Provincial del Poder Popular.

  • Documento que archiva de manera definitiva las causas seguidas contra la tropa de Camilo en su lucha contra la tiranía en la zona de Remedios. (Cortesía del licenciado Daymayan Carrillo Duarte)

Las primeras causas registradas se remontan al año de 1892, aún en la etapa de España, cuando en esos terrenos se erigía el cuartel de Tarragona, de triste recordación para los cubanos de entonces, y otras miles pertenecen a la época republicana.

Hace unos años fue encontrada la causa seguida contra los jóvenes Agustín Gómez-Lubián Urioste, Chiqui, y Julio Pino Machado, muertos al explotarle, el 26 de mayo de 1957, la bomba que transportaban para ponerla en el Gobierno Provincial, hoy Biblioteca Provincial Martí. Otros hechos, de igual o mayor relevancia, esperan ser encontrados y dados a conocer a las nuevas generaciones.

Los archivos son parte del patrimonio cultural de una sociedad y son fundamentales para preservar su memoria colectiva. Igualmente, resultan fuentes primarias de información para los investigadores y académicos que estudian la historia.  

Cada archivo proporciona evidencia documental auténtica y confiable que respalda la investigación y ayuda a construir una narrativa histórica precisa.

Acceder a los fondos del Archivo de la antigua Audiencia de Las Villas resulta, por tanto, un deber de los jóvenes de hoy. Vayamos a buscar la historia que subyace en esos legajos, los cuales, más que papeles viejos, son prueba intangible de lo que fuimos y un derrotero seguro de lo que seremos en el futuro.

 

    

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