A 50 años de la primera graduación de pedagogos del programa Makarenko en la antigua provincia de Las Villas, docentes jubilados y reincorporados a las aulas recordaron al líder histórico de la Revolución cubana.
El homenaje a los maestros Makarenko de Villa Clara tuvo lugar este viernes en la Escuela Pedagógica Manuel Ascunce Domenech, de Santa Clara. (Foto: Lisandra Borges Pérez)
Idalia Vázquez Zerquera
@IdaliaVzquez
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24 Noviembre 2023
24 Noviembre 2023
hace 11 meses
Egresados del programa Makarenko en la otrora provincia de Las Villas, que en los primeros años de la Revolución graduó a cientos de maestros del programa conocido como Minas-Topes-Tarará, evocaron al Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz en la escuela pedagógica Manuel Ascunce Domenech, a siete años de su desaparición física, el 25 de noviembre de 2016.
Bárbara Tristá Alba, docente jubilada y reincorporada a las aulas en la Universidad Central «Marta Abreu» de Las Villas, recordó a Fidel como el principal promotor de aquel ambicioso programa que la convirtió en profesora.
«Cuando se cierran las escuelas normales, se crean las escuelas para maestros primarios con la iniciativa conocida como Minas-Topes-Tarará, con una duración de cinco años, para formar a los jóvenes que más tarde serían docentes.
«Fuimos y somos continuidad de lo que quería el Comandante en Jefe, de convertirnos en educadores responsables, enamorados de la profesión. Fue él quien en reiteradas ocasiones retomó el aforismo del filósofo y educador cubano José de la Luz y Caballero, al expresar que instruir puede cualquiera, pero educar sólo quien sea un evangelio vivo, que es precisamente lo que hoy necesitamos de las nuevas generaciones que estudian carreras pedagógicas».
Por su parte, Ramón Rodríguez Díaz, reincorporado a la docencia en la sede pedagógica Félix Varela de la Universidad Central «Marta Abreu» de Las Villas, se refirió a la graduación de los maestros Makarenko en 1973, y habló de la alegría por encontrarse —en fecha tan significativa donde todos los cubanos recordamos a Fidel—con aquellos jóvenes que hoy pintan canas y que un día optaron por la pedagogía.
«En sus discursos puso de manifiesto su visión de futuro, al confiar en nosotros como fuerza capaz de transformar el país. También predijo nuestra presencia en otras partes del mundo para llevar la luz de la enseñanza a los más necesitados, como sucedió después.
«Corresponde a los maestros Makarenko, devenidos símbolo de integralidad dentro de la educación cubana, apoyar a los jóvenes que optan por carreras pedagógicas y guiarlos ante los retos que imponen los nuevos procesos educativos».
Las actividades por el aniversario 50 de la graduación de maestros Makarenko continuarán por estos días en Villa Clara, como parte del programa previo a la celebración del VI Congreso de la Asociación de Pedagogos de Cuba, a celebrarse en La Habana del 5 al 8 de diciembre.