Los cortes de caña, a pesar de las lluvias de los últimos días, comenzaron en zonas aledañas al ingenio-refinería Quintín Bandera, de Corralillo, inmerso en iniciar la molida antes que concluya la semana. Con esas acciones quedó oficializada la zafra en Villa Clara, territorio empeñado en incrementar los resultados productivos en la fabricación de azúcar y derivados agroindustriales.
A esa entidad, antes que culmine diciembre, se incorporarán los centrales Héctor Rodríguez, de Sagua la Grande, y Heriberto Duquesne, en Remedios, y a principios de enero se sumará el Carlos Baliño, en Santo Domingo, planta que, en un primer momento, elaborará crudo convencional y luego, fabricará unas 3500 toneladas métricas de azúcar orgánica, contratada con mercados foráneos.
La contienda, marcada por limitaciones en suministros de piezas de repuesto, aceites y lubricantes, tiene en la eficiencia agroindustrial un resorte para impulsar los compromisos de producción en los colectivos laborales. En el período se prevé alcanzar más de 62 000 t en una zafra que, cuando concluya, se sitúa entre las más pequeñas, en volumen, de las realizadas por la provincia.
Los ingenios Abel Santamaría, de Encrucijada, así como el Ifraín Alfonso, de Ranchuelo, y José María Pérez, en Camajuaní, también entrarán en activo para la entrega de meladura, empleada en la alimentación animal, y la obtención de alcohol, según el cronograma que abarca aportes de energía eléctrica al sistema nacional y la diversificación de las producciones.
Las restantes entidades azucareras serán decisivas en el impulso de siembras y cosechas de alimentos, así como de suministros cañeros a las tres industrias que confeccionarán azúcar crudo, abastecedoras de materia prima a las refinerías villaclareñas.
Osnel Pérez González, administrador del ingenio-refinería Quintín Bandera, en exclusiva para Vanguardia, dijo que, a pesar de las lluvias que afectan la geografía villaclareña, los trabajadores de la agroindustria asumen con unidad y compromiso la presente zafra.
Durante los 104 días de contienda tienen el encargo de entregar unas 21 401 t de crudo y elaborar, durante el año, unas 18 500 de refino clase C, así como producciones alternativas de raspadura, guarapo, sirope y azúcar lustre —polvillo resultante del edulcorante blanco—, incluido en la cartera de negocios para el procesamiento de bebidas, licores y alimentos en conserva.
En enero entrará en funcionamiento una planta de Labame, decisivo en la producción de microorganismos eficientes utilizados en la siembra de caña de azúcar y de cultivos varios, así como en el mejoramiento de los suelos por sus efectos positivos en los rendimientos agrícolas y el enfrentamiento a plagas y enfermedades de las plantaciones.
Durante la zafra, los molinos de esa fábrica recibirán caña de sus plantaciones, así como cortes programados desde aquellas ubicadas en Panchito Gómez Toro (Quemado de Güines) y George Washington (Santo Domingo), y aunque la fortaleza del ingenio-refinería está en las entregas simultáneas de edulcorante crudo y refino, apuestan por consolidar la diversificación de producciones agroindustriales.